PALABRA, ARTE, ACCIÓN,
ARTE CONCEPTUAL
INSTALACIÓN DE ALEXANDRA VON HELLBERG
ARTE Y ACCIÓN
“Arte y Acción: Entre la Performance y el objeto, 1949-1979 es una exposición histórica concebida con la intención de ofrecer a los espectadores un claro conocimiento en torno a la relación entre acción, performance y proceso creativo, un complejo y fascinante vínculo centrado en la historia del arte de la posguerra. Abarcando tres décadas, desde los cuarenta hasta los setenta, la exposición presenta unos 150 artistas de EE.UU, Este y Oeste de Europa, Japón y Latinoamérica, cuyas obras han tenido un profundo impacto en el arte visual de la performance en la era de la posguerra. Arte y Acción muestra el resultado de las actividades performáticas de estos artistas de manera que recuerda y revela sus métodos creativos. Entre las importantes figuras incluidas se encuentran Joseph Beuys, Chris Burden, John Cage, Valie Export, The Gutai Group, Rebecca Horn, Allan Kaprow, Yves Klein, Milan Knízák, Bruce Nauman, Hermann Nitsch, Hélio Oiticica, Claes Oldenburg, Yoko Ono, Jackson Pollock, Robert Rauschenberg, Niki de Saint Phalle, Jean Tinguely y otros.”
DE LA REVISTA CAMBIO
HISTORIA DEL ARTE CONCEPTUAL
La exposición del MamBo titulada 90: Desplazamientos y un artículo de la revista El Malpensante reabren el debate sobre la validez del arte conceptual.A finales de la década del 70, el artista Miguel Ángel Rojas sorprendió con una exposición en la galería Garcés Velásquez donde presentó una reproducción fiel de los baños del teatro Faenza, entonces punto de encuentro informal de homosexuales. Algunos consideraron que se trataba de un alarde innecesario de reproducción de la realidad y otros pensaron que simple y llanamente eso no era arte. Pero un grupo de artistas, curadores y galeristas lo vieron como un paso en la dirección del llamado arte conceptual.
Arte en movimiento, técnicas nunca antes usadas, el arte conceptual ha despertado controversia en la plástica colombiana desde su aparición. Caracterizado por el empleo de medios no convencionales, su difícil comercialización y su carácter efímero, géneros como el performance, la instalación, el videoarte y el arte en internet han cobrado tanta validez, que hoy las escuelas de arte le han abierto espacio a estas manifestaciones. Martha Morales, directora de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Nacional, reconoce que aunque “en la actualidad los jóvenes están más interesados en el arte contemporáneo que, por ejemplo, en la pintura abstracta, el programa que ofrece la universidad guarda un equilibrio entre lo uno y lo otro”.
“Al menospreciar de entrada la sabiduría obtenida al hacer la obra -y hacerla bien- los conceptualistas corren el riesgo de prescindir del todo de la esencia misma de la creatividad” David Thompson, crítico de arte y promotor musical
En Colombia, la década del 90 fue la del despegue del arte conceptual. A partir de propuestas de artistas como Bernardo Salcedo, María Fernanda Cardoso, María Teresa Hincapié, Roberto Sarmiento, Mario Opazo y Luis Fernando Roldán, entre otros, las galerías abrieron sus salas para montajes que se alejaban del arte convencional de los museos y hoy el panorama de los tres primeros años de este siglo indican que el arte conceptual registra niveles de aceptación. Una muestra de esto es la exposición del MamBo titulada 90: Desplazamientos, que constituye un repaso por las más interesantes propuestas de esa década, que fue considerada como de ruptura.
Pero mientras en el museo el arte conceptual atrae visitantes, en la edición 46 de la revista El Malpensante un artículo del crítico de arte y promotor musical, David Thompson, titulado La sinsalida del arte conceptual, augura su muerte: “Con toda la cultura popular y la historia del arte al alcance de sus manos, el artista conceptual se ve, con terrible ironía, cercado por la autocontemplación, mientras el conocimiento lo vuelve impotente. Al final, ¿qué queda? Un chiste, contado con sorna, riéndose de sí mismo”.
Efímero vs. duradero
El debate entre defensores y detractores del arte conceptual es de nunca acabar y la no existencia de algunas de las obras de la muestra 90: Desplazamientos parecería darles la razón a los segundos. Como algunas de ellas obedecen al llamado arte efímero y sólo pudieron ser vistas por poco tiempo -mientras se extinguían-, como las barras de hielo de María Elvira Escallón, que iban cambiando de forma a medida que se derretían, o performances que sólo existieron en su interpretación, el museo las exhibe a manera de registros en video.Thompson asegura que “el dogma conceptual asume que nada de importancia se puede aprender durante la ejecución de la obra” y agrega que “al menospreciar de entrada la sabiduría obtenida exclusivamente al hacer la obra -y hacerla bien- los conceptualistas corren el riesgo de prescindir del todo de la esencia misma de la creatividad (…). Por su parte, el curador y crítico de arte Eduardo Serrano, director de Artes del Ministerio de Cultura, asegura que el problema del arte conceptual es que el público aun no se acostumbra a él y que eso no quiere decir que sea malo. “Si antes lo que preocupaba al artista era el uso de los colores -dice-, ahora es el manejo del concepto”.
“El arte actual, gracias a Marcel Duchamp, atañe principalmente a la inteligencia y a las ideas por encima de la manualidad”. Jairo Valenzuela, Galería Valenzuela y Klenner:
El debate sigue abierto y en él también tercia Jairo Valenzuela, dueño de la Galería Valenzuela y Klenner: “El arte actual, gracias a Marcel Duchamp, atañe principalmente a la inteligencia y a las ideas por encima de la manualidad; y su formalización responde en gran medida, a una época y contexto particulares”. Pero Thompson insiste en que “lo que conduce al corazón de esta actividad que llamamos ‘arte’ es la interacción práctica, no la teoría académica”.
El maestro Fernando Botero se alinea al lado de quienes atacan el arte conceptual: “El arte ha ido despojándose de expresión, de formas. De arte. Lo que ve uno es un proceso de pérdida que acaba con la pintura. Si Poussin dijo que Caravaggio vino al mundo a destrozar la pintura porque llevó a los lienzos a los campesinos de manos sucias y las vírgenes eran mujeres del pueblo, yo digo que Marcel Duchamp, cuando llevó un orinal a una exposición, hizo lo mismo. Con ese gesto inventó el ready made y la pereza en el arte. Acabó con todo” ( CAMBIO, junio de 1999).
El director de El El Malpensante, Andrés Hoyos, conocido coleccionista de arte y asiduo visitante de museos y galerías, asegura que antes de convertirse en detractor del arte conceptual asistió a muchas exposiciones y que al final se dio cuenta de que “el emperador estaba desnudo”. Está convencido de que “buena parte del arte contemporáneo es un engaño”. Pero Valenzuela contraataca y asegura que, “para su (in)tranquilidad, las obras que responden a problemáticas actuales no se van a acabar, como tampoco se van acabar la pintura y la escultura academicistas”. “Se trata de una discusión menor -sostiene Andrés Gaitán, director del departamento de Artes Visuales de la Universidad Javeriana-. Al arte no hay que buscarle significados, el arte es arte sin importar la etiqueta”.
Como es posible que no haya acuerdo sobre si el arte conceptual tiene o no la misma validez que la pintura y la escultura que todos reconocen como arte, lo que es evidente es que el divorcio entre los dos tipos de manifestaciones ha hecho que, como dice Serrano, “los museos y los festivales sean el espacio para las formas tradicionales, mientras que las galerías y las bienales lo son para las de vanguardia”. Las pugnas entre tradición y vanguardia son de siempre y no será esta la primera vez que se resuelva.
Técnica y concepto
CAMBIO consultó a artistas colombianos sobre la polémica que despierta el arte conceptual, técnica vs. concepto.Luis Fernando Roldán (pintor)
“No creo en la disputa entre técnica y concepto porque una obra de arte debe estar tan bien hecha como bien pensada”María Isabel Rueda (fotógrafa))
“Creo que la técnica es como un lenguaje, aprendes las vocales y las consonantes; luego armas palabras; luego estructuras oraciones y cuando menos te das cuenta, hablas. No existe tal enfrentamiento”.Juan Lear (instalación, performance)
“No creo que exista una pelea: existen un presente y un desarrollo que generan ideas y actitudes para enfrentar incoherencias. Así se formulan nuevas preguntas que siempre serán el motor de la cultura”.
Vicky Neumann (pintora)
“El trabajo puramente conceptual, desprovisto de una técnica que seduzca y comunique, me parece árido. Pero asimismo no hay trabajo que se sostenga sin un concepto, una actitud o una búsqueda que lo estructure”.
Adriana Arenas (videoarte)
“La idea artística existe primero, luego la técnica. La tecnología es una herramienta, no la razón de ser”.
Ana Adarve (fotógrafa)
“En una obra de arte concepto y técnica coexisten independientemente pero conforman una unidad dentro de la cual no debería haber espacio para pugnas”.
Catalina Mejía (pintora)
“No creo que el problema sea de técnica versus concepto, pues la técnica no es más que un instrumento. Son características distintas que se necesitan, algo así como el silencio y el sonido”.
Los primeros pasos
La discusión sobre arte conceptual podría remontarse a Marcel Duchamp y los dadaístas de principios del siglo XX, pero sólo hasta después de la Segunda Guerra Mundial se percibe una ruptura clara con el concepto tradicional de arte. Primero se abandonó la composición pictórica convencional y las referencias al ámbito académico por artistas como Pollock de EU, Mathieu de Francia, Wols de Alemania y Appel y Jorn del Cobra Group, que al igual que Duchamp no sacrificaron el valor de la obra de arte.
Al mismo tiempo surgió el performance que hicieron artistas como John Cage, cuya teoría de los procesos al azar combina la filosofía occidental con la fenomenología oriental y libera el arte de sus preceptos convencionales. Introduce el azar en el arte como técnica para distanciar el arte del egocentrismo del arte desde el Renacimiento. En Japón surge el Gutai Group (1954), en Francia George Mathieu y luego Yves Klein, en Nueva York, que introduce el término happening (1959). Se trataba de desechar materiales y métodos convencionales, cargados de características culturales, sociales y políticas burguesas. La idea era desmitificar el valor del objeto de arte y poner el concepto de creatividad en contacto directo con la realidad.
A finales de la década de los 50 y principios de los 60 surgieron grupos gestores de nuevas ideas y soluciones, como American Pop y Brithish Pop, Les Nouveaux Réalistes, La Figuration Narrative y Fluxus que culminaron entre 1967 y 1972 en un grupo que creó el arte conceptual.
El arte conceptual como síntesis de las ideas y reflejos artísticos derivados de todos estos movimientos, indefinible en su estilo, material o forma, tiene que ver sobre todo con ideas y significados. Sus productores y defensores dicen que se trata de un arte vivo que se alimenta de los hechos y acontecimientos sociales, de un arte activo que obliga a participar y a opinar, de un arte que no deja a nadie impasible.
TOMADO DE LA REVISTA CAMBIO
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