MIRIAM VENTURA
¿EXISTE EL TEATRO DOMINICANO EN NUEVA YORK?
Por Miriam Ventura
woodlawd,Nueva York.-
El teatro realizado por los dominicanos en Nueva York no está contemporizando con su propio tiempo, a pesar de los valiosos esfuerzos de adaptación, que realizan los propios actores y productores. Por las actuaciones estelares de dominicanos en las principales salas de teatro, pareciera existir un movimiento fuerte, pero del que se desconoce sus reales límites y alcances. En Nueva York existe un importante número compañías de teatro hispanas y casi todas cuentan con un elenco integrado por dominicanos, algunos de los cuales tienen a su cargo las producciones más importantes de estas compañías.
La mayoría de estos artistas , ha venido con una formación que se inicia en la República Dominicana y es en Nueva York donde deben reorientar todo un proceso educativo, que como lo explica quien por muchos años fuera encargado de producción del Repertorio Español, el actor dominicano, Manuel Herrera, y ahora sub-director de Hispanic Organization Latin Art[ HOLA], “La mayoría de nuestros actores al llegar aquí, necesitan ponerse al día para entrar en el mundo del teatro, ya que las escuelas de arte escénico neoyorquina, lanza actores a las tablas con conocimientos de canto, de baile, técnica de vocalizar, de doblaje, es decir con una educación integrada. Ese es el reto de nuestros actores, ponerse al día, pues en dominicana, los forman muy bien, solo para la actuación, pero aquí se necesita además de actuar muchas otras habilidades.”
En ese reto, del que habla Manuel Herrera se mantienen muchos de los actores dominicanos, algunos no pasan la prueba, pero la mayoría aporta su granito de arena, mientras da continuidad al trabajo de los pioneros de ese novísimo movimiento del teatro de los dominicanos en Nueva York. Y hay muchos nombres, Roy Arias, Maite Bonilla, Waddys Jaquez, Mateo Gómez y muchísimos otros/as. Pero a pesar de estos nombres y las novedades
A Manuel Herrera le parece oportuno hablar de un teatro dominicano en Nueva York, ya que ” No existe una sola compañía de teatro en manos de actores dominicanos, en ese sentido estamos dispersos y a penas podemos hablar de manifestaciones de un teatro , de un movimiento que esta dando forma a un estilo de hacer teatro, que parece bueno puesto que las compañías nos solicitan, pero también enfrentamos la realidad de que nuestras instituciones, las organizaciones culturales y las autoridades municipales, así como el sector empresarial dominicano no ofrecen muchos auspicios y en sus presupuestos la cultura entra con categoría de uso”.
Por ejemplo, la mayoría de ellos -dice- considera que el alto Manhattan tiene muchas otras necesidades que no es la cultura, en este caso el teatro, y en verdad los artistas no damos público para sus discursos”.
Suárez no comparte el juicio de Manuel Herrera, pero si admite que hay “dispersión y falta de enlace entre la literatura de los dominicanos de Nueva York y el teatro, enlace básico porque la literatura es la madre de todas las artes”. En cuanto a la dispersión y la causa que la origina , existen distintas señales de una promoción de actores dominicanos nacidos aquí que se orienta hacia el teatro anglo por no encontrar las puertas abiertas en el teatro hispano y la otra integrada por dominicanos que vienen formados desde la isla y que tratan de establecerse con obstáculos aquí.
Los pioneros/as
Para Manuel Herrera, una pionera por excelencia lo constituye la Reina del Technicolor, como le llamaban a María Montes en el Hollywood de los años cuarenta “porque sentó el precedente gigantesco de su presencia y actuación, cuando en era un pecado tener un nombre latino en el mundo de la actuación y su acento se impuso. Ella, según Herrera, anuncio la presencia de los actores dominicanos, varias décadas a tras”.Sin embargo según afirma el dramaturgo cubano Pedro Monje-Rafuls, durante ese mismo periodo un actor y dramaturgo dominicano fue quien dio un giro total al teatro y a la actuación que se estaba realizando para la época, su nombre Rolando Barrera”.
Según Monje-Rafuls director del Centro para las Artes Ollantay, “Barrera es el verdadero pionero del teatro dominicano e incluso latino y tenemos sus datos en nuestros archivos, este señor entre las décadas cuarenta y cincuenta fue el único hispano que podía pagar el alquiler del conocido Teatro Master, ubicado en la calle 103 y Riverside Dr. de Manhattan. Su grupo de teatro se llamaba Futurismo A través del cual dio a conocer el teatro latino en Nueva York y algunas de las obras montadas, dirigidas o creadas por este dominicano y su grupo fueron La Casa de Muñeca de Ivsen y Cándida del dramaturgo inglés Shaw, además de obras suyas.
Varias décadas después, aparece el nombre de Ilka Tanya Payan , quien comenzó a sonar por su trabajo y dedicación. Esta pionera participó de casi todas las obras montadas por hispanos en Nueva York, protagonizó La Ramera de la Cueva, de Mario Peña, La Señorita Margarita, un monólogo experimental del dramaturgo brasileño de apellido Roberto Athayde y que arrancaba de manera expresa con Ilka Tanya, de frente al público y que durante dicho monólogo, ésta se dirigía a una persona cualquiera del público -aparentemente- pues esa persona era nada más y nada menos que el hoy conocido Jhonn Leguizamo quien junto a Ilka compartía la discusión con el público..
Ilka Tanya Payan, también se destacó como promotora a favor de los actores y trabajo directamente con el grupo “DUO” Y el Teatro Intar. Realizó cine en inglés y en español, destacándose con Raúl Julia en papeles estelares, también hizo actuación comercial y representando un importante papel dentro de la telenovela realizada en Puerto Rico, titulada Angélica Mi Vida, transmitida por la televisión hispana de Estados Unidos.
Aunque paralelamente a Ilka, algunos actores hacían lo suyo, como es el caso de la actriz María Rodríguez, quien estelarizó el primer estreno montado dentro del Centro para las Artes Ollantay, titulado White Apron [delantal blanco] del dramaturgo chileno Sergio Vodanovic, fue definitivamente el trabajo de Ilka Tanya Payan, como actriz, activista cultural y abogada a favor de los derechos humanos de los inmigrantes, lo que en coincidencia con los distintos movimientos culturales específicamente en el teatro, que dieron el repunte a las manifestaciones que hoy permiten hablar de un ascenso del teatro de los dominicanos en Nueva York. Desde estas referencias aparecen Ilka Tanya Payan y Mateo Gómez, junto a Rolando Barrada como los grandes pioneros del teatro de los dominicanos e hispanos en Nueva York
El turno de Mateo Gómez
Es precisamente Mateo Gómez quien trabaja para el Teatro La Tea, el que ofrece la nota divergente en cuanto a sí existe o no el teatro dominicano en Nueva York.“Mas que negar la existencia de este teatro, estoy favor de ciertas condiciones que la crean, negar ese teatro, abre la oportunidad a muchos de los actores y críticos de la República para desvalorizar el teatro que nosotros hacemos, también es discutible lo de la formación de los actores que vienen de allá”.
La diferencia es mínima -afirma Mateo-, en la República se usa el método de Stanilakys, y es cierto que aquí se enseña con diversos métodos, como los de Herbert Bergonff, de Meisener y otros, pero los actores si logran, la mayoría adaptarse y retroalimentarse. Debo decir que si existe mucha dispersión, pero una ventaja es que los actores logran ampliar más su espíritu de solidaridad, aquí no tenemos los conflictos entre los experimentalistas y el teatro pequeño burgués que existe en República Dominicana”
Mateo Gómez, junto a otro actor de nombre Ricardo Reyes se quedo al frente de lo que en los años setenta se llamaba el Centro Cultural dominicano y que anteriormente había coordinado fallecida Ilka Tannya Payan. En este centro se realizaban actividades culturales y se montaban obras teatrales.
Con y sin divergencias, acerca de la existencia del teatro dominicano en Nueva York, por lo menos muchos coinciden en que es un movimiento fuerte y débil a la vez , al que están contribuyendo actores y productores independientes, tanto de factura joven o ya establecida, así como los recién llegados, además de promotores y difusores de teatro. Entre los recién llegados se encuentran Danilo Solís, quien a pesar de ser un buen actor y vinculado al Movimiento Cultural Universitario de la Universidad Autónoma de Santo Domingo UASD, en los últimos tiempos se ha dedicado a producir los llamados “Show” en los clubes nocturno, sin embargo al principio de su llegada a Nueva York, realizó teatro serio y a obra que le abre las puertas aquí se titulaba “Ramón Arepa” del dramaturgo Frank Disla. En este orden está la participación de Rosmery Almonte [boquita] quien, también se ha dado a conocer a través de shows nocturnos y algunos programas de televisión por cable. Almonte se encuentra un poco retirada de la televisión pero ha realizado algunas producciones probando su capacidad en el escenario guiada por el olfato teatral de Waddys Jaquez.
Es justo mencionar aquí la labor de algunos centros comunitarios o de oficinas municipales en el área de Washington Heigths, desde ahí es importante la labor que realiza el actor Domingo Ramos quien desde de Alianza Dominicana ha realizado una encomiable labor de docencia del teatro incursionando también en la realización de varios films. Al campo de la difusión y la producción teatral se acerca Josefina Báez, quien se inicio como bailarina y llego a participar de talleres impartidos por Oscar Chicone, y su Teatro Cuatro, centro que fue la opción de muchos amantes del teatro. Este organizador de festivales de teatro a finales de los años ochenta, vendió su “propuesta Joseph Pat, un multimillonario propietario del Theater Public [Teatro Público], ubicado entre Broadway y Laffayet. El sentido de experimentación con que fue creado el Teatro Cuatro, quedo disperso en otro proyecto cultural en el que lamentablemente ya no podían penetrar, los dominicanos como Josefina Báez ni otros grupos de teatro latinos de la ciudad.
A lo largo de estos años Baez, quien en los últimos anos incursiona en la literatura desde la Tertulia de Daysi Cocco de Filippi, se mantiene realizando diversas actividades vinculadas al teatro y mas que dedicarse a la actuación y la dramaturgia, Baez, se ha destacado como excelente productora y actriz desde un centro creado por ella, conocido como Latinarte. En el campo del teatro, su arte situacional y de performance, intenta recoger la psicología del inmigrante dominicano. Otros nombres circunstanciales pero importantes en el teatro dominicano de Nueva York recogen una experiencia transnacional de vínculos y rupturas con la isla. Es importante aquí el caso de Maitrelli Villaman Matos, también incursionando en la literatura desde las tertulias de De Filippi.
Reciclando
La negativa de Manuel Herrera de que no existe un teatro dominicano en Nueva York está sostenida en lo que el llama la falta de compañías teatrales en manos de dominicanos, y en la ausencia de una dramaturgia producida por dominicanos de aquí, basada en la realidad de la comunidad dominicana o latina de Nueva York. “Es necesario que existan los autores de obras dramáticas y que éstos la creen aquí con materia prima de aquí, y según él, “este engranaje es el nexo mas inmediato para hablar de un teatro dominicano en Nueva York y mientras los actores se vean obligados a buscar en la literatura producida en la República para adaptarlas, no podemos hablar de ese teatro”.Estas declaraciones de Herrera más bien se mueven como critica a las constantes adaptaciones de obras de autores dominicanos de la isla para producir un teatro aquí que armonice en tiempo y espacio con la realidad de los dominicanos aquí. Así entidades como Ollantay Center for the Arts, Bohemia Arte Vivo dando seguimientos a las lecturas abiertas con los autores de teatro dominicano, realizando Festivales de Teatro lograron sentar precedentes. Mostrando a los actores, con lectura de obras de escritores dominicanos, tanto en español como en inglés, como son los casos de Nadime Nader, Fredd Rohan Vargas. La primera con sus obras The traveling Women y The spirit of the sugar Cane y el último con las obras A Fly Kaite, Why the Donkey so stubborn (Por qué los burros son tan testarudos) Quién sabe si, así como la primera obra teatral escrita en el Nuevo Mundo, por Cristóbal De Llerenas y que causara furor en la época.
Unos apuntalamientos necesarios
Por lo pronto el teatro dominicano de Nueva York de estas últimas dos décadas, ya se está enseñoreando desde las manos de dominicanos de aquí y aunque las fuerzas dispersas, no se unifiquen por lo menos se está dando un trabajo en común. Por supuesto todo proceso identificador supone crisis, dudas y rupturas para el posicionamiento tal vez de un teatro dominicano en Nueva York. No será sin embargo hasta tanto los gobiernos dominicanos no permitan la libertad del artista, y no sera hasta que una visión mas allá de la politiquería, el partidarismo y los intereses particulares delinee las relaciones de la isla con la diáspora, con la transnacionalidad, con la comunidad con los artistas. Parte de esta visión quiso levantar el Consejo Consultivo de la Casa de la Cultura Dominicana en Nueva York, organismo que básicamente representativo de un sector que se reunió con el Sec de Cultura, Licenciado Tony Raful y le planteó sus condiciones para entrar, un sector mayoritariamente representativo de la Plástica y del teatro. Este sector se congrego en casa del actor Waddys Jaquez y planteo cosas, una de ellas, que no más representación o participación de los actores y artistas dominicanos de aquí en condiciones de ciudadanos de segunda categoría. No más activistas, artistas o promotores desde dominicana para dirigir o encausar la política cultural hacia los dominican-york. En eso parece estuvo todo el mundo claro. Razón por la cual la gestión del Consejo se propuso e impuso a una persona residente de aquí con práctica teatral y conocimiento mínimo del medio. No obstante, también dentro del mismo sector de los artistas de las tablas, ha sido necesaria una ruptura, una conciencia, unas lealtades. Hasta que el sector no tenga conciencia de su condición, hasta que una dramaturgia dominican-york no se sobreponga a los monólogos, y empinamiento de diosas y dioses de un olimpo fatuo no habrá un teatro dominicano en Nueva York, nadie puede representar a nadie sin los representados.Nadie puede escribir teatro sobre la condicion de emigrantes que los propios emigrantes. No obstante los protagonistas de ese teatro dominicano tendrán que emplearse a fondo en descubrir que no se puede “andar con la casa a cuesta”.No en vano el intelectual cubano Enrique Jose Varona, planteo que no existía un teatro cubano como tal, pues al escribirse en castellano será siempre teatro espanol escrito en Cuba”. Y, bueno, esta bien darse un “paños con pasta” junto a los políticos, acogerse al “dramatismo” y la orfandad de algunos Festivales de Teatro, pero después quedara todo igual, si no se problematiza ese teatro con el lenguaje impuesto, si no hace ajustes en las definiciones de lo nacional, de la frontera, de la transnacionalidad. De modo que la existencia o no de un teatro dominicano en Nueva York seguirá en “veremos”. Y cuidado!!!, que en República Dominicana puede que se tengan que remover algunos escombros para poder hablar de un teatro dominicano en RD.
Bibliografía:
Teatro: Cinco Autores Cubano. Ollantay Press Vol. 1
Entrevistas: Waddys Jaquez, Roy Arias, Manuel Herrera, Mateo Gomez, Josefina Baez,Maite Bonilla
Ollantay theater Magazine( 1995)
The journal of the dramatists guild of America
La Flor de mi secreto: Libreto. Autor Pedro almodóvar
MIRIAM VENTURA
Escritora de Nueva York, es de las fundadora Tertulia Daysi Cocco y del Primer Circulo de mujeres Poetas de la Rep. Dom. Autora de La Casa Nostra, ensayos, Claves para Fantasmas (poemas) Ambas editora Alcance. Poemas de la Noche, Editora Weber. Trópico Acerca de la Noche, Editora Huellas. Publicada en España, Brasil y Venezuela. Editora de La mano News, DYPD. Unico periódico con visión de género de la comunidad dominicana. Premio Rafael Herrera de Periodismo. Directora Ejecutiva de Bohemia Arte Vivo becada por Bronx Council on the Arts. Bajo cuyos auspicio realizó el Primer Festival de Teatro dominicano en el Alto Manhattan, The Beauty Traps, (Las trampas de la Belleza).Ventura tiene inéditos, Graffiti on the sabila, Mal de ojos (un beat),. Se desempeña como Coordinadora del Consejo Consultivo de la Casa de la Cultura.
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