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Archives for April 2019

Felix Berroa

April 17, 2019 By dillon Leave a Comment

FÉLIX BERROA

ASPECTOS ESENCIALES DE LA CONDICIÓN HUMANA

FERNANDO UREÑA RIB

 

 

La pintura de Félix Berroa nos refiere a aspectos que se originan en su concepción de la condición humana. Esos aspectos son esenciales: la mujer, el niño, su entorno.  Utilizándolos como protagonistas, estos personajes son visualizados por Felix Berroa, quien ahora radica en Nueva York, con la expectante necesidad de cambios que contribuyan una óptima valoración.

Desde sus años mozos a Félix Berroa le preocupó con entusiasmo el tema de la niñez. Sus niños de mirada anhelante difícilmente contenían el asombro ante un pájaro, o la lluvia o el denso caserío de los alrededores. Ese niño asombrado ha madurado en sus maneras pictóricas y desde la gran urbe nos devuelve signos de esperanza y de aliento.

Se trata de una pintura que alcanza la plenitud del color y lo trasciende en libérrimas exploraciones cromáticas, en el sólido contraste de bloques de color y sobre todo en una grafía acendrada, que hace resaltar la línea como elemento compositivo.

Celebramos las exposiciones recientes de Félix Berroa y esperamos que pronto pueda mostrar sus obras recientes en el lar nativo.

FERNANDO UREÑA RIB

 

Felix Berroa nació  en San Pedro de Macorís, República Dominicana

1980, Museo del Hombre Dominicano , investigación del folklore, Santo Domingo, República Dominicana

1979-80, del Instituto de Cultura Puertorriqueña, Escuela de Artes Plásticas; , Dibuio y grabado al agua fuerte, San Juan, Puerto Rico

1975-78, Universidad Autónoma de Santo Domingo , Profesorado en Bellas Artes , Santo Domingo, República Dominicana

1970-78, Escuela Nacional de Bellas Artes , Santo Domingo, República Dominicana

1970-72, Centro Nacional de Artesanía , Talla de madera, Santo Domingo, República Dominicana

 

“comencé a dibujar y a tallar piedras y madera comunes durante mi niñez en el los años 60. Al principio, eran rostros, la figura humana, autorretratos, o apenas una muchacha bonita que atraparan mis ojos.

Mi último trabajo ha sido realista, pero durante la etapa pasada de mis estudios en el Escuela Nacional de Bellas Artes, en la República Dominicana, mi trabajo comenzó a transformarse en lo que es hoy.

Mi entrenamiento fue forjado por un equipo de artistas reconocidos de la República Dominicana y Puerto Rico.

En mi arte, deseo que las líneas se marquen definitivamente a fin de enfatizar  las expresiones de nuestra alegría, sueños, y sufrimiento. La idea de esas  líneas pequeñas fue tomada sobre todo de mi trabajo como grabador. Observando los viejos amos de esa disciplina, Durero, Rembrandt, y otros, asimilé la clase de línea que alcanzaban el volumen y la sombra. Me adapté para realzar las expresiones, no solamente en las caras de mis caracteres, pero en sus cuerpos.

Mis personajes son sobre todo mujeres y niños porque dedico mi atención a esos seres humanos considerados omo  la parte más débil de la sociedad. Son realmente el los más tiernos y hermosos, los donantes y los receptores de la vida.

Pinto con frecuencia a mis personajes en alrededores abstractos. Nuestros alrededores diarios pueden ser importantes o insignificantes, buenos o malos, feos, simples, sofisticados, pero los alrededores no definen a sociedad — la gente .

La abstracción se puede alcanzar con cualquier combinación del color, de la composición, y de los materiales, pero los caracteres son vida, experiencia, ‘ viviendo ‘.”

Felix Berroa, Mayo De 2000 

Lea la exposición de PaintingsDIRECT agosto de 2000 que ofrece Felix Berroa.

 

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  • FELIX BERROA
    • Exposiciones  Seleccionadas
    • 1993: Galería Propuesta , Santo Domingo, República Dominicana, cuerpos y pensamiento Ecstasy 
    • 1988: Casa de Francia , Santo Domingo, República Dominicana, cinco leyendas para poner a un niño para dormir con 
    • 1981: Galeria Paiewonski , Santo Domingo, República Dominicana, vida, sueños y muerte 
    • 1980:Galeria Caferelli , Santo Domingo, República Dominicana, Temores (Miedos) Museo de arte Moderno , Santo Domingo, República Dominicana, proceso de las estampillas y otro Museo de la Universidad de Río , Piedras, Puerto Rico e Insituto de Cultura Puertorriquena , San Juan, Puerto Rico, del nuevo y de durar, del Sensual y de otras cosas 
    • 1978: Casa de Teatro , Santo Domingo, República Dominicana, dibujos y arte gráfico 
    • 1967: Ateneo de San Pedro de Macorís , San Pedro de Macorís, República Dominicana, dibujos, pinturas, y esculturas 
  • Exposiciones Seleccionadas Del Grupo
    • 1990: Galería De Arte Del Descubrimiento , Ensenada De la Cañada, NY, Choque De la Cultura 
    • 1989:Castlegouia enarena el coto del punto , la isla larga, NY, multi foro del arte de los medios y el objeto expuesto Galeria de Fine Arte Moderno , Santo Domingo, República Dominicana, XIV bienal de artes finos Museo de artes finos, isla larga, NY, exposición larga del país de Nassau del artista de la isla 
    • 1988: Museo Del Arte Del Islip , Islip, NY, Competición Anual Del Arte 
    • 1984: Museo De Hecksher , Huntington, NY, Demostración Fina Anual De los Artes 
    • 1983: Insituto de Cultura Puertorriquena , San Juan, Puerto Rico, VI bienal de los artes gráficos americanos latinos 
    • 1981: Casa de Teatro , Santo Domingo, República Dominicana, carnaval dominicano 
    • el AÑO 80: Museo de artes hispánicos contemporáneos , York nueva, NY, primero artes gráficos americanos latinos bienales 

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Maria Ugarte

April 17, 2019 By dillon Leave a Comment

SEMBLANZA DE

MARÍA UGARTE

JEANNETTE MILLER

 

 

MARÍA UGARTE

PREMIO NACIONAL DE LITERATURA

 

 

Semblanza de María Ugarte, escrita y leída por Jeannette Miller durante la Premiación Nacional de Literatura en el Teatro Nacional de Santo Domingo, República Dominicana

María Ugarte

Por Jeannette Miller

 

Aunque parezca mentira,  me resulta difícil hablar de María Ugarte.

Quizás por esa proyección inconsciente de mí misma que pudiera ocurrir cuando lo hago. Y es que desde que la conocí, allá al inicio de la década de 1970, una especie de identificación súbita me abrió hacia ese ser humano que ante todo emanaba solidaridad.

La recuerdo en su despacho de El Caribe cuando el periódico estaba en el primer número de la calle El Conde. La brisa del río revoloteándome el pelo cuando entré por primera vez al edificio, y el ruido monótono de la imprenta marcando mis pasos en la escalera. Yo, apenas atreviéndome a empujar la puerta pesada y oscura, con esa inseguridad del que comienza a escribir y no sabe si lo que hace realmente vale la pena.

Entonces, una mujer dinámica y pequeña, de sonrisa espontánea se acercó a recibirme con una gracia natural que derribó mis inseguridades. De pronto, estaba sentada junto a María Ugarte diciéndome que conocía mis versos, interesándose por ellos y pautando la publicación de los que le había llevado para una fecha cercana…

Ella había sido madrina de la Generación del 48, conocía la poesía de Machado, y también a Lorca,  a Neruda,  a Hilde Domin,  a Moreno Jimenes…; sabía de teatro, de música, de historia…; pero ante todo, hablaba de este país como si fuera el suyo, llena de entusiasmo y agradecimiento.

A partir de ese día quedé ligada a ella por un lazo anudado por el respeto y la admiración.

Aun para mí, que venía del mundo vociferante y contestatario de las ideas revolucionarias, encontrar a una mujer que valía por sí sola y que no necesitaba de “coyuntas” para realizar y proyectar su trabajo, era algo impresionante, fuera de lugar.

Los remantes del trujillato mantenían una situación paternalista en que los logros  “contados” de las mujeres eran, “sí, reconocidos”, pero tomados como una “gracia”, como una “excepción”. Todavía no existía la conciencia que hoy tenemos de que la mujer, igual que el hombre, es capaz de participar en los medios productivos con éxito y tiene pleno derecho a ello.

Sin saberlo, María Ugarte se había convertido en una abanderada de este derecho y no porque se lo propusiera, sino porque los resultados de su trabajo, la ubicaban como una figura señera de la investigación, del periodismo, de la preservación monumental, de la promoción de las artes y de la literatura, y, sobre todo,  como una excelente escritora, poseedora de un estilo directo y conciso que se podía apreciar en sus trabajos periodísticos e históricos, y que  en otras ocasiones, echaba mano de las figuras del lenguaje para enriquecer las páginas de la crítica literaria y de artes visuales del periódico en que trabajaba.

Bastaba con haber leído  sus primeros escritos, aparecidos  en  La Nación, entre 1944 y 1945, verdaderas piezas literarias de las que resulta buen ejemplo   El agua en la poesía de Antonio Machado.

Veamos este fragmento:

“Antonio Machado es el poeta de Castilla. Sevillano de origen, apenas es la Andalucía alegre y multicolor la que le inspira, sino la sobria y parda Castilla, la meseta triste y seca, la de héroes y místicos, enjuta y humilde, recia y silenciosa. Castilla no canta: trabaja y sueña.

En sus peñascales, en sus tierras duras – grises en el fondo azul del cielo – crece el tomillo, se esconde el musgo, brota el agua fría. ¡El agua! He aquí el motivo predilecto del poeta: el agua mansa, cristalina y transparente; el agua que corre siempre igual, monótona y diáfana;  el agua hecha lluvia, que golpea los cristales del cuarto del poeta y fertiliza la tierra sedienta y ansiosa; el agua que en chorros, se vierte en la fuente, rítmica y soñolienta.”  

A finales de la década del 70 me tocó trabajar con ella.  Nunca olvido su primera advertencia:  -Óyeme bien, quien escribe para un periódico debe utilizar un estilo claro y directo; las especulaciones y citas bibliográficas se dejan para publicaciones especializadas. Lo importante es que el lector entienda lo que escribes.

Nunca tuvo que repetírmelo.

El trabajo nos fue acercando en afinidades y disidencias, pero ante todo me permitió ir conociendo a fondo las cualidades que todavía la definen: un carácter persistente; una increíble capacidad de trabajo; un esmerado método de organización; una sinceridad desnuda, que a veces puede golpear, pero que se equilibra en su  gran capacidad de solidaridad con los demás.

En ese hablar cotidiano que hemos mantenido desde entonces, y donde muchas veces, a nivel personal, recibí su palabra alentadora,  fui descubriendo detalles de su formación que ella nunca había dado a conocer: había sido alumna de Antonio Machado en su natal Segovia; luego,  de Ortega y Gassett en la universidad de Madrid; allí también fue condiscípula de Julián Marías; también, y producto de la Guerra Civil española, había vivido en la casa de Pío Baroja.

Mientras surgían esas anécdotas yo confirmaba su humildad, una humildad no adoptada ni aprendida, una humildad que era ella misma, María Ugarte, quien no se preciaba de haber conocido a los grandes de la española Generación del 98, ni de haber escrito esto o aquello, ni de haber recibido tal o cual reconocimiento, sino que  siempre hablaba de algo nuevo que tenía que hacer, de proyectos que iniciar, de trabajos que corregir, de libros que prestar… lo que convertía su vida en un constante sembrar y construir, que no le daban tiempo para detenerse en pequeñeces.

Sin embargo, en sociedades como la nuestra donde las verdades forman parte de una nebulosa que toma forma de acuerdo a  intereses inmediatos, cualquier recordatorio sirve para reafirmar ese registro que, contra viento y marea, permanece en la memoria cultural de los pueblos.

María Ugarte nació en Segovia el 22 de febrero de 1914. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid, especializándose en Ciencias Históricas. Allí permaneció como profesora ayudante de la cátedra de Historia Contemporánea de España, que dirigía Pío Zabala y Lera hasta que la sorprendió la Guerra Civil Española.   En 1939 logra salir de su país natal hacia Santo Domingo, donde llega en 1940, después de un peregrinaje a través de la península ibérica y Francia. Ya aquí, su trato con los escritores Vicente Llorens, Jesús de Galíndez, Eugenio Fernández Granell – este último pintor, escritor y músico –  y artistas e intelectuales como José Vela Zannetti, Antonio Prats-Ventós y Constancio Bernaldo de Quiroz, la convirtieron en testimonio vivo del exilio español que pasó por República Dominicana, hasta el punto que hoy se le considera una fuente de primer orden, y sus testimonios forman parte de textos y documentales de proyección internacional.

Paralelamente, Ugarte trabajó investigación histórica  durante la cual descubrió importantes documentos en los Archivos de Bayaguana. Fue miembro de la comisión técnica de publicaciones del Centenario de la República. Fue  Jefe de la división de Archivos, Bibliotecas y Mapoteca de la Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores, y dirigió el Boletín de la Secretaría. En 1948 entró  al periódico El Caribe  donde, a excepción de un intermedio, se mantuvo hasta el  año 2000, cuando ella misma pidió su jubilación. En El Caribe llegó a ser Ayudante del Jefe de Redacción, Directora del Suplemento Cultural, y Directora de Suplementos. Desde allí inició, en 1967, una campaña de divulgación sobre el patrimonio cultural dominicano, su conservación, puesta en valor y restauración, que le mereció una cantidad de premios  y reconocimientos imposibles de mencionar ahora. Entre ellos destacan la  Orden del Mérito Civil en el grado de Comendador, otorgada  en 1986, por el Rey Juan Carlos de España   y   la  Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella en el grado de Gran Oficial, concedida en el   2002, por el Gobierno Dominicano.

En 1948,   motiva a un grupo de jóvenes escritores  a publicar sus poemas en la Página Escolar del periódico. Eran ellos: Lupo Hernández Rueda, Víctor Villegas, Máximo Avilés Blonda, Abelardo Vicioso, Ramón Cifré Navarro y otros,  quienes luego adoptarían el nombre de Generación del 48

Su papel como “madrina “ del grupo, la ubica definitivamente como una personalidad ligada a la crítica y al ensayo. Luego, sus presentaciones de libros y  sus comentarios estilísticos continúan dando seguimiento a las distintas promociones literarias dominicanas. Igualmente, publica  reportajes  donde su estilo directo e impactante recurre  a asociaciones y figuras para poder transmitir los contenidos en toda su capacidad enriquecedora.

Es sabido que en periodismo el reportaje puede alcanzar categoría literaria por el permiso que tiene el autor de proyectar sus puntos de vista y su particular percepción del tema que está tratando. De ahí que muchos escritores de fama universal como Ernest Hemingway, hayan salido de las filas del reportaje periodístico, y novelas locales de gran valor, se hayan iniciado como reportajes; ese es el caso de  Escalera para Electra deAída Cartagena Portalatín

Para apoyar este concepto oigamos parte de un reportaje de María Ugarte, sobre Anadel, la casa que fuera motivo de la novela de Julio Vega Batlle,

“ La casa, un tanto abandonada, despojada al presente de detalles amables y acogedores, atrae, sin embargo, por su excelente ubicación en medio de una vegetación exuberante y de un mar cambiante e imponente. Allá abajo, en la costa,  las palmeras se elevan verticales o se inclinan humildes, dejando que el sol se cuele entre sus troncos, jugando con la sombra de las hojas sobre la fina arena de la playa…

El muelle penetra en el agua de la ensenada, al igual que cuando el joven Trigarthon, el hombre primitivo, la criatura natural y buena, amarraba en sus palos el cayuco, cual si cumpliera un rito sagrado y ancestral.

La misma majestuosidad del paisaje, idéntica sensación de grandeza, igual lujuria de colores, de sonidos y de aromas.”

Y así podríamos seguir mostrando fragmentos de un estilo maestro que trata la cuentística de Juan Bosch, los errores de El Sacrificio del Chivo de Vargas Llosa, las influencias de Fernández de Oviedo y Méndez Nieto en la obra de Gabriel García Márquez, o la poesía  en el estilo narrativo de Manuel Rueda. 

Pero es en sus Estampas coloniales  (1988), narraciones que parten de los datos sobre la vida en Santo Domingo,  aportados por los  cronistas  Gonzalo Fernández de Oviedo y Bartolomé de las Casas,  y de los textos  de Juan Méndez Nieto y Luis Joseph Peguero,  donde la autora consigue un ejemplar manejo del realismo, que en ocasiones recuerda  los mejores niveles de la literatura picaresca. Como en este texto titulado Dieta para una dama apasionada:

“ Doña Isabel de las Varas, una viuda rica de 30 años, miembro de una de las mejores familias de Santo Domingo, era una mujer corpulenta y sanguínea, a quien la abstención sexual provocada por la muerte del esposo, la llevó a un estado de histeria que culminaba en paroxismos tan alarmantes como espectaculares.

Dentro del complejo tratamiento a que fue sometida  – sangrías, sahumerios, garrotazos, friegas internas, pócimas, unturas y jarabes – no podía faltar una estricta dieta capaz de debilitar aquel fuerte organismo que se resistía a sobrellevar la abstinencia sexual. Méndez nieto la ordenó, en tal sentido, que “menorase la comida y el regalo”, permitiéndole comer carne sólo una vez al día y que ésta fuera “ del monte, o de pollo, o ternera, o conejo, o perdiz”.

Excluyó en forma terminante puerco fresco, carnero, gallina y huevos.  Se le prohibieron “todos los mantenimientos que dan mucha sustancia y alimento al cuerpo”. Y para suplirlos se le permitió comer “ lechuga, calabaza, naranjas dulces “ y “ otras hortalizas y frutas ”.

Se le quitó el pan y el vino,  mandándole beber agua y comer cazabe o pan de toda harina,  para que así se le templara la furia y la crianza de la simiente,

“…Pero la parte peor del tratamiento impuesto a la apasionada viuda consistía en … realizar “notable ejercicio” en la huerta de su casa, haciendo el oficio de hortelano y trabajando “hasta que sudase notablemente”.

No era la dama persona acostumbrada a tanto sacrificio que, para ser más eficaz, debería prolongarse  “hasta que la edad la curase”, y le dijo al médico que “vivir con tanto tributo, regla y cuidado” era más “para monjas que para  quienes estaban acostumbrados a vivir, como ella, en tanto regalo”.

A lo que Méndez Nieto le recomendó, como único remedio: casarse de nuevo y volver “al juego del primer marido”.  Con esto, ya no tendría necesidad de más curas, ni más médicos.”

Si el valor de la literatura descansa en el manejo de la palabra, en la consecución de un estilo donde aparecen elementos estéticos, toda la obra de María Ugarte debe considerarse como  literaria.

Al igual que otras personas que tienen la capacidad de incursionar en distintos renglones de la cultura de manera exitosa, a María Ugarte unos la conocen por sus ensayos históricos; otros, como una especialista en arquitectura colonial; y  aunque ciertamente lo es, el nivel de sus  textos en esos renglones agrega a sus condiciones de historiadora e investigadora,  el innegable valor literario de todo lo que escribe

Presentaciones de libros, comentarios críticos, semblanzas y reportajes sobre publicaciones, tendencias y movimientos literarios, en su mayoría dominicanos,   confirman la importancia de una obra que ha trascendido y aportado a  múltiples campos de nuestra cultura, proponiendo la calidad de un estilo, a partir del cual se han formado muchas de las mejores corrientes de la prosa nacional.

Quienes conocemos a María Ugarte también sabemos de su sentido del humor y de su picardía, presentes en una conversación que te atrapa por horas y en la que ella misma te recuerda cuando debe finalizar. Otro de sus logros que inmediatamente impacta es su familia: brillante, ejemplar, en la que destaca como excelente periodista, su hija Carmenchu Brussiloff. Y cómo no mencionar a esos nietos-hijos que la visitan a diario, que se sienten bien con ella, que la tratan como a una amiga…

Porque María Ugarte es eso: una gran amiga, una gran intelectual, una gran mujer, una triunfadora…

Recientemente, la Secretaría de Estado de Cultura la declaró patrimonio viviente de la República Dominicana. Hoy, junto a la Fundación Corripio y nuestros más altos centros de estudio le entrega el Premio Nacional de Literatura, galardón esperado por la comunidad  intelectual dominicana desde hace tiempo.

Y a mí me ha tocado de nuevo el honor de estar aquí, tratando de proyectar su imagen con todo el peso que la distingue.

Por eso  no quiero terminar sin darle las gracias a María Ugarte y sé que muchos de los presentes lo hacen conmigo.

Gracias por su solidaridad, por su orientación, por su entusiasmo.

Gracias, porque con su ejemplo aprendí que ejercer la vocación es la mejor manera de servir a los demás.

Gracias por demostrarme que se puede ser, con éxito, profesional, escritora y madre.

Gracias por enseñarme a vivir en la alegría.

Gracias por ayudarme a ver cada día como un regalo de Dios.

Yo espero que este reconocimiento ayude a que su probidad como ser humano, su verticalidad como persona y escritora, su permanente entusiasmo  y su gran capacidad de entrega a los demás, se conviertan en modelo a seguir por las futuras generaciones de dominicanos.

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Maria Castillo

April 17, 2019 By dillon Leave a Comment

MARÍA CASTILLO

REÍR Y LLORAR, MÁS ALLÁ DEL TEATRO

YNMACULADA CRUZ HIERRO

 

 

Cuando en República Dominicana se piensa en un rostro de teatro uno de los primeros que llegan a la mente es el de María Castillo. Y es que esta verdadera diva criolla de las tablas no ha hecho más que dar todo su talento a este arte. Por lo menos en las últimas tres décadas un escenario ha sido su lugar de trabajo.


Desde temprana edad se visualizó en el teatro, carrera que tomó impulso tras tomar la decisión de irse a Rusia (en el 1977) a estudiar idiomas para luego ingresar al Instituto Estatal de Artes Teatrales Lunacharky. Allí se graduó con honores. Al retornar al país, en 1983, se dedicó por completo a desarrollar su pasión por esta rama artística.


Decenas de obras presentadas le sirven de satisfacción. Para completar un ciclo en su vida, el año pasado se dedicó a realizar una investigación sobre el teatro dominicano en los albores del siglo XXI. Para el presente año 2004 quiere volver al escenario y presentar obras como ‘‘La mano’’ y ‘‘La misiva de Pobosky’’.
Cuando se le toca el tema de la crisis en el teatro no lo encuentra extraño porque esta actividad ‘‘siempre ha funcionado en medio de dificultades’’. Según ella, el teatrista ‘‘es gente que está forjada en la batalla, y de alguna manera, acostumbrada a la situación’’.


Luego agrega: ‘‘No recuerdo que el teatro haya tenido un tiempo de tanta bonanza y de tantos patrocinios. Siempre hago trabajos donde lo principal son los actores, donde lo principal es elemento humano’’.

María Castillo 30 años de historia teatral

La actriz María Castillo tiene muchas historias que contar. Con una experiencia en las tablas de 30 años ha acumulado una vasta experiencia, tanto en la actuación como en la dirección teatral.
El año pasado se dedicó a realizar una investigación sobre el teatro dominicano en los albores del siglo XXI. Fue un trabajo muy agotador en medio de sus funciones como directora de la Escuela Nacional de Teatro. Por eso este 2004 quiere volver al escenario y presentar obras como ‘‘La mano’’ y ‘‘La misiva de Pobosky’’.


Nueva vez María Castillo recibe a reporteros de LISTÍN DIARIO en su casa, para rememorar su historia y su participación en el teatro dominicano. Es mucho lo que hay que contar. Por eso, la actriz aprovechó y fotocopió varias entrevistas con referencia a su trabajo (incluyendo una nuestra) y en medio de cientos de fotografías en blanco y negro, seleccionó unas cuantas para prestárnoslas.
‘‘He contado tanto la misma historia que me adelanté y te guardé esto’’, dice al mostrarnos documentos de su trayectoria. La actriz se ha encargado de recopilar escritos de su carrera y de los demás compañeros. Dice que muy pronto donará su hemeroteca para que otros se encarguen de continuarla ‘‘porque la verdad, ya me siento cansada’’.


Entre los papeles muestra una edición de la revista Eva de 1975, en donde aparece en la portada teniendo apenas 15 años de edad. La periodista Ana Luisa Arias, en ese entonces resaltó que Castillo fue nombrada como ‘‘el monstruo sagrado del teatro’’, luego de participar en la obra ‘‘Los clavos’’.
Al preguntársele sobre el particular expresó: ‘‘A una le da mucho miedo, pues mientras más exageran, más exigen; o sea, esto es a la vez positivo y negativo. Positivo, porque ayuda a superarse para no desfraudar a los que así califican a una, y negativo porque las personas exigen mucho más’’.

Desde adolescente ella estaba consciente del compromiso asumido en la sociedad. Y es que en el tercer año de estudio de teatro ya María había participado en siete obras y había sido dirigida por importantes directores de la época como Félix Lenderborg, René Muñoz, Luis José Germán, Salvador Pérez Martínez y Onix Báez.

A Rusia

En el 1977 dio un paso trascendental en su vida. En ese año se marchó a Rusia (1977) a estudiar idiomas para luego ingresar al Instituto Estatal de Artes Teatrales Lunacharky, en donde se graduó con honores. En 1983 regresó a su patria y se dedicó por completo a trabajar en bien del teatro dominicano.
Desde entonces, ella desarrolló una vida teatral digna y admirable que abarcó la actuación, la dirección, la producción, la enseñanza y, recientemente, la investigación teatral, no para montajes, sino para estudios más desarrollados. También fue de la fundadora del Colegio de Artistas del Teatro (Codearte).
Cuando celebró sus 25 años dijo que para una artista lo más importante era poder mantenerse en su carrera, de una manera permanente. Su discurso no ha variado y cinco años después usa las mismas palabras para hablar sobre sus logros a lo largo de tres décadas de trabajo.

Dos plazas importantes

La actriz contó con la suerte porque justamente con su incursión en las tablas se crearon en el país dos importantes plantas que serían fundamentales para el desarrollo del arte: el complejo de la Plaza de la Cultura, y en ella el Teatro Nacional, y Casa de Teatro.


Eran momentos en que existían muy pocos grupos, y el equipo de especialistas era muy reducido. Pero el teatro ha crecido y Castillo ha sido parte importante dentro del grupo de personas que han hecho camino al andar en este arte, en un país en donde el respaldo económico ha sido mínimo, además de la ausencia de una verdadera política cultural, lo que ha llevado que los teatristas se dediquen a otras actividades.


‘‘La gente de teatro es gente que está forjado en la batalla, y de alguna manera, acostumbrada a la situación. No recuerdo que el teatro haya tenido un tiempo de tanta bonanza y de tantos patrocinios. El teatro siempre ha vivido una realidad difícil; claro, estamos viviendo un tiempo más crítico que antes’’.
En lo últimos tres años el teatro ha abierto una abanico de exposiciones diferentes. Esto abarca el teatro comercial. Hay críticos que no ven bien que se usen figuras de la televisión o que se trabaje un tema que atraiga a un público popular. En torno al planteamiento, María expresó: “Eso lo que hace es hablar muy bien del teatro dominicano como actividad, quiere decir que el teatro ha tenido un desarrollo tal que muchas personas de otro ámbito, como la televisión, y también de la literatura, se han interesado. Eso quiere decir que el teatro ha adquirido como actividad artística de tal importancia que atrae a gente de otros ámbitos’’.
“Esto -añadió- ha permitido que el teatro se convierta en una actividad permanente, y tenemos nuevas salas. El hecho de que mucha gente de teatro viaje o teatristas extranjeros vengan aquí quiere decir que tiene muy buen mercado’’.

Su carrera

Es egresada de la Escuela de Arte Dramático de Bellas Artes, donde cursó estudios de actuación de 1973 a 1976. Durante este período realiza importantes trabajos como actriz en grupos profesionales del país, entre los que se destacan “Los Clavos”, de C. Acevedo (Premio de la Crítica a la Actriz Revelación); “Trevor”, de J. Bowen; “Las Manos de Dios”, de C. Solórzano; “Los Fusiles de la Madre Carrar”, de B. Brecht; “La Morsa”, de L. Pirandello; “Dónde está la señal de la cruz”, de E. O’Neil (con el Teatro de Bellas Artes); “La importancia de Llamarse Ernesto”, de O. Wilde y “Duarte”, de Franklin Domínguez, en el Teatro Nacional…
En el año 1977 viaja a Moscú y en 1983 se gradúa de licenciatura en Artes Teatrales y Maestría en Dirección Teatral. En Moscú se presenta en importantes salas teatrales. Durante este período ingresa a la productora fílmica Moscfilm como voz de sus doblajes al español y actúa en varias producciones cinematográficas de los graduandos del GUIK (Instituto Estatal de Cine de la URSS).


Regresa temporalmente al país en 1981 a realizar su proyecto de tesis dirigiendo el Teatro de Bellas Artes con “La Gaviota” de Chejov y actuando en “Interioridades” de I. García en el Teatro Nacional.
En 1983 vuelve definitivamente reintegrándose al grupo Nuevo Teatro, al cual pertenecía desde 1975, y desde allí inicia su labor docente en el área de la actuación y la dirección.


En 1990 Estados Unidos la invita a participar en el curso ‘‘Las Artes Escénicas en Estados Unidos’’. Desde el año 2000 es directora de la Compañía Nacional de Teatro de la Secretaria de Cultura. En el 2002 recibió el Premio Internazionable Lumiere 2002 de la Unión Nazionale Unitaria Professinale Autori Drammatici e Cinematografici de Italia. Ha ganado premios Casandra y fue fundadora y presidenta del Colegio Dominicano de Artistas del Teatro (CODEARTE). 

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El Abrazo

April 17, 2019 By dillon Leave a Comment

FERNANDO UREÑA RIB

EL ABRAZO

FÁBULAS URBANAS

 

Pasamos aquel día abrazados. Sí, así como suena, casi veinticuatro horas completas. Todo comenzó el sábado a las seis, cuando nos despertamos. Le pregunté, tomándola por los hombros, «¿Qué quieres hacer hoy?» «¡Ay, pasar todo el día así, abrazada contigo!» Desayunamos tomados de la mano y aún para esas cosas tan simples como cortar el pan, ella me seguía con su mano, sin desatarse de mi cuello o poniendo sus brazos alrededor de mi pecho, acariciando mi cabeza y luego se echaba sobre mi regazo todo el día.

Día que se esfumó rápidamente entre caricias lentas, apasionadas y otras dulzuras que no es el caso mencionar. Cuando debió recoger sus cosas y ordenar sus papeles yo la seguí de cerca, rodeándola por la cintura con mi brazo, estrechándola fuerte, besándola y cuando debimos tomar la carretera yo sentía la palma de su mano sobre mi cuello al conducir, o sobre mi muslo y mi pierna derecha que se resistía a acelerar el auto y que hubiera deseado frenar y detenerse en una de esas playas que hay cerca del aeropuerto para zambullirnos y seguir abrazados bajo el agua, viendo los aviones partir el cielo con su radiante línea de bruma.

Pero su avión también partía al final de la noche, así que seguimos abrazados bajo los cocoteros de la isla. Luego, en los ajetreados vestíbulos de las líneas aéreas, ignoramos los llamados urgentes que mencionaban su nombre en los altoparlantes, hasta que los guardianes de inmigración nos separaron. Cuando ella atravesó las puertas de seguridad no se volvió para mirarme. Su avión partió a las seis de esa mañana. Hasta el último minuto quise imaginar su mano sacudirse y decir adiós detrás de los cristales. No regresó jamás. Otro amor la esperaba.

FERNANDO UREÑA RIB

 

LA OBRA DE UREÑA RIB

OBRA PICTÓRICA

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Jose Rafael Lantigua

April 17, 2019 By dillon Leave a Comment

LOS JÚBILOS ÍNTIMOS DE

JOSÉ RAFAEL LANTIGUA

FERNANDO UREÑA RIB

AMANTES. PINTURA AL ÓLEO DE FERNANDO UREÑA RIB

 

 

TRASCENDENCIA DE LA IMAGEN POÉTICA

 

La poesía es, fundamentalmente, imagen. Imagen como propiedad intrínseca de la palabra. Imagen en el antiguo sentido de lo perceptible, de lo que uno puede figurar, oler o palpar sin que la piel o los ojos sean expuesto a la materia que evoca esa palabra o frase poética.

José Rafael Lantigua no solo comprende esa teoría sino que la explora intensamente en su último libro “LOS JÚBILOS ÍNTIMOS”.

La evocación es la sustancia de la que están hechos estos versos. Lantigua escribe afincándose en los estamentos de la memoria, en esos pilares que el poeta simplemente enumera y de cuya enumeración surge en el lector la visión de conjunto:

La risa/la hojarasca/espejo que propaga la certeza

En este sentido su poesía me recuerda la urgencia y eficacia del sistema poético de los Haikus japoneses, donde la simple mención del objeto lo transforma en rememoración poética, y por tanto, en sublime añoranza del paisaje, del tiempo y de todo aquello que perdemos o recuperamos en el breve trayecto de la vida.

Tierra temblor temor

rebote de equinoccios

fragua de ecos

llaga velada

Mi sombra.

Pero como se observa, no se trata de una poesía que se resuelve en la aparentemente simple trilogía de los Haikus. En José Rafael Lantigua la imagen va apareciendo a través de un trayecto que empieza en una infancia amable y distante a la cual él retorna una y otra vez, transformándola siempre, ya sea en el vacío de la ausencia,

Sé que ya no he de volver al lugar donde alguna vez/ pensé que fui feliz

o en una acción que cuenta la muda presencia y el rastro de las cosas

Íbamos descalzos

sobre las piedras sangrantes

 

Vivencial, íntima, apasionada es la poesía que nos ofrece José Rafael Lantigua. Poesía de vigorosas imágenes,  de matices, plena de vibraciones sonoras, de ecos, de sutiles resonancias líricas y sobre todo, una poesía que es asaltada por repentinos fulgores, por el resplandor, a veces abrumante, de los destellos de la memoria.

 

 

FERNANDO UREÑA RIB

 

 

JOSÉ RAFAEL LANTIGUA

“¿Por qué volver al pasado con tanta insistencia, con tanta deleitación,
con tanto disfrute? Sencillamente, creemos nosotros, porque el pasado
nos devuelve a unos sueños, a una etapa de inocencia y virtud, a
esa edad a una tierra que orillan vivamente nuestra humana reali- dad…” José Rafael Lantigua.

Por Ligia Minaya

Un libro es para deleitar, para dejarnos conducir por su autor en caminos trazados a su antojo, para conocer la historia, para recrear el presente, el libro es muchas cosas; pero hay libros que abren surcos en el alma, que a medida que pasamos por sus páginas, unos momentos que creíamos idos para siempre, unas nostalgias que hieren con el sabor dulzón de lo que fuimos y ya no volveremos a ser, nos hacen regresar a un tiempo donde nada se ha perdido porque quedó escrito en Semblanzas del corazón. Carlos Federico, Nelly Marte, Doña Niña, Toní, La Seño, Antonio Rodríguez, Ciprián Hernández, Nino Comprés, Winston Arnaud, solo para citar algunos, nos llegan aquí y ahora para hacer reverdecer la huella con que marcaron nuestras vidas.“Semblanzas del Corazón” es para que no se nos olvide el pueblo en que alguna vez fuimos felices e ingenuos, antes de que la rutina de la gran ciudad nos envolviera. Escrito con el corazón que es donde habita el más ardiente enamorado de los recuerdos. Es la manera en que José Rafael Lantigua nos obliga a hacer un alto en esta carrera de obstáculos que es la vida. Es agua de mayo que empapa el alma. Es bocanada aire fresco en este exilio que a veces amenaza con ahogarnos.

1. ¿Cuántas memorias y nostalgias aguanta tu corazón?

La memoria es elástica, se acorta y se extiende. Juega con nuestros designios y con nues-tros sueños. A veces surge solícita y tenaz, y en ocasiones se evapora o duerme. Pero siempre aparece. Uno cree que la lleva en el caletre, y en verdad está siempre aposentada en el corazón, y el corazón aguanta todo, hasta el delirio.

2. ¿Cuáles vivencias te alberga el Parque Cáceres, La Piscina y El Play de los Padres?

A pesar de que yo era del “pueblo arriba”, el Parque Cáceres, que debió pertenecernos más, era casi siempre sólo un medio de paso para llegar al Parque Duarte, que es donde nos juntábamos siempre la pandilla feliz de los Carlos Minaya, Caquito Rodríguez, Tin Rodríguez, Josecito Carrasco y algunos más. Allí hicimos crecer a un personaje imaginario, “Bustamante”, capaz de las hazañas más portentosas. “Bustamante” era extravagante y en todo era extraordinario. Con “Bustamante” crecieron muchos sueños
en los años ardorosos del bachillerato, que lamentablemente fueron tomando vías distintas e imprevistas, sobre todo cuando la parca irrumpió un 25 de diciembre y se llevó a su hacienda a Carlos y Niño, dejó perdido para siempre en la oquedad mental a tin y afectó por un buen tiempo la salud de Josecito y Caquito. Más que el Parque Cáceres – donde por cierto asistimos a los primeros mítines de la etapa destrujillizadora , siendo nosotros unos imberbes, escuchamos por primera vez a Viriato y su basta ya!, y guarecimos de la lluvia pertinaz, bajo la sombrilla multicolor, la cabeza augusta de don Angel Miolán, en el primer mitin del P R D en Moca – era el parquecito de La Victoria – por supuesto que se refería la victoria trujillista (por cierto que resultó simbólico que en ese parque, a la entrada de la ciudad, a diferencia de los que celebraron la Unión Cívica, el 14 de Junio y el P R D en el Cáceres, fue donde Joaquín Balaguer realizó en Moca su primera manifestación electoral en 1966) El parquecito de La Victoria, con sus “ginas” y sus hazañas amatorias furtivas fue casi un espacio emblemático de aquellos años mozos. La Piscina fue el centro máximo de diversión, tan espaciada entonces, pues la Fiestas se desarrollaban cada dos o tres meses. Guardo como una reliquia una foto junto a Inés Bencosme el día de la inauguración, y allí hicimos la celebración de los mejores momentos de nuestras vidas. Hay varias etapas de La Piscina, todas igualmente memorables. El “play de los padres”, el Oratorio Festivo y luego el Centro Juvenil Don Bosco, fue nuestro habitat por excelencia, desde los años de monaguillo hasta los años de la post-adolescencia cuando cortamos los hilos y partimos del pueblo.

3.- ¿ Cómo te imaginas hoy a los amigos perdidos que rememora en tus
“Semblanzas del Corazón”?

Carlos Federico Minaya, que era uno de mis grandes amigos y vecino, accidentado fatalmente cuando apenas salíamos del bachillerato, ambicionó siempre ser un “prospecto” de los Mets. Era fanático del béisbol y de la buena música – Percy Faith, Benny Goodman, Glenn Miller, Engelbert Humperdink, la “José Reyes” de Papa Molina – gozador de los placeres de la buena parranda y admirador indomable de todas las buenas hembras que pasaban por su lado. Tenía gustos “avanti”, en los tiempos en que no conocíamos muchas cosas. Hoy hubiera sido un glamoroso bon vivant. Niño Gómez fue un genio musical, formador de Losa Herald’s, el conjunto de rock de los inolvidables años setenta en Moca, y que formaban además Finso Pérez, Edito Adames, Enrique Cuevas y donde yo alguna vez hice pininos de cantante. Fue una época feliz sin dudas. Los que se han ido y no
pudieron conocer el futuro, que nos reservó muchas sorpresas, muchas de ellas añoradas o presentidas en nuestros sueños de entonces.

4.- ¿Te has hecho un mundo a la medida?

He construido el mundo de las posibilidades y de los retos. Vengo de un hogar pobre, donde nunca me faltó nada: buena comida, buena ropa, buena educación. Mi mamá era una modista, como se decía entonces, y eso me permitió vestir siempre a la moda. Hijo único, de madre soltera, pude son el esfuerzo sin igual de mi progenitora enrumbar mis metas y mis sueños. Muchos, con mejores posibilidades económicas, hijos de familia de abolengo, no traspasaron el umbral de la calidad, no trascendieron y se hundieron en el cieno de la mediocridad, en el agujero negro de los sin nombre. Yo intenté llegar a puerto seguro, al espacio donde mis talentos surcaran los trillos de la trascendencia. Desde luego, sigo
en eso. Presumo que todavía estoy llegando.

5.- ¿Nosotros, los de entonces, seguimos siendo los mismos?

Desde luego que no. El tiempo, ese gran escultor, como diría Margarita Yourcenar, nos ha cambiado. Es la ley de la vida. La Moca que vivimos ya no es la misma, pero tampoco somos los mismos nosotros. Lo digo en mi libro: “La Moca pretérita que cada día se agolpa en nuestros pensamientos, fue un tiempo de luz, de saber y de molienda virtuosa y límpida, cuyas primicias sirvieron para encausar la estela de nuestras vitalidades”. Pero eso es una añoranza apenas. Ahora, cuando alguna vez caminamos sobre sus calles llenas de fantasmas vivos de nuestra vivencia impetuosa y cálida, no nos reconocemos en nadie, ni nadie se reconoce en nosotros. Nos hemos perdido en las brumas ingrávidas del indetenible discurrir humano. Seguimos siendo solamente los mismos en las memorandas, en los recuerdos, en el grato pasaje común que rememoramos cuando nos encontramos. Pero ahora debemos ser realistas y decir que Moca se nos fue como el viento frío, dejándonos helado el corazón y lleno de ardores memoriosos el sentimiento.

6.- ¿Hasta dónde te crece la esperanza?

Por todos los confines del cuerpo del espíritu. La esperanza ha sido nuestra libertad. Nuestra materia tutelar. Por ella vimos crecer los sueños y hemos hecho la fiesta de la heredad compartida.

7.- ¿Cuánto debes pagar a los salesianos de Moca?

Con los salesianos afiancé mi fe y el sentido de espiritualidad que Norma mis pasos. Fui muy querido por el padre Flores y el monaguillo Predilecto del padre Haus, un sacerdote alemán gigantón que era una masa de pan y una cantera de sabiduría. Comencé a gustar con ellos el teatro y la narrativa, en la inolvidable colección Ardilla y los volúmenes de la Galería Teatral Salesiana. Con el padre Ramón Alonso, hoy rector de la Universidad Católica de Santo domingo, tuve jornadas incesantes de Trabajo religioso que dejaron huellas profundas en mi, sobre todo porque Alonso es un sacerdote de una extraordinaria calidad intelectual. Con el padre Rivas, que sería más tarde Obispo de Barahona, llevé a cabo en mi edad adolescente una interesante tarea de formar jóvenes en los inolvidables cursillos de vida. Yo era la cabeza del grupo dirigente. Y luego con el padre Ibáñez y con el padre Vicente viví la última etapa de mi contacto salesiano, con la irrepetible experiencia fundacional del Centro Juvenil Don Bosco, que sigue existiendo 32 años después de que lo fundáramos junto con un grupo de jóvenes y la asesoría del padre Vicente, fallecido también en un accidente en Moca. Siempre intento pagar esa deuda de gratitud que tengo hacia los salesianos, cuyo carisma está prendido en mis haberes humanos y espirituales. Lo que hago con ellos no tiene ningún sentido hacerlo público. Es tarea callada.

8.- Hablemos de tus libros. Tienes poemas, ensayos, has escrito teatro. ¿Y la novela?

He escrito varios libros, pero son más los que tengo en proyecto. He estado siempre muy ocupado en los menesteres de la sobrevivencia y eso me ha impedido tal vez – puede ser una excusa – hacer lo que quiero en materia de escritura. Quiero presentar el año que viene una obra de teatro, que tengo lista, para recuperar aquella vocación temprana que tuve en mis años adolescente, cuando teníamos un grupo de teatro experimental en Moca y andábamos con Stanilávsky de parranda permanente, sin nadie que nos ofreciera ayuda técnica. Entonces montábamos continuamente piezas teatrales nuestras, especialmente de Frank Rosario y mías, sin que aquello trascendiera la limitada realidad cultural de aquellos tiempos, aun cuando nos presentábamos aquí en la capital, en La Vega y Santiago. Tengo
listo un libro de poemas que publiqué también en año que viene, “Los Júbilos Íntimos”, y otro más que aspiro concursar en algún certamen local. Además, un libro de cuentos que tengo que terminar de pulir, “Papá Mon, la Aldaba de bronce y otros cuentos del barrio”. Antes de que finalice el año Espero poder presentar mi nuevo libro, “Acentos”, de ensayos breves, y se está reuniendo en una editora local los trabajos que he escrito durante
Dieciséis años en Biblioteca. ¿La novela, preguntas? Sí es un proyecto en el que trabajo firme desde hace unos cuatro años. Es la historia de unos Gitanos que llegaron a Moca en los años cincuenta, cuando yo era muy niño, y una historia de amor que se produjo entre un gitano y una muchacha del pueblo que tenía fecha para su boda con su novio de años. No obstante, sigo investigando, aunque llevo ya un par de capítulos listos. Vivo leyendo libros sobre gitanos. en Madrid, el año pasado, adquirí cuantos de gitanos, historias de gitanos, poemas escritos por gitanos. Y ahora mismo estoy leyendo la novela “El Burdel de las Gitanas, de Mircea Eliade. Como ves, es un proyecto que camina. Ya veremos cómo termina la cosa.

9.- “Semblanzas del Corazón!, tu más reciente libro, es más que nostalgias, más que recuerdos, es lágrima que corre silenciosa y llaga el corazón con herida profunda, difícil de cerrar. ¿Eso pretendes?

Tú lo has leído ya y tienes tu propia percepción, como mocana y como conocedora de las vivencias que yo describo. Pero, “Semblanzas del Corazón” es, sobre todo, un homenaje, un cálido y grato homenaje a muchos hombre y mujeres que contribuyeron a nuestra formación humana y social, y que Merecen el testimonio de nuestra gratitud sincera. si al hacerlo, he ofrecido una de las descripciones de la más hermosa y ejemplar mocanidad, que su destino sea producir en sus lectores el recuerdo de tiempos donde manos generosas y sabias, donde actitudes y desvelos de otros nos hicieron crecer hacia nuestros respectivos destinos. El libro lo he escrito yo, pero creo que pertenece a muchos que allí se verán retratados desde lo más hondo de sus sentimientos, y es que no hay mayor delectación que la de volver al pasado, a la etapa de inocencia y virtud en que crecimos, a la tierra que nos marcó siempre.

JOSÉ RAFAEL LANTIGUA

OBRAS

Domingo Moreno Jimenes:
Biografía de un poeta (1976)
Sobre un tiempo de esperanzas.
(Poemas) (1982)
Hacia una revalorización del ideal duartiano (1985)
Semblanzas del Corazón (1985)
La conjura del tiempo. (1994)
El oficio de la palabra. (1995)
Duarte en el ideal (1999)
Islas en el Sol. Antología del cuento cubano y dominicano
(con Francisco López Sacha) (1999)
Buscando tiempo para leer.
Los 10 derechos del posible lector. (2000)
Miroirs de la Caraibe, Douze Poetes de Saint-Domingue (París, 2000)
Semblanzas del Corazón, Memorias y Nostalgias . (2001)

TOMADO DE WWW.ESCRITORESDOMINICANOS.COM

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