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Artists

Josep Gausachs

April 16, 2019 By dillon Leave a Comment

JOSEP GAUSACHS

UN CAMINO ENTRE LO BELLO Y LO ESENCIAL

FERNANDO UREÑA RIB

 

Veintitrés años después de su muerte José Gausachs deja sentir su influencia en las artes plásticas dominicanas, sin dejar de ser para muchos un “gran desconocido”.. JoséGausachs nació en Barcelona en 1889, viviendo por tanto el inquieto mundo del café Els Quatre Gats donde se dijeron y ocurrieron tantos asuntos importantes para el arte del Siglo XX.

Gausachs fue alumno de Felix Mestres y en cierto sentido de Nonell, formándose académicamente en la Escuela de Baixas y en la de La Lonja, adonde también acudía el uruguayo Joaquín Torres García.

Era el tiempo de los debates entre los fauvistas y cubistas y Gausachs pudo hacer algunos viajes a Paris. Luego de recibir una herencia familiar pudo dedicarse exclusivamente a realizar el arte creativo y puro que tenía un mercado limitado y aún no abierto por ser precisamente un arte nuevo. Sus exposiciones de aquel tiempo tuvieron escaso éxito.

Después de iniciada la Guerra Civil Española en 1936, encontramos a un Gausachsdeslumbrado por la diafanidad tropical de Santo Domingo. Aquí trabajó durante años dejando una obra cálida, vibrante y trascendente que hoy se encuentra esparcida por diversas colecciones y países. La Galería de Arte Moderno presentó, el 27 julio de 1977 unas ochenta piezas de este genial artista, al cumplirse 23 años de su muerte.

Sobre la obra de Gausach realizada en Santo Domingo el conocido crítico español Juan Perucho ha dicho:

“El gran artista que fue José Gausachs se pone inmediatamente de relieve y toda la gracia incisiva y perfumada de su arabesco estremece las bancas superficies del papel. En muchos casos se trata de verdaderas obras maestras concebidas como obras de intención totalizadoras. Hay nervio, fuga, pasión arrebatada en el contorno de las cosas y un instinto fabulosamente seguro. La riqueza cromática es sorprendente, instigada tal vez por el mundo palpitante y cálido que Gausachs tenía y contemplaba diariamente.”

Con esa misma chispa vibrante Gausachs tocó casi todo tema pictórico y utilizó casi todo medio plástico. Como maestro, Gausachs “enseñó a ver” a artistas de la talla de Gilberto Hernández Ortega y Clara Ledesma, e incluso a la más joven Ada Balcácer y les hizo conscientes del mundo fascinante, lleno de magia y misticismo de la negritud antillana. Esa idea esencial del arte dominicano, esa poseía secreta que se respira en el Hernández Ortega primero y único y que trasciende de igual modo en la obra de Iván Tovar.  Esto es, en suma, un aporte fundamental que hace Gausachs a la plástica dominicana.

Su estilización de la mujer negra está cargada de ritmo interior, sin ser jamás “folklórico” De hecho, una afirmación suya hecha hacia 1952 revela ese sentido: “Muchas veces ni siquiera mirola modelo, solo su presencia me basta y me es necesaria.”! Así Gausachs llega la vibración humana que le produce la presencia del modelo y siente y reproduce otra verdad vital, más profunda y esencial y por tanto más permanente y bella.

La exposición Conmemorativa de Josep Gausachs es un homenaje necesario que nos permite ver reunidas una importante parte de su obra y juzgar la hondura y preciosidad de su vivencia antillana. Las generaciones de artistas jóvenes que se acercan al panorama del arte dominicano actual no podrán dejar de analizar a este maestro formidable del arte universal. 

Publicado en el suplemento de artes y letras del Listín Diario el sábado 23 de julio de 1977

 

 

 

FICHA DEL MUSEO

 

Nació en Barcelona en 1889 y murió en Santo Domingo en 1959.
Estudió en la Escuela de Baixas y en la Escuela de Bellas Artes de Llotja de Cataluña. Terminado sus estudios Gausachs marchó a París. En Montparnasse, donde bulle la revolución de los “ismos”, se instala Gausachs en estrecha convivencia con los más conocidos artistas de entonces: Modigliani, Gagallo, Utrillo, Juan Gris, de Chirico, Foujita, Picasso, Marquet, Braque, Marc Chagall. En este ambiente vivificante y estimulante, Gausachs se nutre de la savia renovadora latente y un espíritu inquieto y curioso. Participa en todos los movimientos artísticos que se producen. Así del impresionismo pasa al cubismo, al dadaísmo, al surrealismo, al expresionismo, al neo-expresionismo.
Cuando el General Franco ganó la guerra, Gausachs decidió nuevamente abandonar España, llegando a la Republica Dominicana en 1940 tras haber pasado por la experiencia de estar prisionero junto a sus hijos en un campo de concentración en Francia.
Fue nombrado profesor de la Escuela Nacional de Bellas Artes desde su fundación, y en 1946 fue designado Sub-Director de la Academia Estatal Dominicana.
Según expresa Jeannette Miller en su libro “Arte Dominicano, Artistas Españoles y Modernidad: “José Gausachs Armengol, fue, entre todos los artistas españoles exiliados , la figura más importante para la plástica dominicana. Su integración al país fue total y su enseñanza, determinante en las generaciones artísticas que lo siguieron”. “A lo largo de los casi 20 años que vivió en Santo Domingo, José Gausachs se convierte en el gran maestro del arte dominicano. Su integración se llevó a cabo a través de la absorción de los elementos étnicos, geográficos y culturales que definen el país. La negritud, como factor del arte moderno de principios de siglo , fue una condición que Gausachs trabajó en sus pinturas y dibujos; igualmente la luz tropical que excedía la mera captación de la realidad y se convertía en símbolo, iluminando sus paisajes donde la naturaleza casi selvática y el mar omnipresente juegan un papel determinante”.

Notas tomadas del  MUSEO BELLPART

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Carlos Acero Ruiz

April 16, 2019 By dillon Leave a Comment

CARLOS ACERO RUÍZ

PASIONES DEL ARTE

 

 

PASIONES DEL ARTE
De aquí y de allá

CARLOS ACERO RUÍZ

En el Museo de Arte Moderno seis artistas dominicanos presentan la colectiva “Orden del día”, en la cual indagan diversas situaciones de la existencia

Los resultados de la pasada versión del Concurso León Jiménes merecen ser ponderados y analizados con cautela. Varios hechos resultaron evidentes, siendo el más significativo la gran cantidad de premios que recayeron sobre la fotografía. En contraposición, la pintura no logró conquistar ningún galardón. Si bien la pintura en nuestro país tradicionalmente ha recibido una mayor atención, otros soportes se están adueñando de los espacios.

La colectiva “Orden del día”, que se presenta en el Museo de Arte Moderno (MAM), es un buen ejemplo de esto. En esta muestra participan seis creadores dominicanos, tres hombres y tres mujeres, los cuales presentan afinidades y diferencias, estableciendo un discurso abierto, desafiante, nada conformista y que permite lecturas alternativas. Un hecho importante que debemos destacar es que tres de ellos pertenecen a la diáspora: Elia Alba (1961), Iliana Emilia (1970) y Nicolás Dumit Estévez (1965) residen en los Estados Unidos. Mientras que Raquel Paiewonsky (1969), Miguel Ramírez (1966) y Mario Dávalos (1978), en Santo Domingo. Todos ellos pueden ser catalogados dentro de la generación del noventa, salvo el caso de Dávalos a quien por su reciente incursión en el arte, lo ubicaríamos más dentro de la generación de fin de milenio.

Prácticamente el denominador común de estos artistas lo constituye el hecho de que fueron formados inicialmente en la Escuela de Diseño de Altos de Chavón, salvo Elia Alba, quien realizó todos sus estudios en Nueva York, y Miguel Ramírez, egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes.

El concepto curatorial de esta colectiva está sustentado en la “experimentación y en asuntos de nuestro tiempo “, tal y como lo indica la curadora Paula Gómez. lliana Emilia se vale de una serie de formularios comerciales de gran tamaño para expresar una gran carga emotiva, la cual comparte con el espectador a través de varios textos que a pesar del lenguaje directo empleado, lamentablemente no todos llegan al público, y mucho menos a los no iniciados en el arte contemporáneo, los cuales se sienten desconcertados frente a estas provocadoras obras. De todos los impresos el que contiene los “Horarios de trabajo” es realmente delicioso y alcanza una gran dosis expresiva.

La obra “La bandera”, de Nicolás Dumit Estévez, explora conceptos de una nueva identidad para los dominicanos que se han radicado en los Estados Unidos. El artista establece un interesante nexo entre Betty Ross y María Trinidad Sánchez, a quienes se les atribuye la confección de la primera bandera americana y dominicana respectivamente, extendiendo el mismo a su propuesta de un nuevo símbolo patrio para este singular grupo de emigrantes.

El novel creador Mario Dávalos hace una rápida transformación entre Jesucristo y Ernesto Guevara, mejor conocido como el Che, y la acompaña de dos vídeos y cinco fotografías en blanco y negro de grandes formatos. Las creaciones fotográficas superan en calidad y contenido a la video creación propuesta por el artista, la cual encontramos poco amena y un tanto efectista, apoyada en una musicalización que en nada favorece la lectura de la misma.

Miguel Ramírez se adentra también en el campo de la experimentación con fotografía, vídeo y piezas tridimensionales con cualidades sonoras. Si bien el aspecto fotográfico es empleado como soporte en la pieza “Judas”, apreciamos grandes deficiencias técnicas y sobre todo facturales que debieron ser cuidadas por el artista en esta gran cantidad de imágenes que recuerdan a un paredón de fusilamiento. En la obra “Ausentes” -sonata- Ramírez retoma su enorme capacidad expresiva, desafiando los sentidos del espectador. En “Memorias de Ulises” nos reencontramos con el ceramista en una instalación cargada de simbolismos, en la cual el autor introduce con gran efectividad el elemento autobiográfico, con un lirismo y una dinámica que la convierten en una de las piezas más atractivas de la colectiva.

Elia Alba nos deleita nuevamente con sus vídeos en los que se destacan rostros humanos fotografiados y transferidos sobre textiles, los cuales la artista convierte en una especie de almohadillas que flotan sobre diversos fluidos. Esta especie de cojines se mueven de forma lenta sobre cristalinas aguas en las que la creadora establece distintos significados, sobre todo en lo concerniente al espacio ocupado por los seres humanos en la convulsa sociedad en que nos ha tocado vivir. De igual forma Alba explora con grandes posibilidades la connotación del desplazamiento en estas obras.

La ubicación privilegiada de la obra de Raquel Paiewonsky en el centro de la sala nos permite apreciar su singular instalación titulada “Levitando: a sólo un pie”, conformada por cincuenta pares de pies realizados con cera de abejas y suspendidos dentro de finas medias de nylon, prácticamente a ras del suelo. Al acercarnos a tan impactante pieza nos permite percibir la delicada fragancia del material empleado para la confección de la misma, y en la cual se simula a la epidermis humana.

El fragmento es nuevamente utilizado por Paiewonsky en estas partes identificables del cuerpo humano contenidas dentro de este material expansible e identificable como complemento del vestuario femenino. Esta obra a pesar de exhibir cierta quietud permite suponer la sensación de un futuro movimiento que aproximará las extremidades a tierra firme, y cuando esto se produzca cada uno podrá inventar su propia historia.

  Una opiniónSegún Sara Hermann: “El proyecto ‘Orden del día’ se enmarca dentro de los espacios de reflexión en torno a la creación nacional contemporánea que pretendemos auspiciar desde el MAM. Su propio título, que juega con la idea de breaking news alert y cosas por hacer, nos posiciona, por sugestivo, en estado reflexivo. (…) La idea de visceralidad, del planteamiento desde el intestino grueso, nos remite y condiciona al re-planteamiento de lo aprendido. Estos artistas establecen diversas relaciones con su realidad y medio. En casos antagonizan, establecen puntos de vista contestatarios, responden; en otros potencian los campos de contestación del fenómeno cultural. Es una muestra de individualidades (…) que en la sociedad dominicana contemporánea cobran más trascendencia día a día”.

TEXTO DE CARLOS ACERO RUÍZ


 

Carlos Acero
Premios, Distinciones y Reconocimientos

2001 • Mención de Honor del 2do Concurso Fotográfico de las Américas, Casa de Teatro, Santo Domingo, Rep. Dominicana

1999 • Premio de Adquisición de la XXI Bienal Nacional de Artes Visuales, Museo de Arte Moderno, Santo Domingo, Rep. Dominicana.

1999 • Nominado por la Asociación Dominicana de Críticos de Arte (afiliada a AICA-UNESCO) al premio “Mejor labor de crítica de arte en medios de comunicación”, Santo Domingo, Rep. Dominicana.

1996 • Finalista del III Concurso Prats-Ventós de Escultura, Centro Cultural Hispánico, Santo Domingo, Rep. Dominicana.

1995 • Mención de Honor del Concurso de la Casa Fotográfica Wifredo García y del Concurso Anual de Fotografía Artística de Casa de Teatro, Santo Domingo, Rep. Dominicana.

1995 • Primer Premio del Concurso de fotografía del Centro Cultural Hispánico (España y la República Dominicana: La cultura de una relación), Santo Domingo, Rep. Dominicana.

1994 • Premio “Votación del Público” en la categoría de escultura en la XIX Bienal Nacional de Artes Visuales, Museo de Arte Moderno, Santo Domingo, Rep, Dominicana.

1993 • Mención de Honor, Concurso Anual Fotográfico de Casa de Teatro titulado “Los Duendes”, Santo Domingo, Rep. Dominicana.

1977 • Primer Premio de Escultura, IV Concurso Nacional Estudiantil de Arte, Santo Domingo, Rep. Dominicana.

1975 • Mención de Honor en Pintura, II Concurso Nacional Estudiantil de Arte, Santo Domingo, Rep. Dominicana.

1972 • Mención de Honor en pintura del Concurso Infantil Internacional “La Paz Mundial”, Bologna, Italia.

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Hilma Contreras

April 16, 2019 By dillon Leave a Comment

LA ESPERA

HILMA CONTRERAS

Premio Nacional de Literatura

 

HILMA CONTRERAS

LA ESPERA

Como no contestó, una mano cálida la sacudió por las rodillas. Entonces gruñó:

—Vete a dormir y déjame tranquila.

Pero la mano se alargó en una caricia. Josefina se indignó.

—¿Te has quedado a dormir para eso? Se van a dar cuenta, ¡vete!

La otra se tendió en la cama con medio cuerpo sobre Josefina, cuyos músculos se contrajeron defensivamente.

—¡Déjame! Te digo, Lucía, que me dejes.

Lucía rió en sordina.

—Eres cobarde, pero estás loca por abandonarte a las caricias de mis manos.

—Baja la voz, te van a oír… No es verdad, ¡lárgate!

Josefina se revolvió en la cama. Todo aquello era nauseabundo. Al sentir los labios carnosos sobre su vientre tuvo un acceso de ira. Con los dedos furiosos tirando de los cabellos de Lucía para desprendérsela de encima, dijo amenazante:

—Si no te largas ahora mismo, grito. ¿Me oyes? Voy a gritar con todas mis fuerzas.

—No lo harás… Tú le temes demasiado al ridículo para armar un escándalo —se burló la otra—. Tamaña cara pondrían tus hermanos si te vieran en cueros…

Volvió a reír echándole a la cara su aliento de tabaco. Tenía formas hombrunas, casi corpulentas. Comprendiendo que en semejante forcejeo llevaba las de perder, Josefina se inmovilizó de repente, un nudo en cada fibra. La mujer se sintió aliviada y comenzó a acariciarla ávidamente, a restregarse, a besarla. De pronto, se detuvo:

—¿Qué te pasa? ¿Estás muerta?… Tonta, no sabes lo que te pierdes… O es que… Habla ¡Hay un hombre en todo esto! ¡Idiota!

En el apartamento de enfrente hicieron luz. El hueco de la ventana se recortó luminoso sobre la pared detrás de la cama. Lucía murmuró ásperamente:

—Mira lo que has hecho. La vieja María nos ha oído… Esa maldita nunca duerme.

Luego, dulcificando la voz, agregó:

—¿De verdad no quieres que duerma contigo? Un hombre no es mejor, Josefina, créeme.

En el cuadro de luz de la pared apareció la sombra de una cabeza. Llena de susto, la joven replicó desfalleciente:

—Oh, por favor…

—Sí, tonta, me marcho. Yo tampoco quiero escándalo, pero no tardarás en llamarme, estoy segura que me llamarás porque no podrás conciliar el sueño después que mis manos te han tocado. Esperaré… Ven tú a mi cuarto, allí no podrá oírnos la escofieta ésa.

Masculló unas cuantas groserías más antes de escurrirse mal­humorada fuera de la habitación. Casi al mismo tiempo la vecina apagó la luz y fue de nuevo el silencio. Pasaron unos minutos. Un gato maulló cerca, repercutiendo su reclamo en la inmovilidad de Josefina. Entonces se dio cuenta de que los latidos del corazón martillaban todo su cuerpo. Se viró boca abajo. Como le resultó insoportable el contacto tibio de la cama, decidió levantarse. Después de correr el pestillo de la puerta que daba a la habitación contigua, se dirigió temblorosa al cuarto de baño. Abrió la ducha en la oscuridad. El agua fría le arrancó un gemido, pero a medida que le penetraba en la sangre le fue calmando poco a poco el temblor. Chorreante, se acercó al botiquín y encendió la luz. Al cabo de unos segundos de contemplación, sonrió jubilosamente a la turgente juventud de su pecho reflejado en el espejo mientras decía:

-Te los guardaré puros, Amor, aunque sólo nos encontremos en un mundo mejor.

 

OBRAS:

Cuatro cuentos (1953), Doña Endrina de Catalayud (1953), El ojo de Dios: cuentos de la clandestinidad (1962), La tierra está bramando (1986), Entre dos silencios (1987), Facetas de la vida (Cuentos y minicuentos) (1993).


Nació en San Francisco de Macorís, 8/12/1913. Narradora, ensayista y educadora. Hija del prestigioso médico Darío Contreras y Juana Castillo. Fue alfabetizada en París, ciudad europea donde residió su padre entre 1914 y 1920 mientras se especializaba en cirugía. De regreso al país, en 1920, in-gresa al colegio de señoritas Ercilia Pepín en Santiago de los Caballeros a cursar la educación primaria, pero en 1925 sus padres se trasladan nuevamente a Francia donde completa la educación secundaria y se matricula en La Sorbona diplomán-dose en Estudios de Francés Avanzado. En 1932 se inscribe en el Instituto Arqueo-lógico de París el cual abandona en 1933 para retornar a San Francisco de Maco-rís. Desde su retorno en 1933 hasta 1942 vive y desarrolla sus actividades intelec-tuales y laborales entre San Francisco de Macorís, Santiago de los Caballeros y Santo Domingo, ciudad esta última donde se estableció su residencia en 1942. En 1949 se gradúa de licenciada en filosofía en la Universidad de Santo Domingo. Fue Secretaria de Primera Clase y Traductora de la Misión Francesa en República Dominicana (1946-1962) En 1963, a raíz de la muerte de su padre, permanece tres años en Francia, pero en 1966 se reintegra a sus labores diplomáticas en la Embajada de Francia hasta 1975. Desde entonces ha vivido en su pueblo natal, distanciada de los círculos literarios y escribiendo en silencio. El  inicio de su ca-rrera literaria data de 1937 cuando Juan Bosch le publicó los cuentos “Tarde de cristal” y “Los buenos se van” en el periódico Listín Diario. Tres años después pu-blica una serie de relatos en el diario santiaguero La Información, a los que siguen otros en periódicos de Santo Domingo. En 1953 publicó su primera colección de cuentos titulada Cuatro cuentos y una década después El ojo de Dios: cuentos de la clandestinidad. 25 años después (1986) dio a la publicidad su primera y única no-vela, La tierra está bramando y en 1987 su tercer volumen de relatos, Entre dos silencios. Algunos de sus textos narrativos, especialmente el relato “La espera” han sido incluidos en antologías literarias nacionales y extranjeras tales como El cuento de Santo Domingo, de Sócrates Nolasco. Combatidas, combativas y combatientes, de Daisy Cocco De Filippis. Antología del cuento dominicano, de Diógenes Céspedes y Dos siglos de literatura dominicana, de José Alcántara Almánzar. También ha colaborado con los periódicos Hoy, Listín Diario y El Caribe. Pese a su limitada producción su prosa sencilla, testimonial, y ocasionalmente poética, la sitúa entre las narradoras dominicanas contemporáneas más importantes. En el 2002 recibió el Premio Nacional de Literatura, convirtiéndose así en la primera mujer dominicana reconocida con dicho galardón.

BIBLIOGRAFIA ACTIVA


CUENTO.
 Cuatro cuentos. Ciudad Trujillo: Editora Stella, 1953. El ojo de Dios: cuentos de la clandestinidad. Santo Domingo: Ediciones Brigadas Dominicanas, 1962. Entre dos silencios. Santo Domingo: Editora Taller, 1987. Facetas de la vida. Santo Domingo: Editora Taller, 1993.
NOVELA

La tierra está bramando. Santo Domingo: Biblioteca Nacional, 1986.
ENSAYO: Doña Endrina de Calatayud. Ciudad Trujillo: Impresora Arte y Cine, 1955.

BIBLIOGRAFIA PASIVA

Alcántara Almánzar, José. “Hilma Contreras”, en  Dos siglos de literatura dominicana (S. XIX-XX). Santo Domingo: Colección Sesquicentenario de la Independencia Nacional, 1996: 65-67. | Azcarate, Graciela. “Historia de familia: la familia Contreras Castillo.” Hoy [Isla Abierta], 3 de marzo, 2002: 21-23. | Cabrera, Fernando. “Hilma Contreras”, en De los Santos, Danilo-Fernández Rocha, Carlos. Este lado del país llamado el norte. Santo Domin-go: Comisión Permanente de la Feria Nacional del Libro, 1998: 364. |  Céspedes, Dióge-nes. “Hilma Contreras”, en Antología del cuento dominicano. Santo Domingo: Editora de Colores, 1996: 55-59. | Cocco De Filippis, Daisy. “Hilma Contreras”, en Combatidas, combativas y combatientes. Santo Domingo: Editora Taller, 1992: 109-128. | Cocco De Filippis, Daisy. “Hilma Contreras”, en Para que no se olviden: The lives of Women in Dominican His-tory. New York: Ediciones Alcance, 2000: 88-97. | Cocco De Filippis, Daisy. Documents of Dessidence. New York: Cuny Dominican Studies Institute, 2000: 95-103. | Corniel, Zaida. “A Hilma Contreras.” Listín Diario [Ventana] 3 de febrero, 2002.| Corniel, Zaida. “A Hilma contreras: Un silencio cortante.” Listín Diario [Ventana] 17 de febrero, 2002.| Diccionario enciclopédico dominicano. Vol. 1. Santo Domingo: Sociedad Editorial Dominicana, 1988: 134. | Esteves, Carmen C. y Paravisini-Gebert, Lizabeth. “Hilma Contreras”, en Green Cane and Juicy Flotsam. New Jersey: Rutgers University Press, 1991: 68-72. | Fenwick, M. J. “Hilma Contreras”, en Writers of the Caribbean and Central América. New York & London: Garland Publishing, 1992: 1253. | García Romero, Rafael. “Perfil y valores narrativos de Hilma Contrearas.” [A]hora 1241 (11 de febrero, 2002): 48-49. | Gerón, Cándido. “Hilma Contreras”, en  Diccionario de autores dominicanos 1492-1994. 2da. ed. Santo Domingo: Editora Colorscan, 1994: 156. | Guerrero Martínez, Donald. “Hilma Contreras” Hoy, 3 de marzo, 2002: 15. | Herdeck, Donald E. ” Hilma Contreras”, en Caribbean Writers: A Bio-bibliographical-Critical Encyclopedia. Washington, D. C.: Three Continental Press, 1979: 690. | Lantigua, José Rafael y López Sacha, Francisco. “Hilma Contreras” en Islas en el sol: antología del cuento cubano y dominicano. Ediciones Unión-Ediciones Ferilibro, 1999: 242-246. | Lebrón de Anico, Rosa. “Hilma Contreras: primera mujer Premio Nacional de Lite-ratura.” Listín Diario, 3 de febrero, 2002. | Miller, Jeannette. “A propósito de Hilma Con-treras.” Hoy [Isla Abierta] 3 de marzo, 2002: 7. | Molina Morillo, Rafael. “Hilma Contre-ras”, en  Personalidades dominicanas 1993. Santo Domingo: Molina Morillo y Asociado, 1993: 133. | Nacidit Perdomo, Ylonka. “Hilma Contreras: Entre dos silencios”, en Libertad, creación  e identidad. Santo Domingo: Universidad Autónoma de Santo Domingo, 1991: 191-196. | Nacidit-Perdomo, Ylonka. “Hilma Contreras”, en Catálogo de escritoras. Santo Domingo: Stanley Gráficas, 1999: 34-36. Nacidit-Perdomo, Ylonka. “Hilma Contreras: La George Sand dominicana.” Listín Diario, 27 de enero, 2002. | Nacidit-Perdomo, Ylonka. “Hilma Contreras, la verdadera.” Listín Diario [Ventana] 10 de febrero, 2002.” | Nadal Nolasco, Juan. “Hilma Contreras y Juan Bosch.” El Caribe, 6 de marzo, 2002. | Nolasco, Sócrates. “Hilma Contreras” en El cuento de Santo Domingo. Santo Domingo: Biblioteca Nacional, 1986: 53-62. | Olivier, Maritza “Hilma Contreras”, en Cinco siglos con la mujer dominicana. Santo Domingo: Amigo del Hogar, 1975: 111. | Rosario Candelier, Bruno. “Hilma Contreras: el aliento emocional de una cuentística”, en Valores de las letras domini-canas. Santiago de los Caballeros: Universidad Católica Madre y Maestra, 1991: 263-267. | Sosa, José Rafael. “Hilma Contreras, su desconocida labor literaria.” El Nacional, 5 de julio, 1996. Sosa, José Rafael. “Hilma Contreras, una vida entre dos silencios”, El Nacional, 3 de febrero, 2002. Stengre, Carmen. “Hilma Contreras”, en Mujeres dominicanas. Ciudad Trujillo: Editorial el Diario, 1943: 45-49. | Vega, Máximo. “La pasión según Hilma Contreras.” El siglo [Cultura]  24 de junio, 2000: 2E.

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Leopoldo Maler

April 15, 2019 By dillon Leave a Comment

PROVOCADORA Y PUNZANTE IRONÍA EN LA OBRA

LEOPOLDO MALER

FERNANDO UREÑA RIB

LA obra de Leopoldo Maler se distingue por su poderosa capacidad provocadora. El objeto creado por este artista dominicano y universal (de origen argentino), es el pretexto para disuadir, informar y llamar la atención sobre realidades aparentemente inocuas, pero altamente peligrosas en la sociedad contemporánea.

Maler utiliza el arte como un arma subversiva, o al menos, como un Ágora, como un espacio crítico, abierto, de participación y discusión. La intención  es que el espectador responda, que tome una posición, que reflexione sobre el asunto propuesto. Y logra su objetivo.

Recuerdo la primera vez que me enfrenté a la poderosa obra de Maler en el entonces recién inaugurado Hotel Jaragua. La dimensión enorme, la estridencia cromática y la dureza de la imagen contrastaban con la apacible quietud y la magnificencia de los corredores del hotel. Podríamos haber llamado cualquier cosa, menos decorativa, a aquellas piezas monumentales de gallos emplumados, decapitados y salpicados de roja resina acrílica. No era posible pasar frente a esos cuadros sin volver la cabeza, sin detenerse y tratar de explicarse la verdad subyacente en las imágenes de Maler.

En un mundo constantemente bombardeado por la información, la obra de Maler muestra un perfil irónico, aturdidor a veces, que da frecuentes latigazos a lo convencional y a la mediocridad y que traslada al espectador la responsabilidad del acto creativo. Para Maler contemplar no tiene sentido si no induce a la acción o, por lo menos, a un cambio de actitud.

Después de recorrer un itinerario alrededor de ciertos conceptos los derrumba, regresa al tema del ambiente ecológico y realiza extensos montajes que apuntan a un sistema simbólico, siempre  en una escala monumental.

Fernando Ureña Rib

METROBOLISMO

La ciudad de San Juan fue el escenario de un espectacular evento o “Performance” creado por el artista argentino Leopoldo Maler – uno de los creadores latinoamericanos más reconocidos en el mundo entero. Prosiguiendo con su serie de Metáforas Visuales, Maler concentró 120 automóviles de tres colores – blanco, rojo y amarillo – en tres puntos separados de la ciudad, guiando sus itinerarios a través de una estación de radio, desde un helicóptero que sobrevoló la zona.

Se tomaron fotografías cada 30 segundos para documentar la interacción de los colores como muestra de la asimilación e integración en las grandes ciudades.

El evento se tituló METROBOLISMO y tuvo lugar el domingo 25 de abril en el marco del Simposio Internacional de Escultura auspiciado por la Universidad de Puerto Rico. Maler requirió de la colaboración de 30 propietarios de carros blancos, otro tanto de carros rojos y amarillos.

Cada participante fue obsequiado al final de la performance con una obra gráfica del artista valorada en $1,000.
Para contactar a Leopoldo Maler: [email protected]

 

LA VACA SAGRADA DE LEOPOLDO MALER

Un curioso episodio otorgó a la noche inaugural el marco adecuado para comprender en su totalidad los verdaderos alcances de la muestra. Decididos a realizar una performance durante la noche de la inauguración -entre otras que estaban programadas- Marta Minujin y Leopoldo Maler se acercaron al museo vestidos con esmoquin blanco y una careta de vaca, escoltando a una pareja que bailaba tango, a una persona con un grabador que introducía la música para los bailarines y a una simpática vaca Holando-Argentina. El desfile fue interrumpido rápidamente por un guardia de seguridad que los obligó a retirarse con violentas amenazas de llamar a la policía.

Lo que resulta curioso es la forma en que la historia parece repetirse, aun a pesar de las retrospectivas que intentan una aproximación crítica a los fenómenos.

Out of Actions incluye documentación de una performance de Felipe Ehrenherg, A Date with Fate at the Tate, en la que se ve a Ehrenberg en la puerta de la Tate Gallery de Londres con motivo del Simposio sobre destrucción en el arte de 1966, tratando de explicar a los guardias que él es una obra de arte, hasta que es expulsado del lugar.

El hecho permite reflexionar hasta qué punto una performance sigue siendo hoy en día un evento sospechoso y temible cuando no ha sido prevista en un programa o no está domesticada colgando de las paredes de un museo. Tal vez esta “travesura” de Minujin y Maler no hace sino poner en evidencia el costado más nefasto de la muscificación y el más revelador de la performance. Sólo nos resta preguntar ¿Formará parte esta performance de Out of Actions-Part II?

TOMADO DE LA REVISTA LA MAGA

LEPOLDO MALER

Nació en la Argentina en 1937, donde obtuvo un título en derecho.  En 1961, se fue a Londres en donde vivió por más de 17 años.  Allí, pone en práctica sus ideas de combinación de medios diversos, integrando las películas en la escultura y en sus montajes.

Trabajó en proyectos para la BBC y dentro de este marco, él obtendrá en 1964, con el Festival Cinematográfico de Londres, un premio por una película corta considerada como la película más sobresaliente del año.

Maler  ha expuesto sus obras alrededor del mundo:  En el Centro George Pompidou,  de París, y representó a la Argentina en XlV Bienal internacional de artes del Sao Paulo donde obtuvo el Gran Premio.  En 1977, Maler recibió una beca de la Fundación Guggenheim y permaneció en Nueva York hasta 1983, año en que llegó a ser el primer rector de la escuela de los Artes Parson (división América Latina, Santo Domingo).Allí instaló una residencia para artistas, por la que pasaron numerosos plásticos argentinos, como Perez Celis y Pablo Ovelar, y de otros países latinoamericanos. Ha incursionado en pintura, diseño, video, cine y otras expresiones.

Desde finales de la década del 60, la obra de Leopoldo Maler se desliza entre el teatro, la danza y las artes plásticas. La muestra exhibe documentación de Crane Ballet (1971), obra en la que tres hombres “danzan” en las alturas conducidos por sendas grúas que determinan sus movimientos aéreos de acuerdo con una estricta coreografía diseñada por el autor, Maler ya había inducido la colaboración entre bailarines y maquinarias en una obra anterior, X-lT(l969). En 1971, y previo aun a Crane Ballet, Maler había presentado Silence, una proto-videoinstalación en la que una enfermera (real) cuidaba una cama sobre la que se proyectaba un filme con la imagen de una anciana enferma.

Leopoldo Maler es  uno de los fundadores (en 1988) de la Fundación de Arte contemporáneo de Napa, una organización que desarrolla nuevas ideas en artes y la educación en sociedad con las universidades de Berkeley, de San Francisco y de Sonoma.
Su obra está representada en los museos más grandes y en colecciones privadas importantes, entre los cuales el museo de Tamayo de México, el Museo de Hess en California, etc.  Se invitó a Maler que creara un monumento para los juegos olímpicos de Seul, y construyó más recientemente un ambiente para la ciudad de Madrid, elegida como el capital cultural de Europa.

En esta ocasión, Maler recibió la orden artística del mérito dada por el alcalde de Madrid.  Actualmente, prepara una serie de los nuevos proyectos incluyendo un espectáculo en Trieste, que consiste en la acopio en los varios océanos latinos de América para crear una pieza que sea al mismo tiempo artística y ecológica.

En este momento, Leopoldo Males tiene su estudio principal en el Este de la República Dominicana, en una aislada aldea de pescadores. Viaja con frecuencia entre Miami,  San Francisco y  Buenos Aires.

 

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Elsa Nunez

April 15, 2019 By dillon Leave a Comment

LA NOSTALGIA EN EL UNIVERSO INTIMISTA DE

ELSA NÚÑEZ

FERNANDO UREÑA RIB

Elsa Nuñez pinta la Nostalgia. Es decir, la personifica y hace de ella su protagonista primordial. Hay un aire decimonónico en sus óleos, de figuras femeninas ataviadas a la usanza de antaño, que nos traen la añoranza de un mundo misterioso y de una época serena en la que todavía eran posibles la poesía y el romance incondicional y fiel.  “Y eran una, y eran una sola sombra larga…” habría dicho de estas pinturas el poeta colombiano Asunción Silva. Porque ese espíritu poético de alguna manera yace en el trasfondo de estas imágenes. Los drapeados, el organdí, la seda y un pañuelo sediento de lágrimas se esconde en esas manos alargadas. A veces un collar o un rosario enfatizan la longitud del cuello, o enaltecen la nobleza de la mirada.

Una esencia, un perfume grato brota de estos lienzos y de pronto, usted cree escuchar los sones de una canción olvidada. Entrevemos las sales y la recámara que es plausible en el sepia de algunos vetustos retratos de familia. Ese discurrir en el pasado se hace presente y vivo en las pinturas de Elsa Núñez y es ella misma quien está allí bajo el ala discreta el sombrero, detrás del velo y la mantilla, y es ella quien sostiene con donaire el abanico que la refresca del calor de los trópicos.

Esto en cuanto al tema, porque Elsa Nuñez logra soluciones plásticas propias para presentarlo en el marco de las abstracciones del paisaje o de visiones fugaces y evanescentes que enfatizan la presencia de un mundo emotivo interior intenso y dramático. Pañuelos, abanicos y tocados completan la escena en la que casi es posible adivinar el perfume que emanara de aquellas damas de donaire y atractiva presencia. Fina estampa. 

Pero Elsa Nuñez no se detiene innecesariamente en el adorno ni en el detalle. Es la intensidad de la mirada y el remoto silencio que ella encierra lo que nos transporta a su mundo  interior, rico en alusiones, reminiscencias y matices.

FERNANDO UREÑA RIB


 


Elsa NúñezSanto Domingo, República Dominicana, 1943)

Estudia filosofía en la Universidad Autónoma y arte en la Escuela nacional de Artes Plásticas de su tierra natal, y en España, en la Academia de San Fernando. Expone en el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid y en el Museo de las Casas Reales y el de Arte Moderno de Santo Domingo. En 1979 obtiene el premio Independencia de Cultura otorgado por la Embajada y la Casa de España; y posteriormente el Gran Anacaona de Oro por su labor en la plástica dominicana.
Combina la abstracción con lo figurativo, pone especial énfasis en imágenes de corte expresionista. Una de sus características más recurrentes es la acentuación del negro en sus trazos con el fin de dramatizar la forma humana, especialmente la femenina. Mujeres abandonadas, envueltas en atmósferas nostálgicas y desvalidas, son el pretexto para poner en evidencia una situación femenina que debe ser modificada. El soporte de este trabajo pictórico es el dibujo y la textura del color.

Elsa Núñez nos invita a ser testigos de escenas cargadas de una intencionalidad no solo artística sino también social.
Elsa Núñez contempla el mundo en diferentes aspectos, quiere situarlo en sus interioridades, conferirle un significado poético. Esa visión se siente a través de la presencia de los seres humanos.

Pero, aparte del tratamiento estilístico tan diversificado, la pintura contemporánea evoca la figura según distintos contextos: la realidad, cotidiana que forzosamente aborda en un momento la temática social y ambiental concreta, incluyendo avances y problemas de la tecnología, vivencias puramente internas e imaginarias que “surrealizan” la atmosfera y trastocan sus elementos, actitudes y personajes prácticamente perennes, quienes se entregan a tareas fundamentales, fuera de un tiempo preciso, o, en su expresión corporal alegórica, transmiten la perennidad del símbolo. Esas últimas propuestas responden a los planteamientos de Elsa Núñez cuando plasma la figura humana.

Marianne de Tolentino. En el tríptico de la exposición Elsa y su universo, Madrid, España, 1970.

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