JOSEP GAUSACHS
UN CAMINO ENTRE LO BELLO Y LO ESENCIAL
FERNANDO UREÑA RIB
Veintitrés años después de su muerte José Gausachs deja sentir su influencia en las artes plásticas dominicanas, sin dejar de ser para muchos un “gran desconocido”.. JoséGausachs nació en Barcelona en 1889, viviendo por tanto el inquieto mundo del café Els Quatre Gats donde se dijeron y ocurrieron tantos asuntos importantes para el arte del Siglo XX.
Gausachs fue alumno de Felix Mestres y en cierto sentido de Nonell, formándose académicamente en la Escuela de Baixas y en la de La Lonja, adonde también acudía el uruguayo Joaquín Torres García.
Era el tiempo de los debates entre los fauvistas y cubistas y Gausachs pudo hacer algunos viajes a Paris. Luego de recibir una herencia familiar pudo dedicarse exclusivamente a realizar el arte creativo y puro que tenía un mercado limitado y aún no abierto por ser precisamente un arte nuevo. Sus exposiciones de aquel tiempo tuvieron escaso éxito.
Después de iniciada la Guerra Civil Española en 1936, encontramos a un Gausachsdeslumbrado por la diafanidad tropical de Santo Domingo. Aquí trabajó durante años dejando una obra cálida, vibrante y trascendente que hoy se encuentra esparcida por diversas colecciones y países. La Galería de Arte Moderno presentó, el 27 julio de 1977 unas ochenta piezas de este genial artista, al cumplirse 23 años de su muerte.
Sobre la obra de Gausach realizada en Santo Domingo el conocido crítico español Juan Perucho ha dicho:
“El gran artista que fue José Gausachs se pone inmediatamente de relieve y toda la gracia incisiva y perfumada de su arabesco estremece las bancas superficies del papel. En muchos casos se trata de verdaderas obras maestras concebidas como obras de intención totalizadoras. Hay nervio, fuga, pasión arrebatada en el contorno de las cosas y un instinto fabulosamente seguro. La riqueza cromática es sorprendente, instigada tal vez por el mundo palpitante y cálido que Gausachs tenía y contemplaba diariamente.”
Con esa misma chispa vibrante Gausachs tocó casi todo tema pictórico y utilizó casi todo medio plástico. Como maestro, Gausachs “enseñó a ver” a artistas de la talla de Gilberto Hernández Ortega y Clara Ledesma, e incluso a la más joven Ada Balcácer y les hizo conscientes del mundo fascinante, lleno de magia y misticismo de la negritud antillana. Esa idea esencial del arte dominicano, esa poseía secreta que se respira en el Hernández Ortega primero y único y que trasciende de igual modo en la obra de Iván Tovar. Esto es, en suma, un aporte fundamental que hace Gausachs a la plástica dominicana.
Su estilización de la mujer negra está cargada de ritmo interior, sin ser jamás “folklórico” De hecho, una afirmación suya hecha hacia 1952 revela ese sentido: “Muchas veces ni siquiera mirola modelo, solo su presencia me basta y me es necesaria.”! Así Gausachs llega la vibración humana que le produce la presencia del modelo y siente y reproduce otra verdad vital, más profunda y esencial y por tanto más permanente y bella.
La exposición Conmemorativa de Josep Gausachs es un homenaje necesario que nos permite ver reunidas una importante parte de su obra y juzgar la hondura y preciosidad de su vivencia antillana. Las generaciones de artistas jóvenes que se acercan al panorama del arte dominicano actual no podrán dejar de analizar a este maestro formidable del arte universal.
Publicado en el suplemento de artes y letras del Listín Diario el sábado 23 de julio de 1977
FICHA DEL MUSEO
Nació en Barcelona en 1889 y murió en Santo Domingo en 1959.
Estudió en la Escuela de Baixas y en la Escuela de Bellas Artes de Llotja de Cataluña. Terminado sus estudios Gausachs marchó a París. En Montparnasse, donde bulle la revolución de los “ismos”, se instala Gausachs en estrecha convivencia con los más conocidos artistas de entonces: Modigliani, Gagallo, Utrillo, Juan Gris, de Chirico, Foujita, Picasso, Marquet, Braque, Marc Chagall. En este ambiente vivificante y estimulante, Gausachs se nutre de la savia renovadora latente y un espíritu inquieto y curioso. Participa en todos los movimientos artísticos que se producen. Así del impresionismo pasa al cubismo, al dadaísmo, al surrealismo, al expresionismo, al neo-expresionismo.
Cuando el General Franco ganó la guerra, Gausachs decidió nuevamente abandonar España, llegando a la Republica Dominicana en 1940 tras haber pasado por la experiencia de estar prisionero junto a sus hijos en un campo de concentración en Francia.
Fue nombrado profesor de la Escuela Nacional de Bellas Artes desde su fundación, y en 1946 fue designado Sub-Director de la Academia Estatal Dominicana.
Según expresa Jeannette Miller en su libro “Arte Dominicano, Artistas Españoles y Modernidad: “José Gausachs Armengol, fue, entre todos los artistas españoles exiliados , la figura más importante para la plástica dominicana. Su integración al país fue total y su enseñanza, determinante en las generaciones artísticas que lo siguieron”. “A lo largo de los casi 20 años que vivió en Santo Domingo, José Gausachs se convierte en el gran maestro del arte dominicano. Su integración se llevó a cabo a través de la absorción de los elementos étnicos, geográficos y culturales que definen el país. La negritud, como factor del arte moderno de principios de siglo , fue una condición que Gausachs trabajó en sus pinturas y dibujos; igualmente la luz tropical que excedía la mera captación de la realidad y se convertía en símbolo, iluminando sus paisajes donde la naturaleza casi selvática y el mar omnipresente juegan un papel determinante”.Notas tomadas del MUSEO BELLPART