CARLOS ACERO RUÍZ
PASIONES DEL ARTE
PASIONES DEL ARTE
De aquí y de alláCARLOS ACERO RUÍZ
En el Museo de Arte Moderno seis artistas dominicanos presentan la colectiva “Orden del día”, en la cual indagan diversas situaciones de la existencia
Los resultados de la pasada versión del Concurso León Jiménes merecen ser ponderados y analizados con cautela. Varios hechos resultaron evidentes, siendo el más significativo la gran cantidad de premios que recayeron sobre la fotografía. En contraposición, la pintura no logró conquistar ningún galardón. Si bien la pintura en nuestro país tradicionalmente ha recibido una mayor atención, otros soportes se están adueñando de los espacios.
La colectiva “Orden del día”, que se presenta en el Museo de Arte Moderno (MAM), es un buen ejemplo de esto. En esta muestra participan seis creadores dominicanos, tres hombres y tres mujeres, los cuales presentan afinidades y diferencias, estableciendo un discurso abierto, desafiante, nada conformista y que permite lecturas alternativas. Un hecho importante que debemos destacar es que tres de ellos pertenecen a la diáspora: Elia Alba (1961), Iliana Emilia (1970) y Nicolás Dumit Estévez (1965) residen en los Estados Unidos. Mientras que Raquel Paiewonsky (1969), Miguel Ramírez (1966) y Mario Dávalos (1978), en Santo Domingo. Todos ellos pueden ser catalogados dentro de la generación del noventa, salvo el caso de Dávalos a quien por su reciente incursión en el arte, lo ubicaríamos más dentro de la generación de fin de milenio.
Prácticamente el denominador común de estos artistas lo constituye el hecho de que fueron formados inicialmente en la Escuela de Diseño de Altos de Chavón, salvo Elia Alba, quien realizó todos sus estudios en Nueva York, y Miguel Ramírez, egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes.
El concepto curatorial de esta colectiva está sustentado en la “experimentación y en asuntos de nuestro tiempo “, tal y como lo indica la curadora Paula Gómez. lliana Emilia se vale de una serie de formularios comerciales de gran tamaño para expresar una gran carga emotiva, la cual comparte con el espectador a través de varios textos que a pesar del lenguaje directo empleado, lamentablemente no todos llegan al público, y mucho menos a los no iniciados en el arte contemporáneo, los cuales se sienten desconcertados frente a estas provocadoras obras. De todos los impresos el que contiene los “Horarios de trabajo” es realmente delicioso y alcanza una gran dosis expresiva.
La obra “La bandera”, de Nicolás Dumit Estévez, explora conceptos de una nueva identidad para los dominicanos que se han radicado en los Estados Unidos. El artista establece un interesante nexo entre Betty Ross y María Trinidad Sánchez, a quienes se les atribuye la confección de la primera bandera americana y dominicana respectivamente, extendiendo el mismo a su propuesta de un nuevo símbolo patrio para este singular grupo de emigrantes.
El novel creador Mario Dávalos hace una rápida transformación entre Jesucristo y Ernesto Guevara, mejor conocido como el Che, y la acompaña de dos vídeos y cinco fotografías en blanco y negro de grandes formatos. Las creaciones fotográficas superan en calidad y contenido a la video creación propuesta por el artista, la cual encontramos poco amena y un tanto efectista, apoyada en una musicalización que en nada favorece la lectura de la misma.
Miguel Ramírez se adentra también en el campo de la experimentación con fotografía, vídeo y piezas tridimensionales con cualidades sonoras. Si bien el aspecto fotográfico es empleado como soporte en la pieza “Judas”, apreciamos grandes deficiencias técnicas y sobre todo facturales que debieron ser cuidadas por el artista en esta gran cantidad de imágenes que recuerdan a un paredón de fusilamiento. En la obra “Ausentes” -sonata- Ramírez retoma su enorme capacidad expresiva, desafiando los sentidos del espectador. En “Memorias de Ulises” nos reencontramos con el ceramista en una instalación cargada de simbolismos, en la cual el autor introduce con gran efectividad el elemento autobiográfico, con un lirismo y una dinámica que la convierten en una de las piezas más atractivas de la colectiva.
Elia Alba nos deleita nuevamente con sus vídeos en los que se destacan rostros humanos fotografiados y transferidos sobre textiles, los cuales la artista convierte en una especie de almohadillas que flotan sobre diversos fluidos. Esta especie de cojines se mueven de forma lenta sobre cristalinas aguas en las que la creadora establece distintos significados, sobre todo en lo concerniente al espacio ocupado por los seres humanos en la convulsa sociedad en que nos ha tocado vivir. De igual forma Alba explora con grandes posibilidades la connotación del desplazamiento en estas obras.
La ubicación privilegiada de la obra de Raquel Paiewonsky en el centro de la sala nos permite apreciar su singular instalación titulada “Levitando: a sólo un pie”, conformada por cincuenta pares de pies realizados con cera de abejas y suspendidos dentro de finas medias de nylon, prácticamente a ras del suelo. Al acercarnos a tan impactante pieza nos permite percibir la delicada fragancia del material empleado para la confección de la misma, y en la cual se simula a la epidermis humana.
El fragmento es nuevamente utilizado por Paiewonsky en estas partes identificables del cuerpo humano contenidas dentro de este material expansible e identificable como complemento del vestuario femenino. Esta obra a pesar de exhibir cierta quietud permite suponer la sensación de un futuro movimiento que aproximará las extremidades a tierra firme, y cuando esto se produzca cada uno podrá inventar su propia historia.
Una opiniónSegún Sara Hermann: “El proyecto ‘Orden del día’ se enmarca dentro de los espacios de reflexión en torno a la creación nacional contemporánea que pretendemos auspiciar desde el MAM. Su propio título, que juega con la idea de breaking news alert y cosas por hacer, nos posiciona, por sugestivo, en estado reflexivo. (…) La idea de visceralidad, del planteamiento desde el intestino grueso, nos remite y condiciona al re-planteamiento de lo aprendido. Estos artistas establecen diversas relaciones con su realidad y medio. En casos antagonizan, establecen puntos de vista contestatarios, responden; en otros potencian los campos de contestación del fenómeno cultural. Es una muestra de individualidades (…) que en la sociedad dominicana contemporánea cobran más trascendencia día a día”.TEXTO DE CARLOS ACERO RUÍZ
Carlos Acero
Premios, Distinciones y Reconocimientos2001 • Mención de Honor del 2do Concurso Fotográfico de las Américas, Casa de Teatro, Santo Domingo, Rep. Dominicana
1999 • Premio de Adquisición de la XXI Bienal Nacional de Artes Visuales, Museo de Arte Moderno, Santo Domingo, Rep. Dominicana.
1999 • Nominado por la Asociación Dominicana de Críticos de Arte (afiliada a AICA-UNESCO) al premio “Mejor labor de crítica de arte en medios de comunicación”, Santo Domingo, Rep. Dominicana.
1996 • Finalista del III Concurso Prats-Ventós de Escultura, Centro Cultural Hispánico, Santo Domingo, Rep. Dominicana.
1995 • Mención de Honor del Concurso de la Casa Fotográfica Wifredo García y del Concurso Anual de Fotografía Artística de Casa de Teatro, Santo Domingo, Rep. Dominicana.
1995 • Primer Premio del Concurso de fotografía del Centro Cultural Hispánico (España y la República Dominicana: La cultura de una relación), Santo Domingo, Rep. Dominicana.
1994 • Premio “Votación del Público” en la categoría de escultura en la XIX Bienal Nacional de Artes Visuales, Museo de Arte Moderno, Santo Domingo, Rep, Dominicana.
1993 • Mención de Honor, Concurso Anual Fotográfico de Casa de Teatro titulado “Los Duendes”, Santo Domingo, Rep. Dominicana.
1977 • Primer Premio de Escultura, IV Concurso Nacional Estudiantil de Arte, Santo Domingo, Rep. Dominicana.
1975 • Mención de Honor en Pintura, II Concurso Nacional Estudiantil de Arte, Santo Domingo, Rep. Dominicana.
1972 • Mención de Honor en pintura del Concurso Infantil Internacional “La Paz Mundial”, Bologna, Italia.
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