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dillon

Jose Alcantara Almanzar

April 17, 2019 By dillon Leave a Comment

FÁBULAS URBANAS

FERNANDO UREÑA RIB

JOSÉ ALCÁNTARA ALMÁNZAR

 

 

Un artista, cualquiera que sea su oficio, sabe que existen vasos comunicantes entre las artes. Tal vez por eso resulte tan difícil dedicarse al ejercicio de una de ellas sin establecer al menos un vínculo con alguna otra, sin haya ese trasiego de dúctiles materiales que adoptan expresiones distintas según el hilo conductor que las transmita. En el Renacimiento, época de artistas ecuménicos, hallamos claramente ese nexo que une la poesía con la pintura y a ésta con la ciencia. Miguel Angel, por ejemplo, era poeta y escribió sonetos a Victoria Colonna. A su vez, Leonardo da Vinci tenia una visión del mundo poblada de intuiciones filosóficas.

Más cerca en el tiempo, encontramos escritores con una respetable obra en musicología, como el caso de Alejo Carpentier, autor de una historia de la música en Cuba y un delicioso libro de artículos que tituló Ese músico que llevo dentro. Afición parecida vemos en el novelista checo Milán Kundera, que posee brillantes ensayos acerca de la música, en especial la de su compatriota, el compositor Leos Janacek, y su Improvisación en homenaje a Stravinski”. También tenemos el caso, entre nosotros, poco común por cierto, de un magnífico pianista que, como Manuel Rueda, fue también un escritor excepcional que revolucionó nuestras letras.

El nombre de Fernando Ureña Rib representa, en la República, el ejemplo del artista universal, dotado de una curiosidad inagotable y de un versátil dominio de varias artes. Él se mueve plácidamente en el mundo de las líneas y colores de donde surgió, pero mantiene un constante diálogo con otras que le resultan indispensables y que enriquecen su quehacer intelectual. Exquisito dibujante y pintor, es también escultor, crítico literario, narrador, con una sólida formación adquirida bajo la guía de su maestro Jaime Colson, en la Escuela Nacional de Bellas Artes, donde se graduó como profesor de dibujo en 1968, y luego en estudios realizados en España. Completó su formación con abundantes lecturas, de las que tenemos noticias en sus escritos, en los que a veces asoman un Benedetto Croce o un José Ortega y Gasset, y por supuesto, su figura tutelar, el inolvidable poeta Pedro Mir, con el que mantuvo un diálogo permanente hasta su muerte en el año 2000.

Estamos, pues, ante un pintor que se distingue, entre los de su generación, por su diestro manejo de varios lenguajes artísticos. Nacido en la Romana en 1951, ha tenido una trayectoria ascendente desde su primera exposición individual en 1973. Su pintura, de la es imprescindible decir algunos rasgos antes de pasar a su narrativa, se caracteriza por la belleza formal y el predominio de una serenidad entroncada en la tradición clásica, por el refinado erotismo y la espontánea sensualidad de sus desnudos, por el movimiento incesante de sus figuras femeninas y los juegos luminosos que dan a sus claroscuros ese sello tan personal que poseen, por su maravilloso cromatismo de esencias antillanas, por la magia, en fin, que se desprende de sus lienzos y que sin intermediarios ni explicaciones de ninguna índole, seducen al espectador desde el primer momento, debido a su carga onírica, la ternura de sus rostros suaves y la perfección anatómica de los cuerpos que pinta.

El mundo figurativo de Fernando Ureña Rib está emparentado con la gran pintura universal de todos los tiempos. Recuérdense sus mordaces rostros grotescos de los años ochenta, en los que prevalece un propósito desacralizador y burlón que remite al orbe esperpéntico de Goya, tan bien asimilado por Fernando Ureña Rib mientras estudiaba en España. No es difícil tampoco advertir en sus cuadros la rigurosa formación recibida en Santo Domingo, sus referencias al mundo colsoniano, así como al de otros maestros de la plástica nacional que como Ada Balcácer y Domingo Liz, entre otros, con consumados dibujantes y coloristas.

Fernando Ureña Rib presenta ahora una nueva faceta de su obra, el libro titulados Fábulas urbanas, en el que plasma una serie de imágenes en forma narrativa. El propio artista dice, en el pre-texto de su obra: “Intuyo entonces que el arte de escribir y el de pintar no son lejanos, quizá porque los dos tomen como punto de partida la riqueza y la fuerza de una imagen”. Esta confesión es clave para comprender el perfil narrativo del pintor, para quien “el arte es un elevado y complejo acto de creación que consiste en la comunicación de las imágenes que pueblan el mundo interior del artista.”

Uno se siente tentado a preguntarse de inmediato “Por qué ha escogido el término “fábulas”? Éstas, en la preceptiva literaria, son ficciones alegóricas de las cuales derivamos una enseñanza. ¿Quién no leyó, en sus años de estudiante, alguna de Esopo, cuya sencillez encierra siempre una aleccionadora moraleja? En las de Ureña Rib hay mucho de imaginación y de invención, pero se afincan en la realidad interior de su hacedor, que no busca dar lecciones si se queda en la simple anécdota, sino que invita al lector a descubrir lo que está oculto en las palabras.

Los treinta y dos relatos que integran la obra Fábulas urbanas son por lo general breves y están conectados entre sí por la figura del pintor, convertido en protagonista o en narrador-personaje que atraviesa las páginas del libro con mirada sorprendida, dejándose atraer por los detalles de su entorno, donde descubre las grandezas de la vida. La presencia frecuente de un personaje como Aura, simboliza la otredad buscada o deseada que completa su universo.” Aura, la muchacha que está esperándote en el umbral viene del otro lado de las montañas, tiene la piel del ébano y huele a lluvia y a café, ” leemos en el relato titulado “Trópico”.

La ciudad como personaje –Santo Domingo o Miami, poco importa- es un amasijo caótico tortuoso que desasosiega al autor, pero que esto no puede prescindir de él. La ciudad ejerce en Fernando un poder tan determinante como lo tuvo en Italo Calvino para quien “Las ciudades, como los sueños, están construidos de deseos y de miedos” o para Alejo Carpentier, eterno enamorado de La Habana; o la fatalidad que el poeta Constantino Cavafis atribuye a su Alejandría natal: “No encontrarás otro país ni otras playas,/llevarás por doquier y a cuestas tu ciudad; / caminarás las mismas calles,/ envecerás en los mismos suburbios / encanecerás en las mismas casas,/ Siempre llegarás a esa ciudad; /no esperes otra, / no hay barco ni camino para ti./ Al arruinar tu vida en esta parte de la tierra, /la has destrozado en todo el universo”.

Fernando encuentra en la urbe un inmenso arsenal de situaciones y hechos para fabricar sus historias. Son relatos fluidos, concisos, bien contados, sensuales, plásticos en su concepción y desarrollo y en los que están presentes los cuerpos, los abrazos y el placer sensorial que experimentamos bajo la lluvia (“Celajes”).

Son narraciones falsamente cotidianas, con su toque de misterio y de caricias (“El Abrazo”) y las alusiones al desquiciamiento de la ciudad o al oficio de pintor (“Trópico”), “Vientos del Norte, Vientos del Sur”, “La vida es tan simple”). La ciudad es la cabeza de la hidra, donde las noticias locales, el café con leche, los balcones y el puerto, se mezclan con cierta absurdidad kafkiana o tienen un trasunto de alguna escena de Hitchcock, por el espanto que provocan las aves que sobrevuelan demasiado cerca del espectador (“La torre vigilada”).

Abundan las imágenes que revelan el oficio primigenio del autor: “El sol parecía una torta de maíz o una rojiza e inmensa yema de huevo” (“La porteña”); “los campos eran rojos de amapolas y al pie de las montañas el sol enrojecía el viejo caserón” (“La toscana”); “azul intenso (…) verde esmeralda o ambarino(…), gris tumultuoso” (“Adriana en su laberinto”); “Intenso azul (…) manchas blancas” (“Historia cíclica de la felicidad”). Pero hay también impresiones auditivas, táctiles u olfativas que redondean este mundo sensorial: “envuelto en los olores de la capital (…), nos castigaba un olor de cerveza derramada” (“El hombre de Otavalo”).

La recurrente imagen de la biblioteca, así como las numerosas referencias intertextuales, indican el diálogo continuo del autor con pensadores diversos. Las menciones se presentan como algo esencial y no como simples citas librescas o fuegos artificiales del saber. A veces Freud, Nietzsche o Lacan permiten reflexiones sobre el suicidio, el amor y la muerte, o el trazado de personajes complejos y atormentados (“La porteña”)

Sin embargo, estas situaciones, en apariencia lejanas y con sabor a otros países, no desdibujan el perfil antillano del autor ni disminuyen ese deslumbrante vigor de sus historias, esa especie de mirada sobre sí mismo y el oficio de pintar. Ahí están, palpitantes en su memoria el barco que “quedó varado en el puerto de Sánchez” el hombre “que tomó el tren a San Francisco y los recuerdos de Nagua, Pimentel, Cotuí, Castillos (“El hombre de Otavalo”); el hacinamiento de los tugurios de Villa Juana, el ruido de la Duarte con París, el Teatro Atenas y el Parque Enriquillo, auténticos emblemas de la parte alta de la ciudad (La bola de cristal): “La hora roja de la tarde”, Sabana Perdida, los haitianos (“El búfalo de Villa Mella”); la doméstica embrujada por la oferta de uso extranjeros que intentan conquistarla para trabajar como “camarera” en Francia, Italia, Grecia, Holanda, y ella acepta porque se da cuenta de que su destino ha cambiado (“La salamandra”).

El relato más extenso del libro, “La vindicación de Omar”, reúne características que oscilan entre el informe policíaco y la ficción, a la manera de Borges. El mito, la reelaboración de la historia y la reflexión filosófica convergen en una narración que revela la vena novelística del autor y su cuestionamiento de los supuestos consagrados por la Historia. Resulta sorprende la coincidencia de este relato, escrito antes del 11 de septiembre de 2001, con los hechos ocurridos en la ciudad de Nueva York aquel trágico día. El propio autor, sorprendido de su hallazgo, confiesa que ” En estos días se me hizo evidente que el arte y la literatura, como ejercicios puros de la imaginación, son asaltados por atisbos de premonición. Uno de mis textos más ambiciosos, La vindicación de Omar, No está libre de augurios:”

El informe de John García, mayor de una brigada de rescate de Nueva York, luego del arresto y posterior enjuiciamiento de Joachim S. Bennazar y Nathán Cirineo de Gaza en un parque de Brooklyn, la noche del 13 de diciembre, ´”bajo la acusación menor de inicar una hoguera ilegítima en áreas públicas” es un pretexto para indtroducir una larga reflexión sobre las mentiras de la Historia, el Islam, el fanatismo religioso, y un testimonio sobre el cataclismo social escenificado en las torres gemelasd de la capital del mundo: “Ahora eres tú mi juez, al pie de estas torres gemelas cuya destrucción ansío tanto como la mía”.

Igual que en Memorias de Adriano y Opus nigrum de Marguerite Yourcenar, o más recientemente el Manuscrito carmesí de Antonio Gala, novelas extraordinarias en las que ambos escritores cuentan, con palabras nuevas, las grandezas y miserias del pasado, nos enfrentamos, en Fábulas Urbanas – guardando las distancias de lugar- con un severo juicio de la Historia y los tortuosos laberintos del poder político. “La historia siempre es falsa” y “el hombre político es siempre un actor” leemos en las páginas de este relato apasionante. La “cruel economía de la guerra” alimentada con sutiles falacias, nos aplasta. La religión “El arma más peligrosa de la historia” , es la causante de numerosos desastres. Poder y sumisión basada en el miedo son palabras que resumen el curso de la historia a través de los siglos. Por último, la revelación que que la muerte “te llegará en una gran ciudad, el último día del penúltimo siglo, pero no la verás. Una enorme explosión y un ruido de voces y de luces ahogarán tu último suspiro.”

En este relato Ureña Rib reelabora, en términos literarios, las consecuencias de la ceguera religiosa y política y el horror de la guerra, asuntos que han dominado a la humanidad desde la Antigüedad hasta nuestros días. La explosión final es una metáfora de irracionalidad más absurda, por encima de todas las contribuciones del conocimiento, los aportes de la ciencia y la belleza de la poesía. De ese modo, el autor nos conduce, por pasadizos inextricables, al encuentro con la escandalosa realidad del mundo contemporáneo.

Antes de concluir, permítanme expresar mi gratitud al pintor y expresar mi gratitud al pintor y escritor y amigo. Hace casi veinte años, Fernando ilustró generosamente Las máscaras de la seducción, libro hoy agotado, como casi todos los míos. Era una colección de cuentos cuya irreverencia captó muy bien el artista en sus dibujos a plumilla. Por ello le quedé siempre agradecido, pero no había podido reciprocarle el gesto. Hace sólo unas semanas, Fernando cedió la diapositiva de un cuadro suyo, “El perdón”, para el libro de Ida titulado El Amor todos los días, que acaba de salir. Estoy , pues, más que contento de ser un orgullos padrino de la obra que hoy ponemos en circulación y de servir de enlace entre ésta y el público, a través de estos breves comentarios.

La lectura de Fábulas urbanas , de Fernando Ureña Rib, depara al lector momentos de verdadero placer estético, al mismo tiempo que le pondrá en contacto con el mundo interior del artista, cuya riqueza es sólo comparable con la de su universo pictórico . Recibamos, pues, esta obra con los brazos abiertos, confiados en la maestría del autor para manejar imágenes entrañables que redescurbren un mundo conocido.

Abundan las imágenes que revelan el oficio primigenio del autor: “El sol parecía una torta de maíz o una rojiza e inmensa yema de huevo” (“La porteña”); “los campos eran rojos de amapolas y al pie de las montañas el sol enrojecía el viejo caserón” (“La toscana”); “azul intenso (…) verde esmeralda o ambarino(…), gris tumultuoso” (“Adriana en su laberinto”); “Intenso azul (…) manchas blancas” (“Historia cíclica de la felicidad”). Pero hay también impresiones auditivas, táctiles u olfativas que redondean este mundo sensorial: “envuelto en los olores de la capital (…), nos castigaba un olor de cerveza derramada” (“El hombre de Otavalo”).

La recurrente imagen de la biblioteca, así como las numerosas referencias intertextuales, indican el diálogo continuo del autor con pensadores diversos. Las menciones se presentan como algo esencial y no como simples citas librescas o fuegos artificiales del saber. A veces Freud, Nietzsche o Lacan permiten reflexiones sobre el suicidio, el amor y la muerte, o el trazado de personajes complejos y atormentados (“La porteña”)

Sin embargo, estas situaciones, en apariencia lejanas y con sabor a otros países, no desdibujan el perfil antillano del autor ni disminuyen ese deslumbrante vigor de sus historias, esa especie de mirada sobre sí mismo y el oficio de pintar. Ahí están, palpitantes en su memoria el barco que “quedó varado en el puerto de Sánchez” el hombre “que tomó el tren a San Francisco y los recuerdos de Nagua, Pimentel, Cotuí, Castillos (“El hombre de Otavalo”); el hacinamiento de los tugurios de Villa Juana, el ruido de la Duarte con París, el Teatro Atenas y el Parque Enriquillo, auténticos emblemas de la parte alta de la ciudad (La bola de cristal): “La hora roja de la tarde”, Sabana Perdida, los haitianos (“El búfalo de Villa Mella”); la doméstica embrujada por la oferta de uso extranjeros que intentan conquistarla para trabajar como “camarera” en Francia, Italia, Grecia, Holanda, y ella acepta porque se da cuenta de que su destino ha cambiado (“La salamandra”).

El relato más extenso del libro, “La vindicación de Omar”, reúne características que oscilan entre el informe policíaco y la ficción, a la manera de Borges. El mito, la reelaboración de la historia y la reflexión filosófica convergen en una narración que revela la vena novelística del autor y su cuestionamiento de los supuestos consagrados por la Historia. Resulta sorprende la coincidencia de este relato, escrito antes del 11 de septiembre de 2001, con los hechos ocurridos en la ciudad de Nueva York aquel trágico día. El propio autor, sorprendido de su hallazgo, confiesa que ” En estos días se me hizo evidente que el arte y la literatura, como ejercicios puros de la imaginación, son asaltados por atisbos de premonición. Uno de mis textos más ambiciosos, La vindicación de Omar, No está libre de augurios:”

El informe de John García, mayor de una brigada de rescate de Nueva York, luego del arresto y posterior enjuiciamiento de Joachim S. Bennazar y Nathán Cirineo de Gaza en un parque de Brooklyn, la noche del 13 de diciembre, ´”bajo la acusación menor de iniciar una hoguera ilegítima en áreas públicas” es un pretexto para introducir una larga reflexión sobre las mentiras de la Historia, el Islam, el fanatismo religioso, y un testimonio sobre el cataclismo social escenificado en las torres gemelas  de la capital del mundo: “Ahora eres tú mi juez, al pie de estas torres gemelas cuya destrucción ansío tanto como la mía”.

Igual que en Memorias de Adriano y Opus nigrum de Marguerite Yourcenar, o más recientemente el Manuscrito carmesí de Antonio Gala, novelas extraordinarias en las que ambos escritores cuentan, con palabras nuevas, las grandezas y miserias del pasado, nos enfrentamos, en Fábulas Urbanas – guardando las distancias de lugar- con un severo juicio de la Historia y los tortuosos laberintos del poder político. “La historia siempre es falsa” y “el hombre político es siempre un actor” leemos en las páginas de este relato apasionante. La “cruel economía de la guerra” alimentada con sutiles falacias, nos aplasta. La religión “El arma más peligrosa de la historia” , es la causante de numerosos desastres. Poder y sumisión basada en el miedo son palabras que resumen el curso de la historia a través de los siglos. Por último, la revelación que que la muerte “te llegará en una gran ciudad, el último día del penúltimo siglo, pero no la verás. Una enorme explosión y un ruido de voces y de luces ahogarán tu último suspiro.”

En este relato Ureña Rib reelabora, en términos literarios, las consecuencias de la ceguera religiosa y política y el horror de la guerra, asuntos que han dominado a la humanidad desde la Antigüedad hasta nuestros días. La explosión final es una metáfora de irracionalidad más absurda, por encima de todas las contribuciones del conocimiento, los aportes de la ciencia y la belleza de la poesía. De ese modo, el autor nos conduce, por pasadizos inextricables, al encuentro con la escandalosa realidad del mundo contemporáneo.

Antes de concluir, permítanme expresar mi gratitud al pintor y expresar mi gratitud al pintor y escritor y amigo. Hace casi veinte años, Fernando ilustró generosamente Las máscaras de la seducción, libro hoy agotado, como casi todos los míos. Era una colección de cuentos cuya irreverencia captó muy bien el artista en sus dibujos a plumilla. Por ello le quedé siempre agradecido, pero no había podido reciprocarle el gesto. Hace sólo unas semanas, Fernando cedió la diapositiva de un cuadro suyo, “El perdón”, para el libro de Ida titulado El Amor todos los días, que acaba de salir. Estoy , pues, más que contento de ser un orgullos padrino de la obra que hoy ponemos en circulación y de servir de enlace entre ésta y el público, a través de estos breves comentarios.

La lectura de Fábulas urbanas , de Fernando Ureña Rib, depara al lector momentos de verdadero placer estético, al mismo tiempo que le pondrá en contacto con el mundo interior del artista, cuya riqueza es sólo comparable con la de su universo pictórico . Recibamos, pues, esta obra con los brazos abiertos, confiados en la maestría del autor para manejar imágenes entrañables que redescubren un mundo conocido.

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Jose Cestero

April 17, 2019 By dillon Leave a Comment

HUMOR E IRONÍA EN LAS PINTURAS

JOSÉ CESTERO

Fernando Ureña Rib

 

OBRA DE JOSÉ CESTERO

 

CESTERO Y LAS ANDANZAS DEL QUIJOTE

 

 

EN LA VIII FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO

 

 

 

Las andanzas del ingenioso hidalgo Don Quijote y de su escudero, Sancho Panza sirven de pretexto al hábil dibujante y  pintor dominicano, José Cestero,  para recrear las escenas prodigiosas del archifamoso manchego que retratara Cervantes desde hace ya cinco siglos.

 

 

Desde entonces, la fascinación que ha ejercido la figura del Quijote sobre artistas, poetas, filósofos y artesanos de toda latitud sólo es comparable a la abundancia de imágenes que deambulan por el mundo proclamando sus ansias de amor, felicidad y libertad. Quijote, decía Cervantes, “era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza” .

 

 

Las emociones del ser humano no cambian. Los juicios del Quijote abarcan casi todo el espectro humano de esas emociones, que serán siempre las mismas. José Cestero advierte el hecho y en su trazo traduce esas emociones. Ahí están los temores, el asombro, las palpitaciones jadeantes de Rocinante, la mirada aparentemente ligera y, sin embargo, filosófica de Sancho Panza.

 

 

La moralidad, esa insigne bandera de El Quijote, se alza contra vientos contrarios en estos lienzos con sobrada prominencia y la proclama la rectitud de la figura, la atenta lanza, la determinada dirección con que encamina sus pasos el cabalgante.

 

El óleo resbala de los pinceles de José Cestero con sinuosas precisiones y lo que es flaqueza se transforma en poder. El poder de la voluntad, el esfuerzo inquebrantable, el indomable espíritu, la brillantez del juicio ante lo absurdo. La picardía y el humor acre del Quijote también se dejan sentir en ese hombre que vivía sólo. Y ese aspecto de la soledad y de la búsqueda insoslayable del amor se marca en cada trazo con singular pasión.

 

La pintura de José Cestero es parte de un juego intencionalmente irónico en el que se vislumbra de inmediato la suspicacia y lo ridículo de un mundo en el que predomina la hipocresía y donde los valores han sido invertidos o pervertidos por las altas instancias del poder.

 

 

Todo lo mira este formidable creador bajo el escrutinio voraz de la ironía. Puede ser la ciudad, la religión, el Congreso Nacional o el arte mismo.

 

 

Los rostros, severos, compungidos o acuciosos, ocultan siempre un malestar o un desatino, transitan los linderos de la locura o del vértigo, se refugian en su propia podredumbre o en su propio miedo.  Pero José Cestero es un artista sutil, incisivo, diestro. Todo es cuestión de medida y en eso consiste precisamente su sapiencia pictórica.

 

 

La parodia visual (a lo Quevedo, a lo Cervantes, a lo Pierce)  y la pícara mirada de José Cestero recomponen de esta manera el mundo. Lo extravagante, lo  feroz y lo convulso se hace más digerible en sus imágenes que son siempre salpicadas de un humor acre o socarrón, que a veces se acerca a la caricatura. Es la suya, probablemente, la mejor representación visual del grave desenlace de la Comedia Humana.

 

 

FERNANDO UREÑA RIB

LAS ANDANZAS DEL QUIJOTE EN LA VISIÓN DE

JOSÉ CESTERO

 

Por José Saldaña

En el contexto de la VIII  Feria Internacional del Libro, el Museo de Arte Moderno, presenta la muestra de José Cestero Andanzas del Quijote. He tenido la oportunidad de conversar  con José Cestero y verle pintar muchas veces en su estudio. Me asombra la soltura de su mano, casi virtuosa, y ese vasto e insondable universo creativo, propio de los visionarios.

 

El tema es apropiado, porque aborda tanto la ficción como la realidad del artista y del mismo Miguel de Cervantes. Cestero se concentra en esos aspectos de ficción y realidad dándoles vida. Sus personajes son llevados a los más altos niveles de expresión plástica.

 

La exposición es ágil y fluida, de múltiples lecturas, racional, universal y regional. Cestero recrea en su imaginación muchos de los personajes de Miguel  de Cervantes, agregándoles un toque local, adaptando a nuestra imaginería aquella de Don Quijote. Cestero encuentra a través de una lectura cuidadosa y reflexiva del texto clásico, la explicación, la moraleja, y la enseñanza que abarca en casi toda su extensión los problemas actuales y apremiantes que experimenta la humanidad.

El artista se adentra de tal modo en la epopeya, en las inverosímiles historias que él mismo llega a convertirse en protagonista y personaje, trasladando su propia imagen a la del ingenioso hidalgo. Como lo diría Ciro Alegría, el mundo de Cesteros también es “ancho y ajeno”.  Ancho en su diversidad, en su pluralidad, en el sentido de que escapa al control de uno mismo y sin embargo, en el mundo interior, el artista es el amo y señor, capaz de crear en una isla su propio reino.  Así Cestero manifiesta un temperamento fuerte, determinado, como lo son sus pinceladas; a veces violentas, a veces trémulas,  firmes, seguras, sinuosas y luminosas como su pensamiento.

José Cestero, dentro de su maestría en el dibujo, aprovecha todo cuanto le refiere su memoria, y lo hace a su propio modo. Con ese sello particular retrata los hechos históricos, los personajes de la vida cotidiana y los paisajes del Santo Domingo colonial. El artista hace un re-descubrimiento de plazas, de las vetustas edificaciones, retomadas y llevadas con plasticidad a lo mítico de su encanto.

Y es esa memoria visual, conjuntamente con la depurada técnica y las experiencias propias de su oficio,  la que exalta las posibilidades expresivas de la imagen, y es esa memoria la que resurge y se hace poderosa aún tratándose de una historia tantas veces manejada por innumerables artistas.  Indudablemente Cesteros sabe lo que quiere y cómo ha de realizarlo para alcanzar la cima de su expresión.

Los personajes de Cestero, salen sin esfuerzo, con espontaneidad y confianza. Las leyes académicas de la plástica quedan regaladas a un segundo plano. El es libre pensador y creador y no se somete a cánones, regulaciones, cuadrículas ni métricas. José Cesteros es poseedor de una factura pictórica de gran unidad temática.  Al contemplar su obra se percibe que José Cesteros tiene una trayectoria artística de muchos años y que en cada exposición se manifiestan dos siglos de calidad pictórica. Incomprendido por algunos y elogiado por otros, la obra de José Cesteros se establece como la de un creador incansable, y  al igual que el Quijote, generoso y desprendido, pero de gran valor pictórico.

Cestero tiene la habilidad de sorprendernos. Sus temas son siempre sugerentes y estimulan la imaginación del público. Los valores sociales y morales de su obra apuntan siempre a una crítica sagaz de su propio entorno.  Se trata de un pintor ducho, diestro, que siente y vive los cambios sociales que hemos tenido en las últimas décadas.

 

José Cestero desarrolla su obra figurativa de manera casi autobiográfica. En su ejecución del retrato, él concentra su atención sobre personajes destacados, artistas, escritores, músicos, hombres de negocios y figuras eclesiásticas, a las cuales él estudia en su dimensión sicológica más profunda, y luego los proyecta visualmente en sus lienzos con admirable realismo crítico.

Cestero refresca nuestra visión del Quijote. Porque las diferentes  escenas  de las andanzas de Don Quijote y Sancho se confunden con las vivencias personales del artistas, incorporando paisajes urbanos y lugares históricos de nuestro país. Porque las andanzas del Quijote no se detienen en la Mancha, ni en Castilla, ni atravesando el Mediterráneo, en Tetuán.  El Quijote de Cestero es el nuestro. El que anduvo estas tierras abrasadas por el sol y el salitre, densas en su selvática virginidad.

Aplaudimos la contribución de José Cestero al  introducir en nuestro medio su nuevo proceso pictórico, en sus múltiples manifestaciones universales, políticas, sociales y literarias.  La exploración  del paisaje verde sensual y la constante presencia de dos mares y dos tierras. Los admiradores de estos lienzos un día dirán: Don Quijote no sólo camino las tierras de la Mancha, sino las de ¡América!

 

La pintura de José Cestero es parte de un juego intencionalmente irónico en el que se vislumbra de inmediato la suspicacia y lo ridículo de un mundo en el que predomina la hipocresía y donde los valores han sido invertidos o pervertidos por las altas instancias del poder.

Todo lo mira este formidable creador bajo el escrutinio voraz de la ironía. Puede ser la ciudad, la religión, el Congreso Nacional o el arte mismo.

Los rostros, severos, compungidos o acuciosos, ocultan siempre un malestar o un desatino, transitan los linderos de la locura o del vértigo, se refugian en su propia podredumbre o en su propio miedo.  Pero José Cestero es un artista sutil, incisivo, diestro. Todo es cuestión de medida y en eso consiste precisamente su sapiencia pictórica.

La parodia visual (a lo Quevedo, o a lo Pierce)  y la pícara mirada de José Cestero recomponen de esta manera el mundo. Lo extravagante, loferoz y lo convulso se hace más digerible en sus imágenes que son siempre salpicadas de un humor acre o socarrón, que a veces se acerca a la caricatura. Es la suya, probablemente, la mejor representación visual del grave desenlace de la Comedia Humana.

FERNANDO UREÑA RIB

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Diogenes Cespedes

April 17, 2019 By dillon Leave a Comment

DIÓGENES CÉSPEDES

LOS CUENTOS MÁS SOBRESALIENTES

DEL SIGLO XX

 

Los cuentos dominicanos más
sobresalientes del siglo XX

DIÓGENES CÉSPEDES

A la verdad que la seductora teoría de Bosch encaja perfectamente a un tipo de cuento que estuvo en boga en América Latina hasta la irrupción de los modos de vida urbanos más descalabradores de la paz bucólica de la llamada novela de la tierra, de la cual el cuento fue subsidiario antes de independizarse, como la novela misma, de las jerarquías sociales campesinas teñidas de prácticas políticas e ideológicas autoritarias.

Aunque existen excelentes precedentes de cuentistas clásicos, medievales, neoclásicos, modernos -y sobre todo en nuestro idioma a partir de El conde Lucanor, de don Juan Manuel, los escritores nacidos en la isla de Santo Domingo, así como sus sucesores hasta el siglo XVIII prefirieron, junto con los lectores de aquellas centurias, consumir lo europeo antes que producir lo propio.

No es hasta finales del siglo XIX cuando encontramos atisbos del cultivo del género cuento que podríamos llamar inicios, protocuentos, con las narraciones de César Nicolás Penson incluidas en Cosas añejas y en el libro Cuentos puertoplateños, de José Ramón López.

Incluso los autores recogidos por Sócrates Nolasco en la antología El cuento en Santo Domingo (1957) y los censados por Emilio Rodríguez Demorizi en la antología Cuentos de política criolla (2da, de 1963), con prólogo de Juan Bosch, no son en su opinión, propiamente tales, sino estampas, cuadros de costumbres, anécdotas, apólogos o sátiras políticas.

Si uno se remite a las exigencias del propio Juan Bosch en su ensayo «Apuntes sobre el arte de escribir cuentos», cuya primera versión vio la luz en La Habana en los años 40 y el texto ya más acabado del suplemento Papel Literario del diario El Nacional de Caracas en 1958, ninguno de los textos que llamamos cuentos publicados con anterioridad a Camino real (1933), del propio Bosch, califica en el canon boschista del relato de un hecho-tema único y de la «fluencia constante».

A la verdad que la seductora teoría de Bosch encaja perfectamente a un tipo de cuento que estuvo en boga en América Latina hasta la irrupción de los modos de vida urbanos más descalabradores de la paz bucólica de la llamada novela de la tierra, de la cual el cuento fue subsidiario antes de independizarse, como la novela misma, de las jerarquías sociales campesinas teñidas de prácticas políticas e ideológicas autoritarias. Tales prácticas condujeron a muchos escritores del período a subordinar su literatura a los hechos de la historia. Esto produjo como resultado una escritura de un plural parsimonioso -como le llamaba Roland Barthes-, cuando no unos textos francamente dualistas o binarios con un clara ideología de lucha entre el bien y el mal a la cual eran arrastrados los personajes de la ficción, con su consecuente tributo al historicismo y al realismo.

Sin embargo, las grandes transformaciones urbanas y la ruptura de la linealidad historicista experimentadas por algunos países como Argentina, México, Brasil -con las urbes modélicas de Buenos Aires, Ciudad de México y Río- lanzaron al mundo, a partir de los años 50 y 60, una nueva literatura que de Borges aCortázar, de Onetti a Bioy Casares, de Lezama a García Márquez, produjeron nuevas imágenes con las cuales ya no era posible semantizar la vida y sus contradicciones. El hecho tema único reacio a digresiones, suspensiones o desvíos -recuérdese la imagen boschiana de la flecha disparada por un arco en tensión- se irá por la borda con la herencia literaria del cubismo, del surrealismo y con el principio de la descronología introducida en los años 50 por la teoría y la práctica de la nueva novela francesa.

Los mejores cuentos. Así como la métrica y la rima -al decir de Octavio Paz- no pueden ya decir en imágenes o figuras los sentidos de la vida moderna, de la misma manera el hecho tema único y la ley de la fluencia constante no pueden dar cuenta de la simultaneidad de miles de acontecimientos que ocurren en el cerebro del escritor al momento de escribir su texto, sea cuento, novela o poema.

No es que poetizar o dar cuenta de las contradicciones de la vida de una gran ciudad o del problema urbano sea un «progreso» con respecto a un «atraso» vinculado a la vida campesina. El ritmo, definido como la orientación política del sentido en un texto, es lo que decide del valor de la escritura. Entonces lo que procede es transformar las viejas imágenes de la vida campesina.

Fue esto lo que hizo Bosch, nuestro cuentista de mayor importancia, cuando escribió Camino real (1933), libro que inaugura el género cuento en el país y elimina el dominio que tuvo hasta entonces la estampa, la anécdota, la sátira política o el cuadro de costumbres.

De esa época son también «La Nochebuena de Encarnación Mendoza», «El indio Manuel Sicuri», «El hombre que lloró», los cuales rivalizan con los de la primera etapa: «Los amos», «La mujer». Y no es un azar que el mejor cuento de Bosch, «La mancha indeleble», haya sido escrito en Caracas en 1960, una gran urbe en comparación con Santo Domingo. Pero no solamente eso, sino que este texto -junto a otros estrictamente de temática urbana- dicen adiós para siempre a las figuras de la cuentística campesina. Es obvio que comparado con algunos cuentos borgianos o cortazarianos, «La mancha indeleble» simboliza el auge y caída del Bosch cuentista en beneficio del Bosch político. La influencia de su escuela literaria campesina comenzaría a su llegada al país en 1961, pero también «La mancha indeleble» prepara a los cuentistas del futuro que adoptaron lo urbano como una urgencia del decir.

Virgilio Díaz Grullón, con sus cuentos «La enemiga» y «El espejo» es nuestro segundo mejor cuentista.

La enumeración que sigue no tiene una prelacía en orden de importancia, sino que responde a un principio cronológico. Y esta selección, extraída de los libros publicados por los autores o de revistas, no implica que no tengan valor solamente los textos que ofrecemos como ejemplo. Cada autor posee otros que se leen con interés y pasión y su ritmo no decae, pero diría que son secundarios con respecto a los que aquí ofrezco.

Para mí, el mejor cuento de Hilma Contreras es «La espera» porque en este género planteó en los años 50 el problema de la homesexualidad femenina en el espacio de lo público.

Marcio Veloz Maggiolo posee cuentos de mucha calidad, pero a mi juicio el que lo singulariza es «La fértil agonía del amor», título homónimo de su libro publicado en 1987.

Nadie mejor que Pedro Vergés en «Intuición femenina» para captar los intríngulis de los personajes de la pequeña burguesía y su relación con el sexo, así como sus pruritos y desenfados en el orden del escalamiento social.

J. M. Sanz Lajara, cuentista que debido a su carrera diplomática vivió siempre en el extranjero, escribió un texto cosmopolita que revela el aburrimiento de esa vida llena de convenciones. El playboy latino en una urbe que pudiera ser Río por el carácter casi mecánico que adopta allí el amor y la actividad sexual, es simbolizado por la anonimia de los personajes de «Curiosidad», texto que se encuentra en su libro El candado.

Un cuentista por lo general relegado ha sido Sócrates Nolasco. Considero que de su libro Cuentos cimarrones leer, como recreación del mundo maravilloso, los textos «De lo que vino a encontrar el que buscaba lo que no se le había perdido», «De cómo Ezequiel se le disfrazó a la muerte» y en El diablo ronda en los guayacanes, el cuento homónimo del título del libro y «Gente de la aldea» y, finalmente, «Diálogo en la sombra».

Pienso que Ramón Marrero Aristy ocupa un lugar cimero en la narrativa que pugna por salir del campo, pero que no llega a la ciudad sino como periferia, como el lugar del mal. Eso lo logra primero en «El libertador», incluido en la antología de Max Henríquez Ureña, escrita en 1938, pero jamás publicada, y esto por razones políticas obvias. Ha venido a serlo en 1996. El otro texto de Marrero que ronda, como transición, lo rural hacia lo urbano, es «Balsié” , libro de narraciones, estampas y cuentos publicado en 1938.

El tema de la mujer como perfección de la belleza platónica es, en Fabio Fiallo, semejante en sus poemas y en sus cuentos. Tanto Américo Lugo como Federico García Godoy, Jacinto López y Ana María Garasino, que comentaron su obra en prosa y en verso, atinan a señalar la abstracción del topos de la obra de Fiallo. Sólo en un cuento que ha dejado la marca del lugar de su escena- el Club Unión- puede catalogarse de texto relacionado con la cultura dominicana. Estimo que un cuento como «Antojo femenino», de Renato de Soto, es una joyita que cohabita al lado de los textos del eterno femenino de Fiallo.

La tópica de los cuentos y poemas de Fiallo es el cosmopolitismo, enredado en el exotismo, el romanticismo y briznas del modernismo. De ese modo hay que tomar su escritura y decir que «Ernesto de Anquises», publicado en la Revista Ilustrada en 1899, es uno de los mejores cuentos de Fiallo. Y a su lado coloco estos dos: «Subasta de amor» y «Esquiva», incluidos en Cuentos frágiles (1ra, edic. de 1934), aunque algunos de estos textos hayan sido publicados a finales del siglo XIX, el hecho mismo de que el autor los corrigiera muy avanzado el siglo XX, les dan una perspectiva temporal propia de la última centuria.

Delia Weber nos ha dejado bajo el título de «Dora», su mejor cuento, incluido en el libro Dora y otros cuentos (1952). Es un circunloquio del amor místico. O mejor dicho, el símbolo de la perfección amorosa como algo inalcanzable. No hay topos en el texto de Weber, al igual que no lo hay en Fiallo. Lo cual muestra que era una ideología de época, venida del platonismo. Y Weber logra, con el desdoblamiento del personaje Dora en su hermana y viceversa, envolver, a quienes lean el texto, en la vaga atmósfera de frustración que termina con el suicidio del personaje en la sima del mar, otro símbolo de lo eterno, del abismo y del misterio y de lo inalcanzable.

La vieja generación de cuentistas se
secó y aún no nace una nueva generación

Con su cuento «Chito», José Rijo tiene derecho a figurar en esta selección.

Cuando leo los poemas escritos por un Hernández Franco o un Incháustegui Cabral -«Yelidá» o «Canto triste a la patria bienamada» o «Invitación a los de arriba» y, los demás poemas incluidas en Poemas de una sola angustia (libro de 1940), los cuales son una crítica del poder y de lo social hecha en el interior mismo del régimen dictatorial de Trujillo, me pregunté si en el cuento también ocurrió lo mismo. Mi búsqueda, que todavía no ha terminado, encontró tres cuentos que respondieron, como una débil y velada crítica al régimen, a mi interrogación. Se trata de «Aquel hospital», de Virgilio Díaz Ordóñez; «Mi traje nuevo», de Miguel Angel Jiménez; y, «Un hombre de la calle», de Néstor Caro. Si en mi buceo literario me encontrara con otros textos que los desplazaran, con igual punzón que los de Incháustegui Cabral o Hernández Franco, los incorporaría a este juicio valorativo.

Ahora sigue una lista de cuentistas surgidos a la luz pública después de la caída de la dictadura, fundamentalmente a partir de 1966, una vez terminada la guerra civil y patriótica.

Los textos de estos narradores, si los consideramos en su conjunto, tienen deficiencias en la forma-sentido (problemas de sintaxis, de puntuación, de conjugaciones verbales, de léxico sobre todo, pues las faltas a la ortografía sólo son detectables en los manuscritos, jamás en un libro publicado, pues no se sabría a quién atribuírselas, incluso si el autor ha corregido el original). Casi todos vadearon el tránsito de la literatura de la tierra y pasaron directamente a la temática urbana, hijos como eran de la pequeña burguesía de la ciudad.

La prosa revela más que el poema, la falta de dominio del idioma. Casi todos los poetas de las generaciones pos-dictadura, esconden tal deficiencia en versos cortos y libros de menos de cien páginas. Y cuando cometen una falta visible a la sintaxis, pueden justificarla con el eufemimo vergonzante de que están descalabrando a propósito la estructura del lenguaje o subvirtiendo la lengua.

En la prosa artística o informativo-ideológico no hay excusa que valga. Sólo el crítico avezado sabe -y tiene que justificarlo muy bien- cuándo un escritor viola las reglas sintácticas para proponer una nueva forma de escritura o para burlarse de la de otros escritores o para hacer befa de una oralidad asnal.

Para comparar un modelo de cuento que se ha tenido como paradigmático y a fin de ilustrar cuanto acabo de decir, invito a quienquiera estudiar las variantes que presenta el cuento «Ahora que vuelvo, Ton», de René del Risco, en su edición de 16 cuentos latinoamericanos (Coedición Latinoamericana, 1992) y la que aparece en las antologías dominicanas anteriores a 1996.

Y con este cuento, que incluyo entre los mejores del período pos-dictadura tengo, al igual que con los demás, las reservas expresadas más arriba. Sin orden de prelacía: Efraim Castillo, «El oidor»; José Alcántara Almánzar, «Ruidos»; Miguel Alfonseca, «Delicatessen»; Armando Almánzar Rodríguez, «Infancia feliz»; Ramón Lacay Polanco, «El hijo»; Pedro Peix, «Pormenores de una servidumbre»; Diógenes Valdez, «Antipólux»; Ramón Francisco, «No hay vacante»; y, Angela Hernández, «El amor de Ana”.

Conclusion. Ha transcurrido un tiempo enorme desde Camino real hasta hoy. Y de la llegada en 1961 de Bosch y su teoría sobre el arte de escribir cuentos. La línea que tomó la escritura del cuento fue la urbana. Pero el autor de «La mancha indeleble» siempre tuvo sus reparos con los cuentistas que emergieron apadrinados por él en el acto de la Librería Dominicana en 1966. A causa de la flojera en el dominio del idioma y el manejo del hecho-tema único.

Hay que darle un poco de razón, pero hay que decir que los cuentistas de aquellas generaciones se secaron. Pocos han seguido escribiendo. Como si los hechos-temas únicos se hubiesen al parecer, agotado o como si los hechos hubiesen dejado de tener interés humano. Pero digamos que esa fue una etapa que ya se cumplió.

Para los que se propongan izar la bandera del nuevo cuento dominicano que todavía no ha nacido, hay que decirles que el hecho-tema único no es una limitación. Es su cronología de reloj suizo la que no puede seguirse hoy a la letra. Incluso si hay que resquebrajar la ley de la «fluencia constante» en favor de la ruptura de la linealidad del relato, habrá que hacerlo a fin de destruir la ilusión de realidad que envuelve al lector al atarlo a las peripecias de una aventura que no tiene otro lugar que el papel. Hay que hacer de los lectores sujetos inteligentes e independientes que busquen primero las leyes con que está hecha una escritura y no las intrigas que narra. Hay que volver a la aventura del relato y cambiar radicalmente la escritura tradicional que uno identifica con el relato de una aventura. Todos los temas caben en esta nueva escritura, como cabían en la anterior. Pero para esta última ya no hay figuras e imágenes que la digan. A la era de los temas ciberespaciales, de la astrofísica, de la internet y de la informática hay que buscarle una nueva forma-sentido. Hay que poetizar los nuevos horrores, abyecciones y excrecencias sociales. Fundar el género policial en nuestra cultura, pero no como ha existido hasta ahora, sino ligado a las nuevas tecnologías. Si Rimbaud y Baudelaire se la buscaron a la ciudad moderna que surgía con la era industrial y el barón Haussmann, ¿por qué no puede usted hacer lo mismo?

La prosa revela más que el poema, la falta de dominio del idioma. Casi todos los poetas de las generaciones pos-dictadura, esconden tal deficiencia en versos cortos y libros de menos de cien páginas.

Letras dominicanas

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Diógenes Valdez gana Premio Nacional Literatura

Por JOSE ANTONIO TORRES, El Nacional Digital

La Secretaría de Cultura y la Fundación Corripio dieron a conocer hoy el ganador del Premio Nacional de Literatura, el escritor Diógenes Valdez, de 64 años, natural de San Cristóbal.

El veredicto del jurado del Premio fue unánime.

Provinciano, estudioso, discreto y con una obra literaria consistente y deliciosa, Valdez alcanzó su consagración al ganar el Premio Nacional de Literatura 2005, con una dote de medio millón de pesos.

José Luis Corripio Estrada, presidente de la Fundación, indicó que el Premio, que incluye además un pergamino, será entregado en ceremonia solemne el 23 de febrero en el Teatro Nacional.

Entre las consideraciones del jurado resaltan el manejo de una prosa multicolor, la genialidad de sus enfoques y la capacidad descriptiva de personajes y situaciones.

Valdez se inscribe a una exclusiva lista de literatos que han recibido el principal galardón literario de la República Dominicana.

Los anteriores ganadores han sido Joaquín Balaguer y Juan Bosch empatados en la primera entrega; Manuel del Cabral, Pedro Mir (el Poeta Nacional), Manuel Rueda; Antonio Fernández Spencer (todos fallecidos).

Además Mariano Lebrón Saviñón, Lupo Hernández Rueda, Carlos Esteban Deive, Hilma Contreras, Franklin Domínguez y Andrés L. Mateo.

El jurado del Premio Nacional de Literatura estuvo constituido por los rectores de las Universidades Autónoma de Santo Domingo, Católica de Santo Domingo, Central del Este, Pontificia Madre y Maestra y Nacional Pedro Henríquez Ureña. Sus representantes en la labor de escogencia fueron Diana Contreras (UASD), Padre Ramón Alonso (Católica de SD), Miguel Phis (UCE y Francisco Polanco (Pontificia Católica Madre y Maestra).

Por la Fundación Corripio estuvieron en el acto los asesores José Alcántara Almánzar y Jorge Tena Reyes y el director ejecutivo, Jacinto Gimbernart.

El acto fue realizado en el local de la Fundación Corripio de la avenida Núñez de Cáceres y fue encabezado por el presidente de la entidad, el empresario Corripio Estrada, quien anunció que la entidad aumentará su promoción de la literatura dominicana por medio de su Colección Prisma y se propone institucionalizar una celebración anual con motivo de la fecha de nacimiento de Manuel Rueda, con un programa que incluirá la invitación a destacados conferencistas internacionales y conciertos de música clásica.

José Rafael Lantigua, secretario de Cultura, manifestó su reconocimiento a la Fundación Corripio por mantener y aumentar su respaldo al principal galardón literario de la República Dominicana. Solicitó que para las próximas entregas del Premio se tome en cuenta a la crítica literaria, género que ha alcanzado una madurez y una validez dignas de reconocimiento.

Tan pronto se dio a conocer el veredicto del jurado, se le comunicó al escritor galardonado.

¿Quién es?

Diógenes Valdez nació en San Cristóbal, el 29 de mayo de 1941 y desde muy pequeño se inclinó por la literatura. En su localidad, durante los años mozos participó de grupos literarios; estudió letras en la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

Cuentista, novelista, poeta y crítico. Ocupó diversos cargos relacionados con educación y cultura y fue director de la Biblioteca Nacional en el año 2001. Galardonado varias veces por los Concursos de Cuento de Casa de Teatro. Fue Premio Nacional de Cuento en tres oportunidades. También ganó el Premio Siboney de Novela.

Obras premiadas

++++La noche de Jonsok (Yelidá I: El sexteto de Fort Liberté,2001).

++++Huellas en la arena mojada (Yelidá II: El sexteto de Fort Liberté, 2002).

**** El viento y la noche (Yelidá III: El sexteto de Fort Liberté, 2003).

**** Las flores hielo (Yelidá IV: El sexteto de Fort Liberté, 2004).

**** El arte de escribir cuentos (didáctica 2003).

**** El hipocampo y el iceberg (Yelidá V: El sexteto de Fort Liberté 2004).

**** Raknarok (Yelidá VI: El sexteto de Fort Liberté, 2004)

**** El cisne enfermo

Premio de Novela de la Universidad Central del Este, UCE, (2004).


El destacado escritor Diógenes Valdez, alcanzó el prestigioso ‘‘Premio UCE 2004”, en el género de novela con la obra titulada “El cisne enfermo”. El anuncio fue dado a conocer en un acto efectuado en la sede de ese alto centro de estudios con la presencia del autor y de las autoridades universitarias.
El jurado de premiación estuvo integrado, entre otros, por los escritores Manuel Mora Serrano y Francisco Comarazamy, quienes destacaron que la obra fue seleccionada por su indiscutible calidad literaria y su originalidad, al tratar algunas facetas de la vida de un cantante lírico en una convulsa etapa de la historia nacional. El premio UCE de novela entrega al ganador 75 mil pesos, diploma y la publicación de mil ejemplares de la obra.

Valdez cierra ciclo de ‘‘Yelidá’’

En otra agradable noticia para las letras nacionales, Diógenes Valdez acaba de publicar el último tomo de su serie de novelas inspiradas en el célebre poema de Tomás Hernández Franco ‘‘Yelidá’’ bajo del título de ‘‘Raknarok’’.

En esta obra se centra la lucha de los dioses del panteón noruego y del panteón voudú por ‘‘la escandinava inocencia de una gota de sangre’’ que las deidades noruegas exigen que se mantenga pura e incontaminada, mientras que los dioses del voudú desmontan estos propósitos de las deidades blancas y salvan a Yelidá y confirman el mestizaje como una conquista de la humanidad. Recientemente, Valdez también había publicado los tomos IV y V de esta saga,

El IV, titulado, “Las flores del hielo (Un paréntesis)”, presenta a Erick, un joven de origen noruego, quien conoce a Suquiete y se enamora de ella; aunque la joven le corresponde, exige, que éste la haga su esposa, tanto en una ceremonia voudú, como por la religión católica.
La parte V es “El hipocampo y el iceberg”, donde el tema central lo constituye el matrimonio de Erick, quien se convierte en víctima fatal de Nadia, una figura cuya influencia gravita sobre los habitantes de una pequeña urbe haitiana. Aquí se conjuga el poder del voudú y “el dominio de los dioses”. 

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Juan Bosch

April 17, 2019 By dillon Leave a Comment

JUAN BOSCH

MAESTRO DA NARRATIVA LATINOAMERICANA

FERNANDO UREÑA RIB

DANÇAS SOB A CHUVA. PINTURA AO ÓLEO DE FERNANDO UREÑA RIB

 

A GRANDE OBRA NARRATIVA DE JUAN BOSCH

La aparente simplicidade, tanto do tom como do vocabulário, faz-nos esquecer as vezes a complexa e rica estrutura seqüencial da narrativa do escritor dominicano Juan Bosch.  A agudeza nessa simplicidade aparente é a fortaleza e a graça da marcha nessa narrativa exemplar e em suas transições, sua maneira precisa de propor o problema ou a trama e o intrincado e infranqueável dos aspectos desfavoráveis à felicidade ou à paz do protagonista.

Juan Bosch faz sentir ao leitor o passo descansado e grave de seus personagens, o amargo de sua queixa, o desprendimento e a entrega do homem singelo que luta contra um destino adverso e implacável. A realidade é  observada desde a óptica do sufriente, do doliente, do desamparado que muitas vezes se torna no leitor mesmo, a quem lhe cede seu posto o protagonista esquecido, adusto e solitário.

O trânsito, de lugar, de ânimo, de situações ou lugares é contínuo e as vezes quase imperceptível, mas a narrativa de Bosch nos vai assomando à paisagem interior do personagem às brumas que bordean o alma dos poderosos e dos pudientes e nos vai arrastando até mostrar-nos e fazer-nos sofrer de seus vis maquinaciones.

Cada parágrafo de um conto de Juan Bosch é uma aproximação, ademais, ao entendimento das estruturas políticas e sociais de nossos povos.

FERNANDO UREÑA RIB

 

Literatura e política na figura de Juan Bosch

por Joaquín M. Jiménez Ferrer

(Puertorriqueño. Possui uma Maestria em Filosofia da Ou.P.R. É professor de Filosofia e Humanidades no Universidade de Porto Rico em Humacao.)

Toda creación cultural debe entenderse y explicarse en el contexto amplio de la vida histórica y social de los pueblos. La arena de la política constituye, dentro de ese contexto, el terreno inmediato sobre el cual se llevan a cabo las luchas que redundarán en la creación de los pueblos y de su producción cultural.

La figura del doctor Juan Bosch encarna un vivo y claro ejemplo de la estrecha conexión entre literatura y política. En la obra que nos ocupa, merecedora del Premio Anual de Literatura (1996) de Santo Domingo en el género de ensayo, Eugenio de J. García Cuevas, crítico literario dominicano radicado en Puerto Rico, se lanza a la tarea de examinar esta relación concentrando su atención en el estudio de la obra, La Mañosa (novela de las revoluciones), publicada por Bosch en el año de 1936.

El autor está firmemente convencido de que leer o investigar una obra literaria sin tomar como fundamento lo que sucede dentro del ámbito social, político y económico, constituye un acercamiento muy pobre y parcial que le resta validez al examen de la misma. Por eso nos plantea que cualquier intento de explicar la producción intelectual de Juan Bosch debe tomar en cuenta el devenir histórico, político y social de la República Dominicana, del Caribe y de Hispanoamérica, en el marco de la historia universal. García Cuevas recalca que aún en la primera etapa creativa de Bosch, en la que su empeño consciente se dirigía sólo a las letras, su escritura no pudo escapar de la política. De ahí que se comprometa a realizar un estudio de conjunto, sin separar un ámbito del otro.

Para llevar a cabo la tarea propuesta, el autor divide su obra en seis capítulos, tres apéndices y una bibliografía. En el primer capítulo, se ofrece una visión general del contexto histórico, político e intelectual en que se escribió y publicó La mañosa. El segundo presenta el panorama literario de la República Dominicana entre 1912 y 1936, y el lugar de Juan Bosch dentro del mismo. El tercer capítulo pinta el cuadro de la trayectoria evolutiva del pensamiento político y literario de Bosch. Con ello, el autor pretende abrir el camino y sentar las bases para futuras investigaciones que tomen como norte la correlación entre literatura y praxis política. El cuarto capítulo considera las ediciones que se han hecho de la novela en cuestión y la crítica de que ha sido objeto. El quinto capítulo se dedica propiamente al estudio de La mañosa. El autor examina cada uno de los veinte capítulos de la obra, mostrando cómo se presenta y se refleja en ésta la visión de mundo de la pequeña burguesía con sus correspondientes percepciones sociales, económicas y políticas. El sexto y último capítulo traza la estructuración de esa visión de mundo en la historia dominicana.

Los primeros dos apéndices cumplen la función de presentarnos una esquematización del texto, mediante su reducción a breves unidades narrativas, discursivas y descriptivas. Por su parte, el tercer apéndice nos proporciona un breve cuadro general sobre la figura del caudillo en la historia dominicana, desde mediados del siglo XIX hasta el advenimiento de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.

La extensa bibliografía contiene, en primer lugar, las obras de Bosch, dividiéndolas en novelas, cuentos, ensayos, artículos, prólogos y folletos. En segundo lugar, se presentan las críticas a la obra de Bosch y las entrevistas que se le han realizado. Por último, se incluyen obras sobre la historia, la política, la economía y la literatura, tanto de la República Dominicana, como de América y del mundo.

García Cuevas clasifica la obra literaria de Juan Bosch de la siguiente forma: 1. Obras de ficción: poemas de juventud, cuentos y novelas. 2. Estudios sociohistóricos: Ensayos sociológicos, históricos y económicos. 3. Biografías: Eugenio María de Hostos, Simón Bolívar, Máximo Gómez, Pedro Santana, etc. 4. Ensayos políticos y teóricos: escritos sobre teoría y práctica política. 5. Testimonios y crónicas: notas sobre viajes y vivencias personales. 6. Propaganda política: escritos con fines proselitistas. 7. Escritos coyunturales: artículos aparecidos en periódicos y revistas, principalmente, donde polemiza u opina sobre acontecimientos coyunturales inmediatos. 8. Obras teológicas: escritos sobres personajes bíblicos como Judas y David.

Para adentrarnos en el cuerpo de la obra de García Cuevas, prestaremos atención a su descripción y explicación de la evolución política y literaria del autor de La mañosa. El doctor Juan Bosch nace en La Vega, República Dominicana, en el 1909. Su padre, José Bosch Subirats, de origen catalán, llegó a Santo Domingo en el 1900 y en el 1906 se casó, en La Vega, con la puertorriqueña Angela Gaviño.

El autor divide la trayectoria literaria y política de Bosch en cuatro etapas. La primera etapa transcurre desde 1929 hasta 1938. Como antecedente de la misma, hay que señalar que la invasión militar norteamericana de 1916 sirvió de telón de fondo a su niñez y despertó en él cierto sentido nacionalista y patriótico. Haber visto bajar de los edificios públicos la bandera dominicana para izar la bandera de los Estados Unidos de Norteamérica, provocó una fuerte impresión en el niño de apenas siete años de edad. Los frecuentes viajes por las zonas agrícolas del país despertaron en el niño admiración por la gente del campo. Es así como a la edad de ocho años comienza a escribir y a ilustrar sus primeros cuentos.

En 1929, contando solamente con veinte años de edad, dejó registrado su temor de que los intentos reeleccionistas de Horacio Vásquez desembocaran en un golpe de Estado. Bosch sospechaba que el panorama político del país era favorable para que emergiera un dictador. El artículo, publicado en el periódico El Mundo del 16 de septiembre de 1929, es indicativo de la temprana sensibilidad política de éste. En el 1933, en plena dictadura trujillista, publica Camino Real, libro que de acuerdo con varios críticos, inicia el cuento moderno en la República Dominicana. En ese texto hay un cuestionamiento implícito de las condiciones de vida de los campesinos bajo la dictadura trujillista.

Su segundo libro, Indios, apuntes históricos y leyendas (1935), es un ensayo acompañado de tres leyendas sobre la vida de los aborígenes antes de la llegada de los españoles. García Cuevas advierte que algunos historiadores de la literatura han catalogado incorrectamente este libro como uno de cuentos. El texto de esta obra está revestido de gran lirismo metafórico. El autor piensa que la situación tensa ante el régimen trujillista es el motivo por el cual Bosch abandona el tema campesino en 1935 y escribe sobre un tema que puede parecer un intento de evasión. Recuperar el pasado indígena y presentarlo como una utopía era subvertir el estado de cosas de la dictadura.

Con la publicación de La mañosa en 1936 y su salida del país en enero de 1938, se cierra la primera etapa de Juan Bosch. En esta novela se recrea el pasado caudillista previo a 1930, el cual constituye la raíz histórica de la dictadura trujillista. Para salir del país en 1938, Bosch se vale de la excusa de que debía llevar a su esposa a Puerto Rico a recibir tratamiento médico. El tirano lo dejó salir, porque ocupaba un cargo en el Departamento de Estadística y, además, le había ofrecido el puesto de Diputado en el Congreso. El dictador pensó que Bosch no rechazaría tal ofrecimiento. Cuando Bosch sale del país, se enfrenta a la disyuntiva de dedicarse a la literatura o a la política, pero Eugenio María de Hostos (1839-1903) le brindaría las claves para ocuparse de la política sin abandonar la literatura.

La segunda etapa de la trayectoria de Bosch se extiende desde 1939 hasta 1962. En el exilio entró en contacto directo con la obra de Hostos, conjugó su oficio de escritor con la actividad política, se convirtió en uno de los dirigentes más importantes de la resistencia antitrujillista en el exilio, y recorrió varios países latinoamericanos. Tras el asesinato de Trujillo en 1961, Bosch regresó a la República Dominicana y ganó las elecciones de 1962, como candidato del Partido Revolucionario Dominicano que él había fundado en 1939.

Su encuentro con el pensamiento de Hostos, llevará a Bosch a adoptar un idealismo moral que se traducirá en la lucha por liberar a su país de la dictadura que lo oprimía. Según Bosch, el ascenso de Franco en España y el inicio de la Segunda Guerra Mundial fueron acontecimientos decisivos para que él decidiera unirse a la oposición antitrujillista en el exilio.

De su descubrimiento de Hostos, nacen dos libros: Mujeres en la vida de Hostos (1938 y 1988) y Hostos, el sembrador (1939 y 1976). Además de sus ensayos, publicó en 1941 los cuentos: El socio, Dos pesos de agua, El río y su enemigo y Luís Pie. En el 1947, publicó Ocho cuentos. En 1955, en Chile, aparecen Judas Iscariote, el calumniado, La muchacha de la guaira y Cuba, la isla fascinante. Cuento de Navidad es de 1956. En el 1958 publicó en Venezuela sus ensayos El arte de escribir cuentos. Trujillo, causas de una tiranía sin ejemplos, data de 1959. En 1960 publica su famoso cuento La mancha indeleble y Bolívar, biografía para escolares. En 1962, año de su triunfo electoral, recopiló sus cuentos, para los lectores dominicanos que desconocían su obra, en los volúmenes: Cuentos escritos en el exilio y Más cuentos escritos en el exilio.

Para Juan Bosch, la llegada a la presidencia de su país significó la posibilidad real de iniciar el proyecto liberal que se remontaba al ideal de los trinitarios de 1844, los restauradores de 1865, los nacionalistas de principio de siglo y de los antitrujillistas del exilio. Desde el poder, creyó que por fin su país podría encarrilarse por el camino de la democracia representativa y liberal. Pensó que era posible la revolución pacífica por medio de la educación que Hostos había predicado. Su esquema mental se desplomó cuando el 25 de septiembre de 1963 fue derrocado por un sector de las fuerzas armadas dominicanas, la oligarquía y la colaboración del Pentágono norteamericano.

A raíz de lo anterior, García Cuevas describe la tercera etapa de la trayectoria de Bosch como una de desilusión y de búsqueda. Esta etapa comienza en 1963 y finaliza en 1966. La crisis en que había entrado el pensamiento de Bosch tras el golpe de 1963 se agudizaría en 1965 con la segunda intervención militar norteame-ricana en suelo dominicano en el presente siglo. El modelo político de la democracia representativa y liberal, que le había dado sentido a sus acciones desde 1939 hasta 1963, no había funcionado en su país. La invasión militar norteamericana de abril de 1965 haría a Bosch dar un salto radical hacia el marxismo.

Según García Cuevas, el camino recorrido por Bosch para llegar al marxismo siguió tres etapas. Primero, cuestionó el sistema democrático representativo. Segundo, estudió a fondo la política internacional norteamericana en América Latina. Tercero, inició el estudio de los clásicos del marxismo y, simultá-neamente, viajó por varios países socialistas de Europa y del continente asiático.

A partir de 1967, se inicia la cuarta etapa en el pensamiento de Bosch. Esta etapa se extiende hasta el presente. Bosch abandona la defensa de la democracia representativa y se convierte en un crítico de este sistema político y en un proponente de cambios revolucionarios. Como parte de su nuevo proyecto, se propuso entender para sí y explicar a la militancia de su partido, desde la perspectiva del materialismo histórico, cómo funcionaba el capitalismo. A la misma vez, estudió el desarrollo histórico de la sociedad dominicana, empleando el instrumento conceptual de la lucha de clases. Sus primeros libros en esta línea ideológica fueron: El pentagonismo, sustituto del imperialismo (1967), Tesis de la dictadura con respaldo popular (1969), De Cristóbal Colón a Fidel Castro (1969), Breve historia de la oligarquía (1970), y Composición social dominicana (1970).

En el año 1973, convencido de que el partido fundado por él y otros compatriotas no admitiría transformaciones, Bosch fundó junto con un reducido grupo de seguidores, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), del cual fue su candidato presidencial hasta las elecciones de 1994. Su principal consigna fue la de liberar al país de cualquier tipo de opresión, teniendo como aspiración final completar la tarea iniciada por el liberalismo revolucionario desde mediados del siglo XIX. El hecho de que Bosch no fundara un partido exclusivamente obrero o no se afiliara al Partido Comunista se debió a que, desde su incursión en el marxismo, mantuvo cierta distancia y autonomía frente a la ortodoxia oficial. Bosch negó la existencia y conciencia de clase del pro-letariado dominicano, porque pensó que la pequeña burguesía era el componente principal de la sociedad dominicana y que, en alianza con los trabajadores y campesinos, era la clase que debía organizar y dirigir cual-quier proceso revolucionario.

El PLD, con los métodos de trabajo impulsados por Bosch, se desarrolló y creció de tal forma, que ya para 1990 era la principal fuerza política del país. Dos años antes, el Comité Central de esta organización había sometido un documento a la base del partido, donde afirmaba el «boschismo» como teoría política y oficial de la organización. La propuesta declaraba que la aportación de Bosch en el campo de la historia, la economía y la política, entre otras, había permitido que su análisis de la sociedad dominicana se constituyera en una guía para la lucha efectiva en pro del ideal de liberación nacional.

Como habíamos apuntado al comienzo, García Cuevas monta su investigación sobre la política y la literatura en la personalidad de Juan Bosch, tomando la novela La mañosa como el centro de su trabajo. Entre sus opciones tenía la copiosa obra cuentística de Bosch, dos novelas y los en-sayos. Los cuentos ya habían sido estudiados de forma considerable por la crítica y la obra ensayística aún no estaba concluida. Le restaban dos opciones: La mañosa y El oro y la paz (1964). El autor optó por la primera, por entender que en ella es donde mejor se conjugan la literatura y la política. La mañosa, según García Cuevas, es una novela más política que histórica, en la cual la historia es un pretexto para la revisión política.

La necesidad de explicar por qué Juan Bosch escribió una novela sobre las luchas caudillistas en una época en que éstas eran consideradas como asuntos del pasado, es el resorte inmediato que conduce a García Cuevas a iniciar su investigación considerando las condiciones políticas y económicas que perfilan la República Dominicana de los años treinta. El autor establece que el ascenso de Trujillo al poder estuvo vinculado a varios factores, a saber: 1. La ocupación militar nortea-mericana de 1916 a 1924. 2. El ejército policiaco que creó el gobierno de ocupación. 3. El favoritismo horacista que promovió su ascenso al poder. 4. El acaudillamiento que consiguió en las filas del ejército. 5. Sus características personales. 6. Su vinculación directa con el movimiento cívico que, planteando la necesidad de un «hombre nuevo», produjo el derroca-miento de Horacio Vásquez.

Rafael L. Trujillo ingresó al cuerpo militar norteame-ricano en 1919, y ya para el 1928 era el militar más poderoso del país. El despil-farro y la corrupción administrativa del régimen de Vásquez, más sus deseos continuistas, abonaron el terreno para que éste aprovechara la coyuntura de 1930 y apoyara solapadamente la conspiración dirigida por Rafael Estrella Ureña, que eventualmente lo llevaría al poder. Con la renuncia del presidente Vásquez se produjo una crisis política y Estrella Ureña pasó a ocupar provisionalmente la presidencia hasta que se celebraran elecciones. Trujillo presidente y Estrella Ureña vicepresidente: ésta sería la consigna. La fórmula Trujillo-Estrella Ureña resultó ganadora y el 16 de agosto de 1930 tomaron pose-sión de sus cargos, iniciando lo que maquiavélicamente llamarían la «Era gloriosa», «Era del progreso» y «Era de la paz», entre otros epítetos.

El autor señala que el surgimiento de la dictadura de Trujillo está estrechamente vinculado a la caída de la bolsa de valores acaecida en 1929, ya que a raíz de ésta se produjo una drástica reducción en los ingresos por exportaciones. La baja de los ingresos fiscales, combinada con las presiones internacionales al país para que pagara su deuda externa, más la parálisis casi total del sistema agroexportador, exigía un esquema de poder que enfrentara la situación mediante una institución sólida y estable. Lamentablemente, la única institución que cumplía con tales características era el ejército policíaco de Trujillo. Por su parte, los nortea-mericanos comprendieron que la protección de sus intereses globales de dominación requiría la instauración de un régimen despótico que tuviese mayores poderes para contrarrestar las tendencias caóticas de la economía.

Para Bosch, la dictadura trujillista fue consecuencia directa del atraso histórico de la sociedad dominicana y de la inexistencia de una burguesía nacional que impulsara el capitalismo. De acuerdo con Bosch, Trujillo aprovechó la infraestructura que iniciaron los norteamericanos y se convirtió en el principal propulsor de la modernización capitalista en la república y, al igual que otros autores, relaciona su ascenso político a la gran crisis de 1929 y a las intenciones reeleccionistas de Horacio Vásquez.

En cuanto a la acusación del historiador y sociólogo, Franklin Franco, en el sentido de que la novela La mañosa es apologética del régimen trujillista, García Cuevas refuta la misma señalando que esta acusación es el resultado de leer la novela como un artículo periodístico más de los que escribió su autor, olvidando que la novela es una producción simbólica con carácter estético y que exige otro tipo de lectura. García Cuevas asegura que su lectura crítica del texto demuestra, entre otros hallazgos, que la recreación del pasado caudillista desde el presente trujillista, tiene su génesis en una estructura nostálgica que genera a su vez otra estructura irónica y que ambas explican indirectamente el por qué del trujillismo. Si el juego de voces propicia, por momentos, identificar pasajes que permitan pensar que la novela es pro trujillista, también hay otros que apuntan que no .

El autor concluye que, aunque Bosch no se propusiera escribir de forma consciente un texto irónico que pudiera interpretarse como un conflicto directo de él con la dictadura, por el peligro que esto representaba para sí y su familia, pudo reproducir una ironía hacia la dictadura de forma inconsciente, pero mediatizada por la nostalgia y la frustración de la clase social de la cual provenía: la mediana pequeña burguesía.

Sobre la relación entre el proyecto trujillista y los intelectuales, el autor plantea que, dado que la idea y creación de una sociedad democrática al estilo liberal fue la mayor aspiración de los intelectuales liberales domini-canos desde mediados del siglo XIX, el mínimo acercamiento para explicar la relación de Trujillo con la intelectualidad de tendencia liberal que lo apoyó debe tomar en cuenta los intentos fallidos de ese objetivo hasta 1930. Trujillo logró seducir a muchos de estos intelectuales, porque al princi-pio de la dictadura incorporó a su sistema discursivo parte de los preceptos que el liberalismo venía repitiendo desde mitad del siglo XIX. Fue de una concepción fatalista sobre el pasado y el futuro dominicanos que, intelectuales que incluso habían entrado en contacto con el pensamiento socialista, ter-minaron apoyando al régimen. En el año 1955, a los 25 años de la dictadura, Joaquín Balaguer, pilar orgánico del aparato ideo-lógico del régimen, afirmaba que Dios y Trujillo, siendo Trujillo tocado desde el principio por una especie de predestinación divina, eran la explicación de la supervivencia del país y de la actual prosperidad de la vida dominicana.

Las ideas de José Enrique Rodó y su obra Ariel (1900), tuvieron un gran impacto sobre la intelectualidad dominicana y la encaminaron al apoyo del trujillismo. En Ariel se hacía un llamado a la juventud hispanoamericana para hacer frente al utilitarismo norteame-ricano. Estas ideas encontraron en la República Dominicana las condiciones propicias para su fructificación debido a que, desde la caída de Ulises Heureaux en 1899, el pueblo dominicano se desangraba en una constante lucha política que por un lado, favorecía la ingerencia norteamericana, mientras por el otro, hundía a las nuevas generaciones en el más oscuro pesimismo. Años más tarde, Trujillo tendría la astucia para atraer a los jóvenes intelectuales e integrarlos a su gabinete. A la mayoría de éstos le tocaría la misión de encubrir, encontrándole a cada situación su correspondiente explicación para la historia. Y, como es natural al momento de elaborar lo que pudiera considerarse como la filosofía del régimen, ellos dieron nueva formulación a esas mismas teorías.

Así, encontramos que el pensamiento de Rodó le sirvió a los jóvenes intelectuales para racionalizar y justificar los valores y virtudes del liberalismo, adjudicándoselos a la dictadura a la que servían. El arielismo se había transformado de ideología libresca en praxis política con la fundación del Partido Liberal Reformista, partido que presentó fuerte oposición a la intervención norteamericana de 1916, con Santiago Guzmán Espaillat a la cabeza. Los arielistas creyeron en la posibilidad de lograr una transformación política, económica y social por medio de la educación. Ante las circunstancias políticas y la urgencia cotidiana bajo el régimen de Trujillo, tuvieron que rendirse y sus valores e ideales fueron supeditados al utilitarismo del trujillismo. Cuando la realidad empírica se impuso, ya era demasiado tarde para volver atrás. Quedaron atrapados y no les quedó otro camino que colaborar, puesto que era cuestión de vida o muerte el volver atrás. Así quedaba consumada la idea de Rodó de que son las inteligencias superiores las que deben dirigir la sociedad.

Sobre el rol de Bosch dentro de esta coyuntura política, García Cuevas sostiene que, independientemente de los artículos que escribiera Bosch a favor de Trujillo, éste no simpatizaba ni política ni ideológicamente con la dicta-dura y aunque no ofreció resis-tencia inmediata al régimen, su rápida incorporación a la lucha antitrujillista, ya en el exilio, era indicio de que su visión de mundo había superado las limitaciones de la conciencia real de los intelectuales arielistas. Esto, entre otros fac-tores, porque su pensamiento estaba influido por una ten-dencia del liberalismo revolu-cionario que no era excluyente de los sectores populares.

No debemos olvidar además, el artículo que Bosch había publicado en 1929, en el que advertía sobre el peligro de una nueva dictadura. Notable es también el hecho de que en enero de 1934, Juan Bosch fue apresado y encarcelado bajo la sospecha de conspiración contra el régimen mediante la colocación de una bomba. Bosch relata que, mientras se encontraba visitando a su novia, a fines de noviembre de 1933, escuchó una fuerte explosión. Dos o tres días después, se enteró de que ese estruendo había sido producido por una bomba que lanzaron al cementerio de la capital. El día 3 de enero de 1934, Bosch fue apresado en la casa de sus padres por la policía trujillista y llevado a la cárcel de la fortaleza Ozama. Después de permanecer preso durante dos semanas en el lugar, fue trasladado a Nigua, una de las peores cárceles del régimen trujillista, donde contrajo la enfermedad del paludismo y finalmente, por mediación del escritor César Herrera, fue dejado en libertad. El argumento que Herrera dio a Trujillo para que lo dejaran en libertad fue que Bosch podía morir en la cárcel y dado que éste era un escritor conocido en el país y en el extranjero, su muerte perjudicaría al gobierno.

Se infiere del incidente anterior que, ya en 1933, se desconfiaba de Bosch y se le veía con potencialidad para convertirse en antitrujillista, lo que lo colocaba evidentemente entre los escritores que no eran vistos con simpatías por el régimen. Tras el exilio de Bosch en 1938, el tirano ordenaría que el nombre del escritor y sus obras quedaran terminantemente prohibidos en el país.

El estudio de García Cuevas demuestra, como balance final, que La mañosa, a pesar de haber sido leída desde diversos ángulos, no fue considerada seriamente como obra importante para entender y explicar la temprana vinculación de su autor con el liberalismo revolucionario dominicano que no era excluyente de los sectores populares ni como novela de crisis histórica de la pequeña burguesía nacionalista y liberal de los años treinta en la República Dominicana. La mañosa aparece entonces, como un texto fundamental para entender la rápida incorporación de Bosch al lado del pensamiento y la praxis política dominicana que aspiraba a la modernización y a la democracia liberal.

En conclusión, la obra de Eugenio de J. García Cuevas constituye un aporte fundamental al entendimiento de una personalidad ejemplar de nuestra América en el siglo XX, en la que la literatura y la política constituyen una unidad complementaria. La lectura del texto es altamente recomendable, puesto que le brinda al lector de manera muy clara, pero sin perder ni un ápice de una rigurosidad fundamentada en rica evidencia documental, una amplia y precisa visión de la historia política dominicana desde mediados del siglo pasado hasta el presente

 



 

LITERATURA DOMINICANA

CRONOLOGÍA de Juan Bosch1837. 19 de junio:

Nace en Tortosa, Barcelona, España, Francisco Bosch Ximeno, abuelo paterno de Juan Bosch.

Hacia 1840

Nace en Tortosa, Barcelona, España, Maria Cinta Subirats, abuela paterna de Juan Bosch.

Hacia 1850

Nace en San Lorenzo de la Guardia , en Galicia, España, Juan Gaviño, abuelo materno de Juan Bosch.

Entre 1870-1880

Juan Gaviño emigra de España a Puerto Rico en donde se casa con Petronila Costales, con quien procrea tres hijos: Juan, Rosa y Ángela.

1877. 16 de julio:

Nace en Tortosa, Barcelona, España, el padre de Juan Bosch, José Bosch Subirats, hijo de Francisco Bosch y María Cinta Subirats.

1886. 30 de agosto:

Nace en Juana Díaz, Puerto Rico, Ángela Gaviño Costales, madre de Juan Bosch.

Hacia 1890

Juan Gaviño enviuda y se casa con Vicenta Cintrón.

Hacia 1897

Juan Gaviño se traslada de Puerto Rico a la República Dominicana con toda su familia. Primero trabaja en el ingenio Puerto Rico propiedad de la familia Serrallés en San Pedro de Macorís. Luego se dedica a la agricultura en Río Verde, La Vega.

Hacia 1898

José Bosch Subirats, desde Barcelona, se traslada a Marsella, Francia, luego a Marruecos y a Brasil. En Manao trabajó como albañil en la construcción de La Opera. Más tarde se trasladó a Curazao.

1899. 26 de julio:

Ulises Heureaux, presidente de la República Dominicana , es abatido en la ciudad de Moca.

1900. 1 de enero:

José Bosch Subirats llega a Santo Domingo. Trabaja en la construcción del Palacio Presidencial, construye la chimenea de ladrillo del ingenio Italia (hoy CAEI). Luego se establece en La Vega. Trabaja en la construcción del Palacio de don Zoilo y del Teatro La Progresista.

1906. 6 de noviembre:

José Bosch Subirats y Ángela Gaviño se casan en La Vega.

1907.30 de noviembre:

Nace en La Vega el primer hijo de la familia Bosch-Gaviño: José Andrés.

1909. 30 de junio:

Nace en La Vega Juan Emilio, segundo hijo del matrimonio Bosch-Gaviño.

29 de agosto:

Nace en La Vega Mario Sánchez Guzmán, compañero de infancia y adolescencia de Juan Bosch.

1911. Principios de año

Ante la crisis social y política imperante en la República Dominicana , la familia Bosch-Gaviño se traslada a Haití.

17 de agosto:

Nace en Cabo Haitiano Ángela Bosch Gaviño.

19 de noviembre:

Ramón Cáceres, Presidente de la República Dominicana , es asesinado en Santo Domingo.

1913

Nace en Cabo Haitiano Francisco Bosch Gaviño.

1914. 19 de noviembre:

Nace en Santo Domingo Isabel Aguiar García, quien se casaría con Juan Bosch el 19 de junio de 1934.

1915. 29 de abril:

Nace en Santiago de Cuba Carmen Quidiello, quien se casaría con Juan Bosch el 30 de junio de 1949, en La Habana.

Agosto:

La familia Bosch-Gaviño vuelve a La Vega , República Dominicana.

28 de julio:

Intervención militar de los Estados Unidos en Haití.

Septiembre:

Juan Bosch es inscrito en el colegio San Sebastián de La Vega.

23 de septiembre:

Nace en La Vega María Josefina Bosch-Gaviño.

1916. 29 de agosto:

Intervención militar de los Estados Unidos en República Dominicana.

1917

Nace en La Vega Ana Leticia Bosch-Gaviño.

1918. Durante el año:

Juan Bosch pronuncia un discurso ante la tumba de un profesor vegano. Escribe sus primeros cuentos, estos textos se perdieron en el fuego que destruyó la biblioteca del escritor cubano-dominicano Federico García-Godoy. Edita y dirige, junto a Mario Sánchez Guzmán, el periódico escolar El Infante.

Juan Bosch acompaña a su padre en sus viajes por la Línea Noroeste de la República Dominicana.

Hacia 1923

Juan Bosch comienza a publicar poesía en Las Brisas del Birán de Barahona

1924. Principios de año:

Juan Bosch viaja a la Capital. Comienza a trabajar en la casa Lavandero de Santo Domingo.

26 de junio:

Nace en La Vega Ana Dolores Bosch Gaviño, última hija del matrimonio Bosch-Gaviño.

13 de julio:

Las tropas del ejército de los Estados Unidos desocupan la República Dominicana.

1925. 19 de diciembre:

Muere en La Vega Juan Gaviño.

1925-1926

Juan Bosch trabaja en la casa comercial de Ramón Corripio.

1927-1927

Por motivo de salud Juan Bosch vuelve a La Vega y luego se traslada a Constanza.

1927-1928

En la Capital , Bosch trabaja en la casa Font Gamundi y Cía.

Durante los años 1925-1929

Comienza a publicar cuentos y poemas en revistas y periódicos de provincia. En su poesía utiliza el seudónimo de Rigoberto de Fresni.

1929. Durante el año.

Juan Bosch comienza a publicar cuentos y artículos en periódicos de Santo Domingo, El Mundo y Listín Diario.

1929-1930

Los padres de Juan Bosch deciden enviarlo a Barcelona, donde su familia paterna.

Junio: La familia Bosch-Gaviño se traslada a la ciudad de Santo Domingo.

1930.16 de agosto:

Rafael L. Trujillo Molina toma posesión del cargo de Presidente de la República Dominicana.

3 de septiembre: El ciclón San Zenón devasta la ciudad de Santo Domingo.

Noviembre: Bosch viaja de Barcelona a Caracas, a Curacao y Martinica.

Agosto: Regresa a Santo Domingo.

1933. Durante el año:

Rafael Américo Henríquez, Héctor Incháustegui Cabral, Manuel del Cabral, Franklin Mieses Burgos, entre otros, constituyen con Bosch el grupo que se conoce hoy en la historia literaria dominicana como La Cueva. ” La Mujer ” es traducido al francés por Georges Pillement, e incluido en la antología Les Conteurs Hispanoamericains.

24 de noviembre:

Bosch publica Camino Real, su primer libro de cuentos.

1934. Enero:

Juan Bosch es apresado por la Policía de Trujillo. Es acusado de conspirar contra el régimen.

19 de junio:

Juan Bosch se casa con Isabel García Aguiar.

1935. Durante el año:

Juan Bosch colabora de manera regular con la revista Bahoruco, dirigida por el escritor venezolano Horacio Blanco Fombona; dirige la sección literaria del Listín Diario. Publica su segundo libro: Indios, apuntes históricos y leyendas .

Primavera:

Bosch es nombrado en la Dirección General de Estadísticas. Organiza, bajo la dirección de Mario Fermín Cabral el Censo Nacional de Población de la República Dominicana.

1936

Primera edición de La Mañosa : la novela de las revoluciones.

26 de diciembre:

Nace su hijo León Bosch García.

1937. 1ro de noviembre:

Bosch es nombrado Jefe del Servicio de Información de la Dirección General de Estadísticas.

Finales de año:

Es elegido Presidente de la Sección de Periodismo y Literatura del Ateneo Dominicano.

1938. 13 de enero:

Ante la proposición de Trujillo de hacerle diputado, Bosch decide salir de la República Dominicana para Puerto Rico con la excusa de quebrantos de salud de su esposa. Le acompañan su esposa, Isabel García, y su hijo León.

Febrero:

Dirige la recopilación de obras completas de Eugenio María de Hostos.

27 de febrero:

Renuncia a su cargo de Jefe de Servicios de Información de la Dirección General de Estadísticas de la República Dominicana.

14 de marzo:

Nace en San Juan, Puerto Rico, su hija Carolina.

7 de noviembre:

Publica en Puerto Rico Mujeres en la vida de Hostos .

1939. 21 de enero:

Bosch participa en la fundación del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

1941. Durante el año:

Se desempeña como vendedor de productos farmacéuticos por toda Cuba. Escribe para la emisora CMQ en La Habana. Segunda edición de La Mañosa . Obtiene en Santo Domingo el primer premio de los Juegos Florales Hispanoamericanos con su cuento El Socio. Publica en Cuba Dos pesos de agua.

21 de noviembre-7 de diciembre

Junto a Juan Isidro Jiménez Grullón viaja a México para asistir, como representante del PRD, al Primer Congreso de la Central de Trabajadores de América Latina (CETAL). Encuentro con Ángel Miolán. Dejan constituida la Sección de México del PRD.

1942. Abril:

Viaja a Nueva York para formar la Seccional del PRD en esa ciudad.

1943.29 de marzo-7 de abril:

Primer Congreso del PRD en La Habana. En esa ocasión, por presiones de Trujillo al gobierno de Cuba, el PRD fue bautizado Unión Democrática Antinazista Dominicana (UDAD). Bosch es elegido Secretario General.

Junio:

Obtiene el premio Hernández-Catá de Cuba por su cuento Luis Pie .

30 de junio:

Se casa en La Habana con Carmen Quidiello.

Finales de año:

Es nombrado Director de la oficina del Senado Carlos Prío Socarrás.

1944. 3 de marzo:

Obtiene el Premio Extraordinario Hatuey, otorgado por la Sociedad Colombista Panamericana en La Habana , con motivo del 1er. Centenario de la Independencia Dominicana. Se desempeñaba entonces como asesor del Primer Ministro de Cuba Carlos Prío Socarrás.

19 de julio:

José Bosch Subirats, padre de Juan Bosch, es acusado por la policía de Trujillo de proxenetismo en represalia a las actividades políticas de su hijo en Cuba. Fue liberado el 25 del mismo mes.

9 de noviembre:

Bosch es enviado a México por el PRD para intensificar la campaña de denuncia de la dictadura de Trujillo en República Dominicana.

Diciembre de 1944-enero de 1945

Viaja a México, Guatemala (Juan José Arévalo era Presidente de la República ), y Venezuela, como enviado del PRD. En Caracas, donde llega en enero de 1945, hace amistad con el novelista Rómulo Gallegos y con el poeta Andrés Eloy Blanco.

1945. Abril:

Viaja a El Salvador y Panamá para hacer campaña en contra de la dictadura de Trujillo.

Agosto:

Bosch es nombrado secretario particular del Primer Ministro de Cuba Carlos Prío Socarrás. Dirige Siempre, órgano del Partido Revolucionario Cubano Auténtico. Bosch aceptó con la condición de que su nombre no apareciera nunca en las páginas del periódico.

Durante el año:

Integra junto al General Juan Rodríguez, Leovigildo Cuello, Ángel Morales y Juan Isidro Jiménez Grullón, la Junta Revolucionaria que dirigió la expedición contra Trujillo en Cayo Confites, Cuba.

1946. 20 de junio:

Nace en La Habana Patricio Bosch Quidiello, primer hijo de Juan Bosch y Carmen Quidiello.

1947.28 de septiembre:

La expedición militar de Cayo Confites es interceptada por fragatas de la Marina de Guerra cubana en alta mar cuando navegaba rumbo a la República Dominicana para derrocar a Trujillo.

Durante el año:

Bosch publica en La Habana Ocho cuentos .

1948. Principios de año:

Juan Bosch acompaña al presidente electo de Cuba, Carlos Prío Socarrás, a México, Guatemala, Costa Rica y Venezuela.

Durante el año:

Desaparece el archivo de Bosch. Se pierden los originales de Callejón Pontón.

Noviembre:

Acompañada de Pompeyo Alfau, viaja a Costa Rica a llevar las armas que Carlos Prío Socarrás enviara a José Figueres para que se defendiera de la agresión del dictador Gomosa de Nicaragua.

1949. Junio

Desembarca en Luperón, República Dominicana, una expedición militar integrada por dominicanos con la finalidad de derrocar a Trujillo. Esta expedición fracasaría unos días más tarde.

1950. Principio de año:

Reorganización del PRD en La Habana.

1951. 20 de diciembre:

Nace en San José, Costa Rica, Bárbara Bosch Quidiello.

1952. Verano:

Luego de haber recibido presión de varios Estados latinoamericanos, Trujillo acepta dejar salir hacia Puerto Rico a los padres de Juan Bosch.

Durante el año:

3er. Congreso del PRD en La Habana.

1953. 26 de julio:

Fidel Castro, junto a un grupo de jóvenes asalta el cuartel Moncada en Cuba. Bosch es acusado de haber participado en ese asalto, se asila en la Embajada de Costa Rica, donde su amigo José Figueres había sido elegido presidente.

1954. Abril:

Por presiones del dictador Somoza, Juan Bosch sale de San José, Costa Rica, para Bolivia.

Agosto:

Termina la redacción de Judas Iscariote, el calumniado en Molinos de Nieblas, Chile.

Octubre:

Se traslada a Santiago de Chile. Le acompaña su hijo León y Pompeyo Alfau.

1955. Durante el año:

Redacta Póker de espanto en el Caribe, que tras haberse perdido, sería publicado en 1988. Publica en Chile Judas Iscariote, el calumniado, La Muchacha de La Guaira y Cuba, la isla fascinante .

1956. Julio:

Invitado al Congreso de los Trabajadores del Transporte, Bosch viaja a Viena, Austria, vía Bélgica, con Ángel Miolán y Nicolás Silfa para solicitar el bloqueo contra Trujillo.

Agosto:

Publica en Chile Cuento de Navidad .

26 de septiembre:

Termina de redactar David, biografía de un rey .

1958. 26-29 de marzo:

Bosch es hecho preso por la policía de Batista en La Habana. Es liberado por presión de intelectuales y el 4 de abril viaja a Caracas.

18 de noviembre:

Inicia un ciclo de conferencias sobre la técnica del cuento en la Universidad Central de Caracas.

Durante el año:

En la antología Les Vingt Melleures Nouvelles de l’Amerique Latine (París), se incluye la traducción en francés de El indio Manuel Sicuri .

1959. 27 de febrero:

Conferencia de Bosch en la Universidad Central de Caracas sobre la dictadura de Trujillo. De esa conferencia saldrá luego su libro Trujillo: causas de una tiranía sin ejemplo.

14 de junio:

Expedición de Constanza, Maimón y Estero Hondo, integrada por dominicanos, cubanos, venezolanos, americanos y otros latinoamericanos que luchaban por la libertad de la República Dominicana.

1960. 24 de junio:

Rómulo Betancourt, Presidente de Venezuela, es objeto de un atentado por órdenes de Trujillo.

25 de noviembre:

Las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal son asesinadas por órdenes de Trujillo.

27 de diciembre:

Termina de escribir Simón Bolívar, biografía para escolares . Este libro lleva, por iniciativa de Carmen Valverde de Betancourt, un prólogo de Rómulo Gallegos.

1961. Abril:

Bosch es nombrado profesor del Instituto de Educación Política de Costa Rica.

30 de mayo:

Rafael L. Trujillo Molina es ajusticiado en las afueras de Santo Domingo.

5 de julio:

Llega a Santo Domingo la Comisión Ejecutiva del PRD, integrada por Ángel Milóna, Nicolás Silfa y Ramón Castillo. Se difunde por La Voz Dominicana un mensaje de Juan Bosch al pueblo dominicano.

11 de julio:

Se forma en Santo Domingo la Unión Cívica Nacional.

16 de julio:

Primer mitin del PRD en Santo Domingo.

17 de octubre:

El gobierno dominicano expide documento de viaje a Juan Bosch para regresar a la República Dominicana.

20 de octubre:

Regresa a Santo Domingo luego de 24 años de exilio.

19 de octubre:

Ramfis Trujillo ejecuta a los supervivientes del complot contra su padre.

28 de diciembre:

Disolución del Partido Dominicano.

1962. Durante el año:

La Librería Dominicana publica dos libros de cuentos de Juan Bosch: Cuentos escritos en el exilio, Mas cuentos escritos en el exilio y una interpretación de la historia costarricense.

17 de diciembre:

Debate, transmitido por radio y televisión, entre Juan Bosch y el padre Láutico García.

20 de diciembre:

Juan Bosch, candidato del Partido Revolucionario Dominicano, es elegido Presidente de la Republica.

1963. 2 de enero – 10 de febrero:

El presidente electo, Juan Bosch, se entrevista con los presidentes Kennedy, en Estados Unidos; De Gaulle en Francia y con el primer ministro Harold MacMillan en Inglaterra.

27 de febrero:

Juan Bosch y Segundo Armando González Tamayo se juramentan como Presidente y Vice-presidente de la Republica ante la Asamblea Nacional.

6 de marzo:

Muere en Santo Domingo Ángela Gaviño de Bosch, madre de Juan Bosch. Poco más tarde, el 20 de abril, muere su padre, José Bosch Subirats.

Durante el año:

Primera edición de David, biografía de un rey .

14-17 de septiembre:

Visita de Estado del Presidente Juan Bosch a México.

25 de septiembre:

Golpe de Estado militar contra el gobierno de Juan Bosch. El Presidente es hecho preso en el Palacio Nacional de Santo Domingo.

28 de septiembre:

El depuesto Presidente Bosch es recibido en el aeropuerto de San Juan, Puerto Rico por el Gobernador Luis Muñoz Marín.

21 de diciembre:

Manolo Tavárez Justo y un grupo de militantes del 14 de junio que se habían sublevado en las montanas en protesta contra el golpe de Estado, caen abatidos.

1964. Durante el año:

Bosch termina de escribir, en enero , El oro y la paz ; en abril, Bolívar y la guerra social , y, a finales de julio, Crisis de la democracia de América en la República Dominicana.

1965. 24 de abril:

Golpe de Estado contra el gobierno de facto de la República Dominicana. Estalla un levantamiento popular por el retorno de Bosch a la Presidencia de la República.

28 de abril:

Tropas del ejército de los Estados Unidos ocupan militarmente la República Dominicana. Todos los intentos de Bosch por regresar a su país se vieron frustrados.

28 de junio:

Juan Bosch sale ileso de un atentado en su contra en San Juan, Puerto Rico.

3 de septiembre:

El Dr. Héctor García-Godoy es nombrado Presidente Provisional de la República Dominicana.

25 de septiembre:

Juan Bosch regresa a Santo Domingo.

Finales de año:

Se publica en Paris, Saint-Domingue, Crise de la Democratie en Amerique Latine. El mismo libro es traducido al inglés bajo el título: The unfinished Experiment: Democracy in the Dominican Republic.

1966. Principios de año:

Se publica en Londres y Nueva York la traducción de David, biografía de un rey bajo el titulo de David, The Biography of a King . Se edita en Londres The Unfinished Experiment: Democracy in the Dominican Republic .

1 de junio:

Se celebran elecciones generales en Republica Dominicana, aún con las tropas de intervención de Estados Unidos en el país. Joaquín Balaguer, candidato del Partido Reformista, resultó electo Presidente de la República.

Septiembre:

Las Tropas del ejército de los Estados Unidos desocupan la República Dominicana.

27 de noviembre:

Bosch parte para España donde escribirá Composición social dominicana, De Cristóbal Colón a Fidel Castro y El pentagonismo, sustituto del imperialismo. Esta última sería traducida a más de doce idiomas.

1967. Durante el año:

La Universidad de Los Andes (Venezuela) publica los Apuntes sobre el arte de escribir cuentos de Juan Bosch, bajo el título: Teoría del cuento. Pentagonismen, traducción al danés de El Pentagonismo , se publica en Dinamarca.

1968. Mediados de año:

El cuento de Juan Bosch En un bohío es premiado en Madrid.

Octubre:

Juan Bosch es invitado por el Mariscal Tito a Yugoslavia. También viaja por otros países de Europa del Este. Se edita en inglés Pentagonism de Juan Bosch.

1969. Principios:

Les Editions du Seuil, París, publica Le Pentagonisme ; también es traducido al sueco bajo el título de Pentagonismen .

6 de mayo:

Juan Bosch termina la redacción de la Tesis de la Dictadura con respaldo popular. Desde hace unos meses residía en París donde terminó de redactar el 6 de julio, su monumental historia del Caribe: De Cristóbal Colón a Fidel Castro.

Octubre-noviembre:

Viajes a los Antípodas: Corea, China, Vietnam y Cambolia.

1970. Principios de 1970:

O Pentagonismo, substituto do imperialismo se publica en Portugal

17 de Abril de 1970:

Regreso de Juan Bosch a Santo Domingo. Días antes había terminado su Breve historia de la Oligarquía , y en Santo Domingo se acababa de publicar su obra Composición Social Dominicana .

Agosto:

Bosch inicia la publicación de la Colección Estudios Sociales , una serie de folletos para la capacitación política de los militantes del PRD.

1971.20 de agosto:

Se pone en circulación en Santo Domingo Tres conferencias sobre el feudalismo de Juan Bosch.

1972. Durante el año:

Juan Bosch intensifica sus charlas radiales con la finalidad de educar políticamente al pueblo. Se pública el primer número de la revista Política, Teoría y Acción, órgano teórico del PRD.

1973. 18 de noviembre:

Bosch renuncia del Partido Revolucionario Dominicano el cual, junto a otros dominicanos del exilio, había fundado en 1939 en la Habana , Cuba.

15 de diciembre:

Juan Bosch, junto a quienes renunciaron con él del PRD, funda el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

1974. 1ero. De agosto:

Se pone en circulación el periódico Vanguardia del Pueblo, órgano oficial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

1975. 11-18 de enero:

Forma parte de los miembros del Tribunal Russell II en Bruselas, Bélgica.

Abril:

Las ediciones Vanguardia publican el folleto De México a Kampuchea de Juan Bosch. En octubre se publica el segundo folleto: Guerrilleros y crisis eléctrica.

Julio:

Se publica Cuentos escritos en el exilio .

Octubre:

El oro y la paz, segunda novela de Bosch, sale a la luz pública.

1973. 13 de febrero:

Ediciones Vanguardia publican De la concordia a la corrupción , de Juan Bosch.

24 de abril:

Juan Bosch obtiene el Premio Nacional de Novela de la República Dominicana con El oro y la paz , editado por primera vez en 1975.

Mediados de año:

Primera edición en Santo Domingo de El Napoleón de las guerrillas .

1977. 30 de septiembre:

Puesta en circulación de nuevas ediciones de las obras de Juan Bosch: Bolívar y la guerra social, Breve historia de la oligarquía, Tres conferencias sobre el feudalismo, El Napoleón de las guerrillas y Judas Iscariote, el calumniado, en el Centro Cultural Masónico de Santo Domingo.

1978. Principios de año: Se pone en circulación la obra de Juan Bosch Viaje a los Antípodas.

16 de mayo:

Antonio Guzmán, candidato del PRD, es elegido como Presidente de la República. El PLD, participa por primera vez en elecciones.

1979. Finales de junio:

Escritores e intelectuales de renombre internacional visitan a Bosch.

1980. Enero:

Comienza a circular el primer número de Política: Teoría y Acción, revista teórica del Partido de la Liberación Dominicana.

1982. Durante el año:

Bosch en colaboración con el venezolano Luis Cordero Velásquez, publica en Caracas, Venezuela, Juan Vicente Gómez: camino del poder .

20 de octubre:

El gobierno cubano condecora a Juan Bosch con la Orden Félix Varela.

Durante el año:

Publica La Guerra de la Restauración y Las clases sociales en República Dominicana.

1983. Marzo:

Casa de las Américas de Cuba publica una selección de cuentos de Juan Bosch: Cuentos.

23 de abril:

Conferencias y artículos de Juan Bosch sale a la luz pública en Santo Domingo.

Noviembre:

Juan Bosch publica El partido: concepción, organización y desarrollo.

1985

Se publican dos libros de Bosch en Santo Domingo: La pequeña burguesía en la historia de la República Dominicana y La fortuna de Trujillo.

1986. 16 de mayo:

Joaquín Balaguer es elegido Presidente de la República. El PLD, obtiene dos senadores y 19 diputados. Bosch publica, en septiembre, El capitalismo tardío en la República Dominicana.

1987. Marzo:

Se edita en Santo Domingo Máximo Gómez: de Monte Cristi a la gloria, Tres años de guerra en Cuba.

15 de septiembre:

Es puesto en circulación en Santo Domingo un nuevo libro de Bosch: El Estado: sus orígenes y desarrollo.

1988. Enero:

La editora Alfa y Omega publica Textos culturales y literarios de Juan Bosch .

28 de febrero:

El Partido de la Liberación Dominicana adopta el Boschismo como teoría del Partido.

24 de marzo:

Es puesta en circulación, en La Maison de l’Amorique Latine de Paris, la colección de cuentos de Juan Bosch, traducidos por Guillermo Piña Contreras y Francoise Mironneau, Vers le port d’Origine .

10 de junio:

El Presidente Fidel Castro condecora a Juan Bosch con la Orden de José Martí, la más alta distinción que otorga el gobierno cubano.

Septiembre-octubre:

Se pone en circulación tres obras de Bosch: Las dictaduras dominicanas, 33 artículos de temas políticos de Póker de espanto en el Caribe.

2 de noviembre:

La sala capitular del Ayuntamiento de la Vega designa una calle con el nombre de José Bosch Subirats.

15 de noviembre:

Juan Bosch obtiene el premio de mejor libro de cuentos extranjeros, de la Fundación FNAC de París, por su libro Vers le port d’Origine .

9 de diciembre:

Juan Bosch es proclamado candidato a la Presidencia de la República Dominicana por el Partido de la Liberación Dominicana para las elecciones del 16 de mayo de 1990.

1989.4 de abril:

Las Américas Society de la Universidad de Columbia, Nueva York, invita a Juan Bosch a dictar una serie de conferencias sobre Eugenio María de Hostos y sobre política dominicana. El 7 de abril, el Departamento de Español de la Universidad de Nueva York organiza un panel de discusión sobre su obra.

23 de junio:

Se inicia las festividades del ochenta aniversario de Juan Bosch y cincuenta años de actividad política organizadas por le comité Pro-Homenaje.

26 de junio:

En acto celebrado en el Palacio Nacional, el Presidente de la República , Joaquín Balaguer, impone a Juan Bosch la condecoración de la Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella, Gran Cruz Placa de Oro.

30 de junio:

En un acto solemne en el Teatro Nacional de Santo Domingo, se ponen en circulación los dos primeros volúmenes de las Obras completas de Juan Bosch.

14 de julio:

Se publica en Santo Domingo El PLD, Un partido nuevo en América , de Juan Bosch.

29 de octubre:

Juan Bosch viaja a Venezuela en donde fue objeto de varios homenajes del Congreso venezolano y del Ateneo de Caracas. Dicta conferencia en la Universidad Central de Venezuela; La gobernación del Estado de Miranda le hace Huésped Distinguido. Se entrevista con el Presidente Carlos Andrés Pérez.

5 de noviembre:

Juan Bosch, invitado por el Departamento de Lenguas Románicas de la Universidad de Harvard, dicta conferencia sobre literatura y política. Luego dicta una conferencia en el Instituto Tecnológico de Massachuttes (MIT) y en la Northeastern University.

1990. Durante el año:

La Editora Alfa y Omega publica Temas económicos I y II y El PLD: Colección de Estudios Sociales.

6 de febrero:

Juan Bosch obtiene el Premio Nacional de Literatura de la Fundación Corripio , Santo Domingo.

13 de marzo:

El PLD, Colección de Estudios Sociales , de Juan Bosch sale a la luz en Santo Domingo.

26 de abril:

Se publica el tomo 3 de las Obras completas de Juan Bosch.

16 de mayo:

Joaquín Balaguer es elegido por quinta vez, en elecciones discutidas, como Presidente de la República. Bosch , candidato del Partido de la Liberación Dominicana , inconforme con los resultados, denuncia irregularidades en el conteo de los votos. El 21, se publica el tomo 4 de las Obras completas de Juan Bosch.

6 de junio:

En protesta por los resultados de las elecciones del 16 de mayo, Juan Bosch devuelve al Presidente Balaguer la condecoración de la Orden del Mérito Duarte, Sánchez y Mella que había recibido el 26 de junio de 1989.

20 de junio:

La editora Dipa Verlag de Frankfurt, Alemania, publica analogía de cuentos de Juan Bosch, traducidos por Klaus Jetz, bajo el título de Das Madchem aus La Guaira.

30 de junio:

Puesta en circulación de los tomos III y IV de las Obras completas de Juan Bosch.

10 de agosto:

Puesta en circulación del tomo II de Temas económicos de Juan Bosch .

1991. Marzo:

Juan Bosch publica Temas históricos (I).

22 de marzo:

Puesta en circulación de las obras de Bosch: Breve historia de los pueblos árabes y Temas históricos (II).

24 de junio:

Se publica el tomo V de las Obras completas de Juan Bosch.

3 de septiembre:

Sale a la luz el tomo VI de las Obras completas de Juan Bosch.

19-25 de octubre:

Bosch visita, como invitado especial, la República de Taiwán. El 24 se publica el tomo VII de sus Obras completas en Santo Domingo.

1992. 1 de enero:

Publicación del tomo VIII de las Obras completas de Juan Bosch.

7 de abril:

El embajador de Ecuador en República Dominicana, Horacio Sevilla Borja, hace la presentación de la edición dominicana de Simón Bolívar: biografía para escolares de Juan Bosch.

10 de septiembre:

Juan Bosch es investido como profesor Honorario de las Facultades de Humanidades, Ciencias Económicas y Sociales, y Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

10 de noviembre:

Muere en Santo Domingo Isabel García Aguiar, primera esposa de Juan Bosch.

27 de noviembre:

La fundación Ayacucho de Venezuela publica una antología de cuentos de Juan Bosch: Cuentos selectos .

13 de diciembre:

Juan Bosch es proclamado candidato a la Presidencia por el PLD, para las elecciones presidenciales del 16 de mayo de 1994.

1993.19 de enero:

Juan Bosch es investido como Doctor Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

28 de mayo:

Juan Bosch es investido como Doctor Honoris Causa en Letras por el City College de la Universidad de Nueva York.

29 de junio:

Puesta en circulación del tomo IX de las Obras completas de Juan Bosch en Casa de Bastidas, Santo Domingo.

30 de junio:

En ocasión del natalicio de Juan Bosch y de sus bodas de oro con Carmen Quidiello de Bosch, una serie de actos son realizados en su honor por el PLD y el comité de Homenaje a Juan Bosch.

2 de julio:

Puesta en circulación del cassette Cuentos de Juan Bosch , narrados por Freddy Ortiz, con los siguientes cuentos: Lado A: 1) La mujer , 2) El cuchillo , 3) En un bohío , 4) El resguardo , Lado B: 1) Los amos , 2) El algarrobo , 3) El alzado , 4) Un niño .

1994. Principios de abril:

Juan Bosch es operado de cataratas en Boca Ratón, West Palm Beach, Florida. Regresa al país el 21 de abril.

16 de mayo:

En la República Dominicana , tras elecciones discutidas, Joaquín Balaguer, candidato a la presidencia de la República por el Partido Reformista Social Cristiano, resulta triunfador en las elecciones presidenciales derrotando a José Francisco Peña Gómez, candidato del Partido Revolucionario Dominicano.

19 de junio:

En el II Pleno Nacional de Dirigentes, Juan Bosch renuncia a sus posiciones ejecutivas en el PLD poniendo fin a 56 años de actividad política.

10 de octubre:

El V Congreso del Partido de la Liberación Dominicana proclama a Juan Bosch Presidente Ad Vitam del Partido.

21 de octubre:

Juan Bosch es investido como Doctor Honoris Causa en Humanidades de la Universidad O & M de Santo Domingo.

24 de noviembre:

El Senado y la Cámara de Diputados de la República Dominicana declaran a Juan Bosch Maestro de la Política y Gloria Nacional.

1995. 26 de enero:

Juan Bosch recibe el premio El Guachupitazo de Oro, por su trascendencia en la vida nacional.

7 de abril:

Juan Bosch es declarado miembro honorario de la Asociación Médica Dominicana (AMD).

28 de abril:

Puesta en circulación de la pieza de teatro La eterna Eva y el insoportable Adán, de Carmen Quidiello de Bosch.

30 de junio:

86 aniversario de Juan Bosch. Transmisión de Programa Especial sobre la Vida y Obra de Juan Bosch a través de una cadena de emisoras en todo el territorio nacional. Encuentro de confraternidad en homenaje a Juan Bosch con la participación de personalidades políticas, empresariales e intelectuales entre los que se distinguen al presidente de la República Joaquín Balaguer a José Francisco Peña Gómez y al Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez.

24 de septiembre:

Juan Bosch es investido como Doctor Honoris Causa de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA).

1996. 29 de enero:

Juan Bosch recibe placa de reconocimiento por sus aportes a la cultura Dominicana y por su condición de ciudadano ejemplar, durante la ceremonia de entrega de los Premios Casandra.

7 de marzo:

Henri Vidal, embajador de Francia en República Dominicana impone a Juan Bosch la Orden del Mérito en el grado de Comendador de Artes y Letras.

2 de junio:

El Partido de la Liberación Dominicana y el Partido Reformista Social Cristiano firman un Pacto Patriótico Nacional en apoyo al candidato del PLD Leonel Fernández, para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 30 de junio.

30 de junio:

Leonel Fernández, candidato del PLD es elegido Presidente de la República Dominicana. Juan Bosch cumple 87 años.

16 de agosto:

Leonel Fernández Reyna se juramenta como Presidente de la República Dominicana.

1997.30 de junio:

Juan Bosch celebra en la Habana su 88 aniversario.

27 de julio:

Vanguardia del Pueblo, órgano del PLD, rinde homenaje a Juan Bosch y le hace entrega de una placa de reconocimiento por su obra política y literaria.

15 de diciembre:

El PLD celebra sus 24 años de fundación.

18 de diciembre:

Una nueva especie de palmera es bautizada con el nombre de Coccothinax boschiana en honor a Juan Bosch. La planta, endémica de la isla, fue sembrada formalmente durante un acto celebrado en la Plaza Central del Jardín Botánico Nacional.

1998. Durante el año:

La Universidad de Puerto Rico edita una Antología personal de Juan Bosch . El PLD publica en un libro sus trabajos en Vanguardia del Pueblo bajo el título de El Periódico del Partido y la comunicación de masas , y la Presidencia de la República dos volúmenes de sus Discursos políticos .

7 de mayo:

Juan Bosch es condecorado por el gobierno francés con la Legión de Honor, en el grado de Gran Oficial.

Durante el mes de junio:

Es investido como Doctor Honoris Causa en Humanidades de la Universidad Tecnológica del Cibao.

30 de junio:

Es investido como Doctor Honoris Causa en humanidades de la Universidad Pedro Henríquez Ureña.

1999. 23 de junio:

Un sello de la serie escritores contemporáneos Dominicanos del Instituto Postal Dominicano es emitido en honor a Juan Bosch en ocasión de su 90 aniversario.

Finales de junio:

En ocasión del 90 aniversario de Juan Bosch, el senado de la república le otorga un pergamino que lo acredita como uno de los más grandes líderes dominicanos del siglo XX. La embajada dominicana en Quito, Ecuador inaugura una biblioteca especializada con el nombre de Juan Bosch.

5 de julio:

Puesta en circulación de las ediciones gemelas de Cuba la isla fascinante , de Juan Bosch. Acto simultáneo en la Biblioteca Nacional José Martí de la Habana , y en la Biblioteca Nacional de Santo Domingo, República Dominicana. Puesta en circulación de Novelas y leyendas completas , de los tomos 3 y 4 de sus Discursos políticos y una edición de Prólogos de Juan Bosch.

15 de octubre:

La Universidad , la Biblioteca Nacional y la Sociedad de Escritores de Chile hacen homenaje a Juan Bosch por su aporte a la literatura de lengua española. Bosch estuvo representado por su esposa Carmen Quidiello de Bosch.

20 de diciembre:

La Federación Latinoamericana de Periodistas (FELPA) acoge la propuesta de la Asociación de Periodistas Profesionales (APP) de la República Dominicana para otorgar a Juan Bosch el Premio José Martí a la Excelencia del Periodismo Dominicana, en su mención Escritor Destacado del Siglo.

Por Guillermo Piña Contreras

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Juan Bosch

April 17, 2019 By dillon Leave a Comment

JUAN BOSCH
MAESTRO DE LA NARRATIVA LATINOAMERICANA
FERNANDO UREÑA RIB

Ascencion, pintura al oleo de Fernando Ureña Rib

DANZAS BAJO LA LLUVIA. PINTURA AL ÓLEO DE FERNANDO UREÑA RIB

LA GRAN OBRA NARRATIVA DE JUAN BOSCH

FERNANDO UREÑA RIB

La aparente simplicidad, tanto del tono como del vocabulario, nos hace olvidar a veces la compleja y rica estructura secuencial de la narrativa del escritor dominicano Juan Bosch. La agudeza en esa simplicidad aparente es la fortaleza y la gracia de la marcha en esa narrativa ejemplar y en sus transiciones, su manera precisa de plantear el problema o la trama y lo intrincado e infranqueable de los aspectos desfavorables a la felicidad o a la paz del protagonista.

Juan Bosch hace sentir al lector el paso descansado y grave de sus personajes, lo amargo de su queja, el desprendimiento y la entrega del hombre sencillo que lucha contra un destino adverso e implacable. La realidad es observada desde la óptica del sufriente, del doliente, del desamparado que muchas veces se torna en el lector mismo, a quien le cede su puesto el protagonista olvidado, adusto y solitario.

El tránsito, de lugar, de ánimo, de situaciones o parajes es continuo y a veces casi imperceptible, pero la narrativa de Bosch nos va asomando al paisaje interior del personaje a las brumas que bordean el alma de los poderosos y de los pudientes y nos va arrastrando hasta mostrarnos y hacernos sufrir de sus viles maquinaciones.

Cada párrafo de un cuento de Juan Bosch es una aproximación, además, a la comprensión de las estructuras políticas y sociales de nuestros pueblos. En ellos se percibe, quizás muy sutilmente, esa primera vocación del escritor: La escultura. Juan Bosch me mostró con envidiable ternura, una cabeza que realizó en sus años juveniles.Al moldear la cabeza, el escultor va añadiendo pequeñas masas de dúctil arcilla y con la yema de los dedos va pulseando las formas, hasta encontrar el parecido del personaje. Este sistema parece ser aplicado a sus cuentos, porque no se nos da todo de golpe, sino gradualmente se especifican los contornos, se define el perfil y se presentan los rasgos distintivos de ese personaje. Narrador y escultor, Juan Bosch permanece como un dechado de virtud, de rectitud moral, de sencillez y precisión.

FERNANDO UREÑA RIB

Literatura y política en la figura de Juan Bosch
Joaquín M. Jiménez Ferrer

(Puertorriqueño. Posee una Maestría en Filosofía de la U.P.R. Es profesor de Filosofía y Humanidades en el Universidad de Puerto Rico en Humacao.)

Toda creación cultural debe entenderse y explicarse en el contexto amplio de la vida histórica y social de los pueblos. La arena de la política constituye, dentro de ese contexto, el terreno inmediato sobre el cual se llevan a cabo las luchas que redundarán en la creación de los pueblos y de su producción cultural.

La figura del profesor Juan Bosch encarna un vivo y claro ejemplo de la estrecha conexión entre literatura y política. En la obra que nos ocupa, merecedora del Premio Anual de Literatura (1996) de Santo Domingo en el género de ensayo, Eugenio de J. García Cuevas, crítico literario dominicano radicado en Puerto Rico, se lanza a la tarea de examinar esta relación concentrando su atención en el estudio de la obra, La Mañosa (novela de las revoluciones), publicada por Bosch en el año de 1936.

El autor está firmemente convencido de que leer o investigar una obra literaria sin tomar como fundamento lo que sucede dentro del ámbito social, político y económico, constituye un acercamiento muy pobre y parcial que le resta validez al examen de la misma. Por eso nos plantea que cualquier intento de explicar la producción intelectual de Juan Bosch debe tomar en cuenta el devenir histórico, político y social de la República Dominicana, del Caribe y de Hispanoamérica, en el marco de la historia universal. García Cuevas recalca que aún en la primera etapa creativa de Bosch, en la que su empeño consciente se dirigía sólo a las letras, su escritura no pudo escapar de la política. De ahí que se comprometa a realizar un estudio de conjunto, sin separar un ámbito del otro.

Para llevar a cabo la tarea propuesta, el autor divide su obra en seis capítulos, tres apéndices y una bibliografía. En el primer capítulo, se ofrece una visión general del contexto histórico, político e intelectual en que se escribió y publicó La mañosa. El segundo presenta el panorama literario de la República Dominicana entre 1912 y 1936, y el lugar de Juan Bosch dentro del mismo. El tercer capítulo pinta el cuadro de la trayectoria evolutiva del pensamiento político y literario de Bosch. Con ello, el autor pretende abrir el camino y sentar las bases para futuras investigaciones que tomen como norte la correlación entre literatura y praxis política. El cuarto capítulo considera las ediciones que se han hecho de la novela en cuestión y la crítica de que ha sido objeto. El quinto capítulo se dedica propiamente al estudio de La mañosa. El autor examina cada uno de los veinte capítulos de la obra, mostrando cómo se presenta y se refleja en ésta la visión de mundo de la pequeña burguesía con sus correspondientes percepciones sociales, económicas y políticas. El sexto y último capítulo traza la estructuración de esa visión de mundo en la historia dominicana.

Los primeros dos apéndices cumplen la función de presentarnos una esquematización del texto, mediante su reducción a breves unidades narrativas, discursivas y descriptivas. Por su parte, el tercer apéndice nos proporciona un breve cuadro general sobre la figura del caudillo en la historia dominicana, desde mediados del siglo XIX hasta el advenimiento de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.

La extensa bibliografía contiene, en primer lugar, las obras de Bosch, dividiéndolas en novelas, cuentos, ensayos, artículos, prólogos y folletos. En segundo lugar, se presentan las críticas a la obra de Bosch y las entrevistas que se le han realizado. Por último, se incluyen obras sobre la historia, la política, la economía y la literatura, tanto de la República Dominicana, como de América y del mundo.

García Cuevas clasifica la obra literaria de Juan Bosch de la siguiente forma: 1. Obras de ficción: poemas de juventud, cuentos y novelas. 2. Estudios sociohistóricos: Ensayos sociológicos, históricos y económicos. 3. Biografías: Eugenio María de Hostos, Simón Bolívar, Máximo Gómez, Pedro Santana, etc. 4. Ensayos políticos y teóricos: escritos sobre teoría y práctica política. 5. Testimonios y crónicas: notas sobre viajes y vivencias personales. 6. Propaganda política: escritos con fines proselitistas. 7. Escritos coyunturales: artículos aparecidos en periódicos y revistas, principalmente, donde polemiza u opina sobre acontecimientos coyunturales inmediatos. 8. Obras teológicas: escritos sobres personajes bíblicos como Judas y David.

Para adentrarnos en el cuerpo de la obra de García Cuevas, prestaremos atención a su descripción y explicación de la evolución política y literaria del autor de La mañosa. El doctor Juan Bosch nace en La Vega, República Dominicana, en el 1909. Su padre, José Bosch Subirats, de origen catalán, llegó a Santo Domingo en el 1900 y en el 1906 se casó, en La Vega, con la puertorriqueña Angela Gaviño.

El autor divide la trayectoria literaria y política de Bosch en cuatro etapas. La primera etapa transcurre desde 1929 hasta 1938. Como antecedente de la misma, hay que señalar que la invasión militar norteamericana de 1916 sirvió de telón de fondo a su niñez y despertó en él cierto sentido nacionalista y patriótico. Haber visto bajar de los edificios públicos la bandera dominicana para izar la bandera de los Estados Unidos de Norteamérica, provocó una fuerte impresión en el niño de apenas siete años de edad. Los frecuentes viajes por las zonas agrícolas del país despertaron en el niño admiración por la gente del campo. Es así como a la edad de ocho años comienza a escribir y a ilustrar sus primeros cuentos.

En 1929, contando solamente con veinte años de edad, dejó registrado su temor de que los intentos reeleccionistas de Horacio Vásquez desembocaran en un golpe de Estado. Bosch sospechaba que el panorama político del país era favorable para que emergiera un dictador. El artículo, publicado en el periódico El Mundo del 16 de septiembre de 1929, es indicativo de la temprana sensibilidad política de éste. En el 1933, en plena dictadura trujillista, publica Camino Real, libro que de acuerdo con varios críticos, inicia el cuento moderno en la República Dominicana. En ese texto hay un cuestionamiento implícito de las condiciones de vida de los campesinos bajo la dictadura trujillista.

Su segundo libro, Indios, apuntes históricos y leyendas (1935), es un ensayo acompañado de tres leyendas sobre la vida de los aborígenes antes de la llegada de los españoles. García Cuevas advierte que algunos historiadores de la literatura han catalogado incorrectamente este libro como uno de cuentos. El texto de esta obra está revestido de gran lirismo metafórico. El autor piensa que la situación tensa ante el régimen trujillista es el motivo por el cual Bosch abandona el tema campesino en 1935 y escribe sobre un tema que puede parecer un intento de evasión. Recuperar el pasado indígena y presentarlo como una utopía era subvertir el estado de cosas de la dictadura.

Con la publicación de La mañosa en 1936 y su salida del país en enero de 1938, se cierra la primera etapa de Juan Bosch. En esta novela se recrea el pasado caudillista previo a 1930, el cual constituye la raíz histórica de la dictadura trujillista. Para salir del país en 1938, Bosch se vale de la excusa de que debía llevar a su esposa a Puerto Rico a recibir tratamiento médico. El tirano lo dejó salir, porque ocupaba un cargo en el Departamento de Estadística y, además, le había ofrecido el puesto de Diputado en el Congreso. El dictador pensó que Bosch no rechazaría tal ofrecimiento. Cuando Bosch sale del país, se enfrenta a la disyuntiva de dedicarse a la literatura o a la política, pero Eugenio María de Hostos (1839-1903) le brindaría las claves para ocuparse de la política sin abandonar la literatura.

La segunda etapa de la trayectoria de Bosch se extiende desde 1939 hasta 1962. En el exilio entró en contacto directo con la obra de Hostos, conjugó su oficio de escritor con la actividad política, se convirtió en uno de los dirigentes más importantes de la resistencia antitrujillista en el exilio, y recorrió varios países latinoamericanos. Tras el asesinato de Trujillo en 1961, Bosch regresó a la República Dominicana y ganó las elecciones de 1962, como candidato del Partido Revolucionario Dominicano que él había fundado en 1939.

Su encuentro con el pensamiento de Hostos, llevará a Bosch a adoptar un idealismo moral que se traducirá en la lucha por liberar a su país de la dictadura que lo oprimía. Según Bosch, el ascenso de Franco en España y el inicio de la Segunda Guerra Mundial fueron acontecimientos decisivos para que él decidiera unirse a la oposición antitrujillista en el exilio.

De su descubrimiento de Hostos, nacen dos libros: Mujeres en la vida de Hostos (1938 y 1988) y Hostos, el sembrador (1939 y 1976). Además de sus ensayos, publicó en 1941 los cuentos: El socio, Dos pesos de agua, El río y su enemigo y Luis Pie. En el 1947, publicó Ocho cuentos. En 1955, en Chile, aparecen Judas Iscariote, el calumniado, La muchacha de la guaira y Cuba, la isla fascinante. Cuento de Navidad es de 1956. En el 1958 publicó en Venezuela sus ensayos El arte de escribir cuentos. Trujillo, causas de una tiranía sin ejemplos, data de 1959. En 1960 publica su famoso cuento La mancha indeleble y Bolívar, biografía para escolares. En 1962, año de su triunfo electoral, recopiló sus cuentos, para los lectores dominicanos que desconocían su obra, en los volúmenes: Cuentos escritos en el exilio y Más cuentos escritos en el exilio.

Para Juan Bosch, la llegada a la presidencia de su país significó la posibilidad real de iniciar el proyecto liberal que se remontaba al ideal de los trinitarios de 1844, los restauradores de 1865, los nacionalistas de principio de siglo y de los antitrujillistas del exilio. Desde el poder, creyó que por fin su país podría encarrilarse por el camino de la democracia representativa y liberal. Pensó que era posible la revolución pacífica por medio de la educación que Hostos había predicado. Su esquema mental se desplomó cuando el 25 de septiembre de 1963 fue derrocado por un sector de las fuerzas armadas dominicanas, la oligarquía y la colaboración del Pentágono norteamericano.

A raíz de lo anterior, García Cuevas describe la tercera etapa de la trayectoria de Bosch como una de desilusión y de búsqueda. Esta etapa comienza en 1963 y finaliza en 1966. La crisis en que había entrado el pensamiento de Bosch tras el golpe de 1963 se agudizaría en 1965 con la segunda intervención militar norteame-ricana en suelo dominicano en el presente siglo. El modelo político de la democracia representativa y liberal, que le había dado sentido a sus acciones desde 1939 hasta 1963, no había funcionado en su país. La invasión militar norteamericana de abril de 1965 haría a Bosch dar un salto radical hacia el marxismo.

Según García Cuevas, el camino recorrido por Bosch para llegar al marxismo siguió tres etapas. Primero, cuestionó el sistema democrático representativo. Segundo, estudió a fondo la política internacional norteamericana en América Latina. Tercero, inició el estudio de los clásicos del marxismo y, simultá-neamente, viajó por varios países socialistas de Europa y del continente asiático.

A partir de 1967, se inicia la cuarta etapa en el pensamiento de Bosch. Esta etapa se extiende hasta el presente. Bosch abandona la defensa de la democracia representativa y se convierte en un crítico de este sistema político y en un proponente de cambios revolucionarios. Como parte de su nuevo proyecto, se propuso entender para sí y explicar a la militancia de su partido, desde la perspectiva del materialismo histórico, cómo funcionaba el capitalismo. A la misma vez, estudió el desarrollo histórico de la sociedad dominicana, empleando el instrumento conceptual de la lucha de clases. Sus primeros libros en esta línea ideológica fueron: El pentagonismo, sustituto del imperialismo (1967), Tesis de la dictadura con respaldo popular (1969), De Cristóbal Colón a Fidel Castro (1969), Breve historia de la oligarquía (1970), y Composición social dominicana (1970).

En el año 1973, convencido de que el partido fundado por él y otros compatriotas no admitiría transformaciones, Bosch fundó junto con un reducido grupo de seguidores, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), del cual fue su candidato presidencial hasta las elecciones de 1994. Su principal consigna fue la de liberar al país de cualquier tipo de opresión, teniendo como aspiración final completar la tarea iniciada por el liberalismo revolucionario desde mediados del siglo XIX. El hecho de que Bosch no fundara un partido exclusivamente obrero o no se afiliara al Partido Comunista se debió a que, desde su incursión en el marxismo, mantuvo cierta distancia y autonomía frente a la ortodoxia oficial. Bosch negó la existencia y conciencia de clase del pro-letariado dominicano, porque pensó que la pequeña burguesía era el componente principal de la sociedad dominicana y que, en alianza con los trabajadores y campesinos, era la clase que debía organizar y dirigir cual-quier proceso revolucionario.

El PLD, con los métodos de trabajo impulsados por Bosch, se desarrolló y creció de tal forma, que ya para 1990 era la principal fuerza política del país. Dos años antes, el Comité Central de esta organización había sometido un documento a la base del partido, donde afirmaba el «boschismo» como teoría política y oficial de la organización. La propuesta declaraba que la aportación de Bosch en el campo de la historia, la economía y la política, entre otras, había permitido que su análisis de la sociedad dominicana se constituyera en una guía para la lucha efectiva en pro del ideal de liberación nacional.

Como habíamos apuntado al comienzo, García Cuevas monta su investigación sobre la política y la literatura en la personalidad de Juan Bosch, tomando la novela La mañosa como el centro de su trabajo. Entre sus opciones tenía la copiosa obra cuentística de Bosch, dos novelas y los en-sayos. Los cuentos ya habían sido estudiados de forma considerable por la crítica y la obra ensayística aún no estaba concluida. Le restaban dos opciones: La mañosa y El oro y la paz (1964). El autor optó por la primera, por entender que en ella es donde mejor se conjugan la literatura y la política. La mañosa, según García Cuevas, es una novela más política que histórica, en la cual la historia es un pretexto para la revisión política.

La necesidad de explicar por qué Juan Bosch escribió una novela sobre las luchas caudillistas en una época en que éstas eran consideradas como asuntos del pasado, es el resorte inmediato que conduce a García Cuevas a iniciar su investigación considerando las condiciones políticas y económicas que perfilan la República Dominicana de los años treinta. El autor establece que el ascenso de Trujillo al poder estuvo vinculado a varios factores, a saber: 1. La ocupación militar nortea-mericana de 1916 a 1924. 2. El ejército policiaco que creó el gobierno de ocupación. 3. El favoritismo horacista que promovió su ascenso al poder. 4. El acaudillamiento que consiguió en las filas del ejército. 5. Sus características personales. 6. Su vinculación directa con el movimiento cívico que, planteando la necesidad de un «hombre nuevo», produjo el derroca-miento de Horacio Vásquez.

Rafael L. Trujillo ingresó al cuerpo militar norteame-ricano en 1919, y ya para el 1928 era el militar más poderoso del país. El despil-farro y la corrupción administrativa del régimen de Vásquez, más sus deseos continuistas, abonaron el terreno para que éste apro-vechara la coyuntura de 1930 y apoyara solapadamente la conspiración dirigida por Rafael Estrella Ureña, que eventualmente lo llevaría al poder. Con la renuncia del presidente Vásquez se produjo una crisis política y Estrella Ureña pasó a ocupar provisionalmente la presidencia hasta que se celebraran elecciones. Trujillo presidente y Estrella Ureña vicepresidente: ésta sería la consigna. La fórmula Trujillo-Estrella Ureña resultó ganadora y el 16 de agosto de 1930 tomaron pose-sión de sus cargos, iniciando lo que maquiavélicamente llamarían la «Era gloriosa», «Era del progreso» y «Era de la paz», entre otros epítetos.

El autor señala que el surgimiento de la dictadura de Trujillo está estrechamente vinculado a la caída de la bolsa de valores acaecida en 1929, ya que a raíz de ésta se produjo una drástica reducción en los ingresos por exportaciones. La baja de los ingresos fiscales, combinada con las presiones internacionales al país para que pagara su deuda externa, más la parálisis casi total del sistema agroexportador, exigía un esquema de poder que enfrentara la situación mediante una institución sólida y estable. Lamentablemente, la única institución que cumplía con tales características era el ejército policiaco de Trujillo. Por su parte, los nortea-mericanos comprendieron que la protección de sus intereses globales de dominación requiría la instauración de un régimen despótico que tuviese mayores poderes para contrarrestar las tendencias caóticas de la economía.

Para Bosch, la dictadura trujillista fue consecuencia directa del atraso histórico de la sociedad dominicana y de la inexistencia de una burguesía nacional que impulsara el capitalismo. De acuerdo con Bosch, Trujillo aprovechó la infraestructura que iniciaron los norteamericanos y se convirtió en el principal propulsor de la modernización capitalista en la república y, al igual que otros autores, relaciona su ascenso político a la gran crisis de 1929 y a las intenciones reeleccionistas de Horacio Vásquez.

En cuanto a la acusación del historiador y sociólogo, Franklin Franco, en el sentido de que la novela La mañosa es apologética del régimen trujillista, García Cuevas refuta la misma señalando que esta acusación es el resultado de leer la novela como un artículo periodístico más de los que escribió su autor, olvidando que la novela es una producción simbólica con carácter estético y que exige otro tipo de lectura. García Cuevas asegura que su lectura crítica del texto demuestra, entre otros hallazgos, que la recreación del pasado caudillista desde el presente trujillista, tiene su génesis en una estructura nostálgica que genera a su vez otra estructura irónica y que ambas explican indirectamente el por qué del trujillismo. Si el juego de voces propicia, por momentos, identificar pasajes que permitan pensar que la novela es pro trujillista, también hay otros que apuntan que no .

El autor concluye que, aunque Bosch no se propusiera escribir de forma consciente un texto irónico que pudiera interpretarse como un conflicto directo de él con la dictadura, por el peligro que esto representaba para sí y su familia, pudo reproducir una ironía hacia la dictadura de forma inconsciente, pero mediatizada por la nostalgia y la frustración de la clase social de la cual provenía: la mediana pequeña burguesía.

Sobre la relación entre el proyecto trujillista y los intelectuales, el autor plantea que, dado que la idea y creación de una sociedad democrática al estilo liberal fue la mayor aspiración de los intelectuales liberales domini-canos desde mediados del siglo XIX, el mínimo acercamiento para explicar la relación de Trujillo con la intelectualidad de tendencia liberal que lo apoyó debe tomar en cuenta los intentos fallidos de ese objetivo hasta 1930. Trujillo logró seducir a muchos de estos intelectuales, porque al princi-pio de la dictadura incorporó a su sistema discursivo parte de los preceptos que el liberalismo venía repitiendo desde mitad del siglo XIX. Fue de una concepción fatalista sobre el pasado y el futuro dominicanos que, intelectuales que incluso habían entrado en contacto con el pensamiento socialista, ter-minaron apoyando al régimen. En el año 1955, a los 25 años de la dictadura, Joaquín Balaguer, pilar orgánico del aparato ideo-lógico del régimen, afirmaba que Dios y Trujillo, siendo Trujillo tocado desde el princi-pio por una especie de predesti-nación divina, eran la explica-ción de la supervivencia del país y de la actual prosperidad de la vida dominicana.

Las ideas de José Enrique Rodó y su obra Ariel (1900), tuvieron un gran impacto sobre la intelectualidad dominicana y la encaminaron al apoyo del trujillismo. En Ariel se hacía un llamado a la juventud hispanoamericana para hacer frente al utilitarismo norteame-ricano. Estas ideas encontraron en la República Dominicana las condiciones propicias para su fructificación debido a que, desde la caída de Ulises Heureaux en 1899, el pueblo dominicano se desangraba en una constante lucha política que por un lado, favorecía la ingerencia norteamericana, mientras por el otro, hundía a las nuevas generaciones en el más oscuro pesimismo. Años más tarde, Trujillo tendría la astucia para atraer a los jóvenes intelectuales e integrarlos a su gabinete. A la mayoría de éstos le tocaría la misión de encubrir, encontrándole a cada situación su correspondiente explicación para la historia. Y, como es natural al momento de elaborar lo que pudiera considerarse como la filosofía del régimen, ellos dieron nueva formulación a esas mismas teorías.

Así, encontramos que el pensamiento de Rodó le sirvió a los jóvenes intelectuales para racionalizar y justificar los valores y virtudes del liberalismo, adjudicándoselos a la dictadura a la que servían. El arielismo se había transformado de ideología libresca en praxis política con la fundación del Partido Liberal Reformista, partido que presentó fuerte oposición a la intervención norteamericana de 1916, con Santiago Guzmán Espaillat a la cabeza. Los arielistas creyeron en la posibilidad de lograr una transformación política, económica y social por medio de la educación. Ante las circunstancias políticas y la urgencia cotidiana bajo el régimen de Trujillo, tuvieron que rendirse y sus valores e ideales fueron supeditados al utilitarismo del trujillismo. Cuando la realidad empírica se impuso, ya era demasiado tarde para volver atrás. Quedaron atrapados y no les quedó otro camino que cola-borar, puesto que era cuestión de vida o muerte el volver atrás. Así quedaba consumada la idea de Rodó de que son las inteligencias superiores las que deben dirigir la sociedad.

Sobre el rol de Bosch dentro de esta coyuntura política, García Cuevas sostiene que, independientemente de los artículos que escribiera Bosch a favor de Trujillo, éste no simpatizaba ni política ni ideológicamente con la dicta-dura y aunque no ofreció resis-tencia inmediata al régimen, su rápida incorporación a la lucha antitrujillista, ya en el exilio, era indicio de que su visión de mundo había superado las limitaciones de la conciencia real de los intelectuales arielistas. Esto, entre otros fac-tores, porque su pensamiento estaba influido por una ten-dencia del liberalismo revolu-cionario que no era excluyente de los sectores populares.

No debemos olvidar además, el artículo que Bosch había publicado en 1929, en el que advertía sobre el peligro de una nueva dictadura. Notable es también el hecho de que en enero de 1934, Juan Bosch fue apresado y encarcelado bajo la sospecha de conspiración contra el régimen mediante la colocación de una bomba. Bosch relata que, mientras se encontraba visitando a su novia, a fines de noviembre de 1933, escuchó una fuerte explosión. Dos o tres días después, se enteró de que ese estruendo había sido producido por una bomba que lanzaron al cementerio de la capital. El día 3 de enero de 1934, Bosch fue apresado en la casa de sus padres por la policía trujillista y llevado a la cárcel de la fortaleza Ozama. Después de permanecer preso durante dos semanas en el lugar, fue trasladado a Nigua, una de las peores cárceles del régimen trujillista, donde contrajo la enfermedad del paludismo y finalmente, por mediación del escritor César Herrera, fue dejado en libertad. El argumento que Herrera dio a Trujillo para que lo dejaran en libertad fue que Bosch podía morir en la cárcel y dado que éste era un escritor conocido en el país y en el extranjero, su muerte perjudicaría al gobierno.

Se infiere del incidente anterior que, ya en 1933, se desconfiaba de Bosch y se le veía con potencialidad para convertirse en antitrujillista, lo que lo colocaba evidentemente entre los escritores que no eran vistos con simpatías por el régimen. Tras el exilio de Bosch en 1938, el tirano ordenaría que el nombre del escritor y sus obras quedaran terminantemente prohibidos en el país.

El estudio de García Cuevas demuestra, como balance final, que La mañosa, a pesar de haber sido leída desde diversos ángulos, no fue considerada seriamente como obra importante para entender y explicar la temprana vinculación de su autor con el liberalismo revolucionario dominicano que no era excluyente de los sectores populares ni como novela de crisis histórica de la pequeña burguesía nacionalista y liberal de los años treinta en la República Dominicana. La mañosa aparece entonces, como un texto fundamental para entender la rápida incorporación de Bosch al lado del pensamiento y la praxis política dominicana que aspiraba a la modernización y a la democracia liberal.

En conclusión, la obra de Eugenio de J. García Cuevas constituye un aporte fundamental al entendimiento de una personalidad ejemplar de nuestra América en el siglo XX, en la que la literatura y la política constituyen una unidad complementaria. La lectura del texto es altamente recomendable, puesto que le brinda al lector de manera muy clara, pero sin perder ni un ápice de una rigurosidad fundamentada en rica evidencia documental, una amplia y precisa visión de la historia política dominicana desde mediados del siglo pasado hasta el presente.

García Cuevas, Eugenio. Juan Bosch: novela, historia y sociedad. San Juan, P.R.: Isla Negra, 1995. 230 págs.

JUAN BOSCH, NARRADOR DE PURA ESTIRPE

PEDRO DE LA HOZ
(Cubano)

Cuando Juan Bosch llegó en 1939 por primera vez a Cuba, a los 30 años de edad, ya había causado inquietud en el panorama literario de Santo Domingo. Más aún que Indios, apuntes históricos y leyendas (1935), una monografía lírica dedicada a promover la olvidada y desaparecida contribución aborigen a la identidad dominicana, su novela La mañosa (1936) había desatado un vendaval por su propuesta subversiva por su ímpetu social y su declarada intención política. No en balde esa novela fue subtitulada por el propio Bosch como “novela de las revoluciones”.

Con el paso del tiempo, La mañosa se ha convertido en un hito de obligada referencia en la literatura dominicana y caribeña del siglo XX. Desde el punto de vista compositivo, el texto se emparenta con una zona de la narrativa latinoamericana en boga por esa época, es decir, la producción del venezolano Rómulo Gallegos, el colombiano José Eustaquio Rivera, el mexicano Mariano Azuela, que heredaban del realismo crítico europeo de la centuria anterior los instrumentos para presentar relaciones telúricas y confrontaciones sociales. En su novela Bosch realiza un muy serio intento por explicar la incapacidad política de la frágil burguesía nacional emergente y la irrupción del caudillismo, que en su país tendría como fuerza gravitatoria un nombre tristemente célebre: Leónidas Trujillo.

La mañosa ha sido reivindicada en los últimos años como una pieza clave, según el ensayista Eugenio García Cuevas, “para entender y explicar la temprana vinculación del autor con el liberalismo revolucionario dominicano que no era excluyente de los sectores populares ni como novela de crisis histórica de la pequeña burguesía nacionalista y liberal de los años treinta”.

Sin embargo, y pese a que muchos años después, en 1975, diera a conocer otra novela, El oro y la paz, sus más bruñidas armas literarias las dedicó al cuento. Un buen momento para los lectores cubanos se debió a Casa de las Américas, que editó en 1983 una excelente antología de sus narraciones cortas. Mas, para ser precisos, el conocimiento del cuentista Juan Bosch por nuestros lectores comenzó desde mucho antes: durante su larga estancia habanera, casi siempre una vez al mes, la revista Bohemia, de la cual era colaborador de planta, publicó narraciones suyas. Una selección de estos fueron reunidos en el volumen Ocho cuentos (1948) en una tirada costeada por el propio autor. Y antes, en 1941, la Imprenta A. Ríos, también de la capital cubana, había publicado Dos pesos de agua. Fue con Luís Pie, uno de los cuentos escritos entre nosotros, que ganó el Premio Alfonso Hernández Catá, uno de los más prestigiosos galardones literarios que se concedía en Cuba y que tuvo gran resonancia en el ámbito hispanoamericano hacia la medianía del siglo XX.

Sus narraciones cortas cumplen con los principios enunciados en el famoso decálogo de Horacio Quiroga. Se hacen notar por la economía de medios de expresión y los puntos de giro sorpresivos, que sustancian una estética realista y una prospección social incisiva.

Para un lector cubano leer hoy los cuentos de Juan Bosch puede resultar una experiencia tan útil y vivificante como volver a las páginas de nuestros Onelio Jorge Cardoso y Luís Felipe Rodríguez: en ellos habita el fulgor de las palabras en su batalla por apresar realidades sociales en sus momentos más críticos, dramáticos y definidores

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