MÓNIKA DESPRADEL
EN LA DANZA CONTEMPORÁNEA
DOMINICANA
SANTO DOMINGO.-
Mónika Despradel y Guillermo Cordero se juntan en la producción “Los X Mandamientos” que se presenta este viernes y el lunes en el TN.
Tres creadores dominicanos del arte clásico y popular se han unido para dictar en escena ‘‘Los X Mandamientos’’. Guillermo Cordero, José Antonio Rodríguez y Mónika Despradel se juntan para este espectáculo que hoy viernes y el lunes tendrá como escenario el Teatro Nacional.
Junto a ellos se anuncia lo más selecto de la danza nacional junto a bailarines dominicanos que triunfan en prestigiosas compañías de Nueva York, Washington, Alemania, Puerto Rico y París.
Cordero contó a LISTÍN DIARIO que la idea del proyecto surgió durante una Semana Santa en la que estuvo tranquilo en su casa y observó en televisión una de las acostumbradas películas que para esos días se proyectan sobre la religión cristiana.
‘‘Los X Mandamientos’’ ha impactado tanto al propio Cordero que durante la conversación con la periodista de este diario Inmaculada Cruz Hierro se le sintió en una onda espiritual. ‘‘Pienso que esta sensación de abrir el espíritu es interesante; llega un momento en que nada de lo que te inquieta en tus años de inicio te satisface después en tus años de madurez’’, dijo Cordero en su entrevista con este diario.
Tanto para Cordero como para Despradel, el montaje representa un regreso a la escena.
Ella lo define como ‘‘un volver a las aguas calientes… Lo que uno decide como profesión es lo que más te llena y mi real profesión es bailarina, toda la vida lo que he hecho es bailar, entonces me siento muy feliz’’.Regreso de Cordero y Despradel
Un día de la Semana Santa de hace varios años Guillermo Cordero se encontraba en su casa viendo las películas sobre el cristianismo que en esos días acostumbran a exhibir en televisión. De pronto una chispa de luz le llegó a la mente y comenzó a realizar anotaciones. Con un guión de José Antonio Rodríguez y la puesta en escena de Mónika Despradel esa idea original hoy tiene nombre, fecha y lugar de presentación: ‘‘Los X Mandamientos’’, que este viernes y el lunes se presentará en el Teatro Nacional.
‘‘Recuerdo que vine de Argentina hace seis años invitada por Guillermo Cordero a bailar Elementos, una obra que él hizo y en ese entonces me dijo que su próxima producción era Los X Mandamientos’’, rememora Despradel, feliz de este encuentro.
Para ambos supone un regreso a los escenarios. Sobre todo para ella. ‘‘Para mí es volver a las aguas calientes’’. Luego habla acerca del significado de esta vuelta: ‘‘Lo que uno decide ser como profesional es lo que más te llena y mi real profesión es bailarina, toda la vida lo que hecho es bailar’’.
‘‘Unir la producción al baile -agrega- lo que ha hecho es cuantificar las cosas que he aprendido y, aparte, ampliar mi frontera en la profesión, que es la danza porque he conocido a muchísimos directores, muchísimos artistas importantes dentro de la danza’’.
La bailarina tiene mucha fe en el papel que desarrollará: ‘‘Creo que estoy en óptimas condiciones; pensaba que me iba a costar más; lo que se ha hecho difícil es adaptar el cuerpo muscularmente, pero está ahí la fuerza’’. En recobrar esa fortaleza tiene más de seis meses entrenando y los últimos dos ensayando de manera continua.
‘‘Uno se involucra mucho, eso es parte del artista, sino la gente no lo sintiera, pero ha sido muy bueno para todos, ha sido una obra muy difícil porque no queremos ser ni didácticos, ni religiosos ni dramáticos’’. Al contrario, su interés va por el espectáculo en sí.
‘‘No vamos a herir ni a castigar a nadie, es un espectáculo visual y que va a crear muchas sensaciones bonitas, aunque también sirva para reflexión; habrá pantallas, cosas del teatro que no es que no se hayan usado, quizás sí, pero elementos que no se suelen usar dentro del teatro como las trampas’’.
Despradel lo define como un proyecto ambicioso y difícil, ‘‘pero es muy importante para la danza en el país, es un reto que nos hemos impuesto’’. La propuesta cuenta con la selección de bailarines y coreógrafos.
Además de Cordero, en la coreografía trabajan Antonio Gómez (que tiene ocho piezas) y Raúl Valdés, dominicano, que será la primera vez que trabaje aquí como coreógrafo, pero es reconocido a nivel mundial.
Entre los bailarines, hay tres extranjeros: dos franceses y un ruso. ‘‘Ellos tienen vivencia de esa fuerza interpretativa contemporánea’’.
La bailarina no quiere dejar pasar por alto que entre el público se encontrarán siete extranjeros que presenciarán el espectáculo. ‘‘Es una inversión que he hecho por la danza del país porque viene gente de las mejores compañías de Venezuela, Colombia, Puerto Rico, Cuba, Nueva York, Alaska y España’’.
Despradel tiene mucho interés en continuar esa línea de trabajo que define como ‘‘del ser humano’’. Recordó que el año pasado tuvo que suspender por problemas personales y de salud. ‘‘Los X Mandamientos para mí más que realización es un tema humano’’.
‘‘Todos -añade- tenemos que ver de alguna manera con esto; es el ser humano el que está involucrado en la propuesta; más que reglas son palabras u oraciones que nos llevan a mejor vida’’.
Sobre el apoyo, lamentó que este tipo de propuesta aún no recibe todo lo que los empresarios y el público debieran darle. Por eso entiende que no todos los productores se arriesgan a este tipo de presentaciones.
‘‘Lograr un espectáculo nacional, potente, de primera, no es fácil, es muy caro y no es fácil hacer un espectáculo de nivel sin dinero; mientras no existan los mecanismos de apoyo no pasará nada con este tipo de producciones’’, afirmó. Puso como ejemplo que en otros países ‘‘tú presentas hasta veinte funciones, pero aquí sólo se pueden hacer dos o tres y por eso hay que trabajar con el público para que nos apoyen y crea en estas cosas’’.
Al comentar sobre su espectáculo dijo que ‘‘se ha hecho un esfuerzo grande y sería un crimen no apoyarlo porque se ha hecho todo con calidad, al más alto nivel en todos los aspectos’’.Cordero, espiritual
Para Guillermo Cordero, ‘‘Los X Mandamientos’’ ha sido un gran reencuentro con el ballet. ‘‘Por lo que me toca, pienso que va a ser un espectaculo sumamente enriquecedor espiritualmente, con mucho impacto visual, muy bailado y coreografiado y creo que va a ser un aporte dentro del repertorio de la danza dominicana’’.
Cuando va discurriendo la conversación se nota a un Cordero con un lenguaje ‘‘espiritual’’, por lo que tocó la pregunta de si el montaje le cambió su manera de pensar y actuar frente a la vida. Ante eso respondió: ‘‘Pienso que esta sensación de abrir el espíritu es interesante; llega un momento en que nada de lo que te inquieta en tus años de inicios te satisfacen después en tus años de madurez’’.
Luego señala: ‘‘Y no es nada más el contacto con Dios o cualquier tipo de religión, sino con la naturaleza, contigo mismo, con los demás… Muchas veces uno se pasa meses y no sabe de la gente; hay veces que uno se pasa meses y no puede ver las estrellas, uno no se da cuenta cuándo el cielo está estrellado’’.
Para él, ‘‘definitivamente lo material no da la felicidad, esto es un asunto que va de adentro hacia fuera, no de fuera hacia dentro’’. Según sus palabras, de nada vale tener poder económico ‘‘para que todo lo que veas afuera lo quieras comprar para poder tener felicidad’’. Y concluye: ‘‘Hay que vivir una vida más sencilla para ser un poquito más feliz’’.RAMON ALMÁNZAR
Criollos deslumbran en el Festival Madrid en Danza
INTERCAMBIO CULTURAL
Kenny Cabrera
Madrid.Mónika Despradel señaló que el programa mixto de Caribe Contemporáneo es el resultado de reuniones de mesas con los coreógrafos de cada pieza individual.
“Realmente esperaba otra cosa, más ritmo caribeño. Me sorprendió que sea danza contemporánea, pero me ha gustado mucho”. Así habla Clara, española, que supera los 30 años, sobre el espectáculo Caribe Contemporáneo, del Centro Coreográfico del Caribe (CCC), que se presentó en Madrid el domingo pasado. El CCC participa dentro del programa del XVIII Festival Madrid en Danza, que se desarrolla del 3 al 27 de abril, en la capital española.
La dominicana Mónika Despradel, directora general del programa mixto Caribe Contemporáneo, explicó a Listín Diario que se trata de una obra llevada a España como intercambio cultural.La creación
“El Centro Coreográfico del Caribe se creó en el 1999 para difundir la danza teatral y profesional caribeña, especialmente dominicana”, puntualiza, y agrega que como equipo es la primera presentación del CCC a escala internacional: “Aunque cada productor y coreógrafo ha presentando de manera individual su propio espectáculo en su país, con gran éxito”. Entre los objetivos del Centro Coreográfico del Caribe se encuentra establecer un taller y festival anual de danza contemporánea en Santo Domingo.
La obra mixta Caribe Contemporáneo se compone de una serie de piezas individuales, que se mezclan y adaptan cada una entre en el desarrollo del espectáculo, de una hora y 40 minutos de duración. La primera presentación en Madrid se realizó en el céntrico teatro Albéniz, con la pieza “El adiós”, que atrajo la atención de los espectadores durante el acto de apertura del festival. Así lo explica María, española, profesora de educación física: “Yo vine a la presentación de hoy porque fui a la inauguración del festival y me gustó mucho la muestra del Caribe”.CARTAS
Mientras que el segundo acto empieza con una serie de piezas dedicadas al género de las misivas: “Cartas”, el primero inicia con “Hola”, coreografía de Antonio Gómez.
Le siguen las piezas “Carta de Rodolfo Boulanger a Madame Bovary”, 1856, coreografía de Mercedes Morales; “Carta del el jefe de Seattle de la tribu Suwamish a El Gran Jefe Blanco, presidente de los Estados Unidos Franklyn Pierce”, 1854, coreografía de Antonio Gómez; “Carta de Vicent Van Gogh a su hermano Theo”, coreografía de Alberto Méndez; “Carta de Minerva Mirabal a su esposo Manolo Tavárez desde la cárcel”, 1960, coreografía de Mónika Despradel y Juan Fidel Mieses; y “El adiós”, coreografía de Gómez.
Entre los países que conforman el Centro Coreográfico del Caribe se encuentran Cuba, España, Brasil y República Dominicana.
Por primera vez se celebrará en el Caribe la V Asamblea General de las Américas. Importantes figuras y expertos en el mundo de la danza se reunirán en el país para la creación, presentación, investigación, documentación, situación y administración y promoción de la danza en República Dominicana, el Caribe y todo el continente americano.
Para la conclusión de este evento, el Centro Coreográfico del Caribe reunirá los máximos exponentes de la danza nacional en un espectáculo sin precedentes en Republica Dominicana, el día 24 de abril en el Teatro Nacional.
Según los promotores, será un día histórico, al reunirse instituciones y figuras de la talla de Mónika Despradel, Carlos Veitía, Josefina Miniño, Mercedes Morales, Marili Gallardo, Edmundo Poy y Nereida Rodríguez.
Por primera vez participarán, en una misma celebración, todos los géneros de la danza que se practican en el país para celebrar este evento internacional: danza clásica, danza moderna, afro-antillana, folclórica y popular.
Despradel, bailarina, productora y coreógrafa de gran prestigio es la coordinadora de la jornada. Ella ya ha producido exitosas y afamadas producciones como Joaquín Cortés, Mikhail Baryshnikov, Fame, Los X Mandamientos, Julio Bocca, Ballet de Montecarlo y Cartas, entre otras.
El ballet Nacional Dominicano es dirigido por Carlos Veitía, representante de la danza clásica en República Dominicana e importante figura de la danza nacional. Fue bailarín del Boston Ballet por espacio de cuatro años y ha participado en los Encuentros de Coreógrafos Caribeños que organiza el Ballet Concierto de Puerto Rico, Taller para Coreógrafos Internacionales del American Dance Festival.
En año 1995 fue seleccionado entre más de doscientos coréografos del continente para recibir el ‘‘Fellowship of the Americas Award’’ que le otorgó el Kennedy Center de Washington; premiado en más de diez ocasiones por los premios ‘‘Casandra’’. Sus principales puestas en escena incluyen ballets clásicos tradicionales, entre los que se encuentran: ‘‘Don Quijote, Cenicienta y Cascanueces.
Si todo baile connota fiesta, la vida de Anna Karina Cuello ha sido una fiesta constante. Se inicia en el mundo de la danza a muy temprana edad, debido a que su madre Eladia Rodríguez de Cuello fue una de las propulsoras
de la danza clásica en nuestro país. “La verdad es que yo no recuerdo cuando fue mi primera presentación. Hay una foto en la que estoy en una actuación a la edad de 3 años, y aunque no lo recuerdo, sé que esa soy yo”, narra Anna Karina.
Por el hecho de que su madre falleció cuando ella contaba sólo con nueve años, el apoyo que recibió de su padre le permitió seguir haciendo lo que le gustaba: bailar. Con las primeras lecciones aprendidas de su madre, el resto
del camino fue definido por su dedicación y disciplina en la práctica constante de la danza. “Yo llevaba a la par mis clases y las prácticas de ballet. En vacaciones me enviaban a los Estados Unidos, a campamentos especiales donde me pasaba todo el tiempo entrenándome en las danzas clásica, moderna y contemporánea”, cuenta Anna Karina.Aunque la danza es considerada como una tradición en la familia de Anna Karina, sus planes en la vida la convirtieron en licenciada en Mercadotecnia. Si a esto le agregamos que está orgullosa por ser la madre de
dos niñas y un niño, dirige los asuntos de la casa, es integrante del Ballet Clásico Nacional y es la directora de la Academia Anna Pavlova, queda claro por qué ella es nuestra superhéroe de esta edición.Por su dedicación a la danza y a su familia, la unión en una noche mágica de estas dos realidades le ha dado a esta atleta y artista los momentos más inolvidables de su vida; nos confiesa: “Bailar para mi familia, que mis
hijas estén en el público viendo lo que estoy haciendo, esa emoción es incalculable”.El ballet clásico es su favorito, pero disfruta también bailando los estilos neoclásicos y contemporáneos. Las condiciones atléticas requeridas para practicar estas disciplinas deben ser en verdad excelentes. Nosotros, los
que nos sentamos en las butacas a deleitarnos con un bien ejecutado “Lago de los Cisnes”, muchas veces ignoramos las incontables horas de entrenamientos que han sido necesarias para que un espectáculo merezca el calificativo de majestuoso. “Es llevar tus posibilidades al máximo. Es quitarte las zapatillas y verte las uñas rotas y a veces sangrando y no te habías enterado, porque es demasiada la adrenalina que fluye cuando estás bailando”, explica Anna Karina.Los bailarines y bailarinas son verdaderos atletas. La mayor prueba de esto la tenemos en las horas de fuertes entrenamientos a que tienen que someterse para lograr la flexibilidad y fortaleza necesarias que les permitan cumplir con las múltiples rutinas. Por ejemplo, para Anna Karina la barra, más que un instrumento necesario, es una compañera inseparable con la cual se pasa muchas horas al día y muchos días a la semana.
El juez más implacable para evaluar la calidad artística de Anna Karina es precisamente ella misma. Puede ser incluso frustrante el estar intentado un movimiento por horas sin que salga bien. “Es que sólo la bailarina puede
saber cuándo la rutina sale perfecta. Aunque una tercera persona te diga que estuvo excelente, hasta que yo misma no me siento satisfecha no paro de ensayar”, nos relata Anna Karina, quien viene a corroborar que la práctica hace al maestro.Admiradora confesa de la bailarina italiana Carla Fracci, Anna Karina logra al igual que su ídolo, romper las barreras espacio-temporales y transportarse a un lugar idílico sólo visitado por aquellos que han hecho
del baile una forma de comunicación con la trascendencia. “Cuando bailo, cuando me libero de todo y mi cuerpo danza a su antojo con una rutina ya aprendida, de verdad, me siento muy cerca de papa Dios”, confiesa emocionada nuestra bailarina.Uno de los momentos más significativos de la carrera de esta danzadora nos lo contó estremecida. Se trata de la ocasión en que por primera y única vez en sus presentaciones perdió el equilibrio y rodó por el suelo en presencia
de todos. “Esa es la experiencia más dolorosa que puede sufrir un bailarín”. Desconcertada y sin saber qué hacer, sintió una fuerza extraordinaria que la instó a levantarse y seguir danzado. Los aplausos del público no se hicieron
esperar, sobrecogidos por la elegancia con que la bailarina supo reponerse de un tropiezo. Varios años después, Anna Karina revela que “estoy convencida que de alguna manera mi mamá tuvo que ver con el hecho de que
pudiera levantarme y seguir bailando, así que cuando salgo a un escenario lo hago con toda la confianza del mundo, porque como todo en la vida, si te caes alguien te ayudará a levantarte”.Las metas de Anna Karina Cuello están claramente definidas. Su misión es saber coordinar la atención a su familia y su afición por el baile. Seguir bailando hasta que le quede vida y continuar en la Academia Pavlova
entusiasmando a niñas por el ballet. Sólo el tiempo dirá si sus dos tesoros en la vida se convierten en uno solo. Esto ocurrirá cuando sus niñas tengan la edad suficiente de decidir si continúan la tradición familiar de bailar
de forma profesional. Será ese el momento en que esta delicada luchadora que se mueve al ritmo de la música, habrá visto completada su misión. “Mis sueños se están cumpliendo, porque hay que ver con la gracia que baila mi hija”, concluye.
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