LA SOCIEDAD COLOMBIANA Y SUS DELIRIOS EN
LAURA RESTREPO
FERNANDO UREÑA RIB
DELIRIO
El mundo es pequeño. Conocí hace mucho tiempo a Laura. Ella no lo recuerda, es obvio, porque ahí estaba yo como un idiota, con su libro bajo el brazo, haciendo la fila frente a ella, mientras una tarjeta de visita temblaba entre mis dedos; y ella incluso lee mi nombre, levanta la cabeza, mira mi rostro boquiabierto y sólo atina a preguntarme si soy por casualidad descendiente de Pedro Henríquez Ureña. No. Le digo. Era la misma pregunta que me hizo al conocerme, en Urquijo. No. Cómo me habría gustado, aunque como él yo también escribo. Bueno, no tan bien como él, corrijo. Laura no me presta atención, baja la cabeza y escribe un párrafo en la página en blanco que los editores dejan para que los autores dediquen el libro a sus asiduos lectores.
Y eso me consideraba yo, un asiduo lector de Laura. Desde La novia oscura, por ejemplo. Ay. Cómo olvidar la historia de Sayonara, aquella niña hambrienta, prostituta de Barrancabermeja, en la selva colombiana, y el sórdido paraje de los obreros que bajan a la ciudad de las putas. La prostituta enamorada. El deseo. Ay. “el fiero deseo como arma que permite subyugar a los demás si la agarras por el mango, pero que te lastima y te destruye si lo llegas a asir por el filo”, dice Laura.
Y eso es todo. El deseo. Y el deseo produce imágenes, sueños anhelantes, obsesivos, que se convierten en delirio, esa locura (deliciosa o cruel) que a todos nos arrastra. La gente que se torna compulsiva, la que de pronto desaparece o que regresa y trata de imponer sus caprichos.
La novela es siempre una reflexión sobre la vida, sobre la condición humana. La autora le da cuerpo a los personajes, los pule, les arranca verdades y mentiras, como el escultor decanta el mármol y lo moldea. Personajes difíciles, torturados, aberrados, inmersos en sus propias faenas de supervivencia. La pluma de Laura fluye. La veo escribiendo su párrafo largo sobre la portadilla. El escritor no solo moldea la palabra, los personajes, no solo estructura el andamiaje de la novela, también moldea al lector, y el lector a su vez, crea y recrea a sus autores. Ese intercambio es fascinante.
No he leído aún esta su última novela. Esta que ella me autografía ahora, Delirio. Los panelistas estuvieron estupendos. Ramón Tejada Holguín, Marivell Contreras, Salvador Tavarez, Quisqueya Henríquez, y la lectura emotiva de Zaida Corniel. Ruth Herrera se paseaba impaciente ente los asistentes a esta presentación. Y yo también. Urgido por el deseo de adentrarme en este nuevo Delirio de Laura Restrepo, me voy y la dejo con la duda de aquella vez cuando nos conocimos, hace ya muchos años, en los laberintos bogotanos de La Candelaria, o en las selvas, o en Barranca, ese pueblo olvidado de la Colombia amada, a orillas del Magdalena, con sus oleoductos y sus obreros, paramilitares y guerrilleros, rondando siempre en ese frenético delirio que es Colombia.
FERNANDO UREÑA RIB
“Una gran novela. Bien armada por una estructura sólida, rara en nuestro continente que suele dar cuentos redondos y novelas desmelenadas. Así bien plantada sobre su esqueleto, La novia oscura se adorna con las carnes más suntuosas, un idioma a tal punto lujurioso que nos colma la boca de placer aunque leamos en silencio… Laura Restrepo nos ha dado un libro para disfrutar, para divertirnos, para recordar que la literatura es también viaje y olvido, sin que por eso deje de ser conocimiento y reflexión.” Ana María Shua
“Laura Restrepo da vida a una singular amalgama entre investigación periodística y creación literaria. Así, la miseria y la violencia que anida en el corazón de la sociedad colombiana están siempre presentes, pero también lo están en su fascinación por la cultura popular y en el juego de su impecable humorismo, de un ironía a la vez ácida y tierna que salva a sus novelas de toda tentación de patetismo o melodrama, conviertíendolas en una lectura irrefutablemente placentera.” Gabriel García Márquez.
Delirio
Editorial AlfaguaraUn hombre regresa a casa después de un corto viaje de negocios y encuentra que su esposa ha enloquecido completamente. No tiene idea de qué le pudo haber ocurrido durante los tres días de su ausencia, y con el fin de ayudarla a salir de la crisis empieza a investigar, sólo para descubrir lo poco que sabe sobre las profundas perturbaciones escondidas en el pasado de la mujer que ama. Narrada con talento y emoción, la historia principal de “Delirio”, novela premiada con el último Alfaguara, se fragmenta en otras que se anudan a través de personajes llenos de matices. Su autora, Laura Restrepo (Bogotá, 1950), es una de las escritoras colombianas más conocidas. Su propia vida daría para el argumento de un libro, ya que se graduó en Filosofía y Letras en la Universidad de los Andes y en 1983 fue nombrada miembro de la comisión negociadora de paz entre el gobierno y la guerrilla M-19. En 1986 publicó su primer libro.
LAURA RESTREPO
Cursó estudios de Filosofía y Letras y luego se especialízó en Ciencias Políticas. Ejerció como periodista, muy comprometida políticamente, durante más de dos décadas. El presidente Belisario Betancur la nombró miembro de la comisión negociadora entre el gobierno y el grupo guerrillero M-19, experiencia que dio origen a un reportaje extraordinario, Historia de un entusiasmo, tras el que tuvo que exiliarse, amenazada de muerte, durante varios años. Después ha publicado, con creciente éxito, cuatro novelas: La isla de la pasión, El leopardo al sol, Dulce compañía (Premio Sor Juana Inés de la Cruz y Prix France Culture de la crítica francesa) y La novia oscura, que la han consagrado como la autora colombiana más reconocida internacionalmente. También destaca La multitud errante. Ganadora del VII Premio Alfaguara de Novela con Delirio.Laura Restrepo nació en Santafé de Bogotá en 1950 y escribió su primer cuento a los nueve años de edad. Tras graduarse en filosofía y letras en la Universidad de los Andes, estudió ciencias políticas y fue profesora de literatura en la Universidad Nacional y del Rosario.
A su oficio de escritora se suman el periodismo y la política.
En 1983 el presidente colombiano Belisario Betancourt la designó integrante de la comisión que negoció la paz con el movimiento rebelde M-19. En 1986 escribió Historia de un entusiasmo, que le valió amenazas de muerte por lo que partió al exilio. Vivió entre Madrid y México, donde colaboró con La Jornada y Proceso.
Algunas de sus obras son La isla de la pasión, Leopardo al sol, Dulce compañía (con la que obtuvo en 1997 el Premio Sor Juana Inés de la Cruz); La novia oscura, La multitud errante y el libro infantil Las vacas comen espaguetis.
Colombia ”es un país duro e indefectiblemente uno acaba hablando de tragedia, pero también tiene mucho sentido del humor y temple para afrontar el momento histórico tan duro que vive”, añadió Restrepo, recientemente nombrada directora del Instituto de Cultura y Turismo de Santafé de Bogotá, en el gobierno del alcalde Luis Eduardo Garzón.
La novela galardonada, añadió, ”tiene como trasfondo el tema del narcotráfico, casi inevitable cuando se habla de Colombia.
”Pienso que lo que tiene de nuevo este drama visto desde la interioridad, es el tema de la locura, de qué pasa cuando una situación tan adversa no encuentra los resortes mentales para encontrar la lucidez; qué es lo que pasa cuando se revientan los resortes mentales.”
Rara historia de amor
Delirio se basa en la historia de Agustina y su esposo Aguilar, quien un día regresa de un viaje de trabajo de cuatro días y descubre que su cónyuge ”ha perdido literalmente la cabeza”.
Es además una muestra de las nuevas imágenes colombianas: ”Ante las realidades institucionales y oficiales tan falsas, tan impuestas como las que privan hoy día, en la mayoría de nuestros países florecen por debajo realidades clandestinas, secretas, que hacen de verdad el alma de los pueblos y la literatura es lo que sirve para sacarlas a flote y oponerlas a la realidad oficial”.
Para esta novela, que se publicará de manera simultánea en 19 países, Laura Restrepo utilizó las herramientas de su antigua profesión, la de periodista.
”La primera fase fue la de investigación y ya sobre ella monté la ficción, que es como una maña mía. Hay quienes dicen que lo que yo escribo es periodismo fantástico, los hechos los tergiverso, los cambio, los aumento hasta volverlos literatura y ese es un vicio que me apareció desde que trabajaba de periodista.”
Saramago, a su vez, destacó que más allá de las cuestiones políticas que se leen en el fondo del texto, ”en esta novela se narra la historia de amor de un hombre enamorado hasta la médula. Una historia de amor rara. Si no se reconoce en nosotros el papel de amar profundamente, entonces, estamos perdidos.
”Hay dos locuras la de ella (Agustina) y la de él (Aguilar), quien sufriendo humillaciones la sigue buscando como un quijote a su Dulcinea. Que Don Quijote no la encontró, pero en este caso sí.”
En esta versión del premio Alfaguara el jurado estuvo integrado por Saramago, Josefina Aldecoa, Javier Cercas, Juan Cueto, Juan González, Daniel Samper y Paz Alicia Garcíadiego, quien ya trabaja el guión para la película de la novela Diablo guardián, de Xavier Velasco, ganador el año pasado.
Participaron 635 obras, de las que 444 procedían de América Latina. De cinco finalistas, el jurado eligió Delirio.
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