LA REFINADA PRESENCIA ESCÉNICA DE
ENRIQUE GRAU
FERNANDO UREÑA RIB
Hoy día se ha experimentado tanto que lo escandaloso, creo yo, es volver a la academia. Pero en realidad esta apertura tan enorme hace que el artista tenga unos campos mucho más grandes, y ya que perdió la capacidad de impresionar a través del escándalo, debe impresionar por la capacidad de su talento. Enrique Grau (1920-2004) De una entrevista con Enrique Córdoba
Junto a Fernando Botero, Obregon y David Manzur, Enrique Grau forma parte de ese manantial abundante de imágenes desde donde fluye y se nutre la pintura colombiana de hoy.
De un dibujo refinado y preciso y de una aguda percepción sicológica, la pintura de Enrique Grau se sostiene sobre bases muy sólidas. Y entre ellas cabe mencionar su comprensión de la anatomía, de las sutilezas del claroscuro, su vitalidad luminosa y su hábil manejo del contraste cromático. Así lo europeo se funde con lo americano y el sabor local permea las imágenes con donosura y gracia, pero también con destreza y fuerza.
En Enrique Grau, el arte de pintar cobra sentido, al traspasar los exigentes requerimientos de la academia y llegar mucho más lejos hasta del manejo de la anatomía, y la expresión plástica, para adentrarnos en escenas de gran verismo que no están exentas ni de humor ni de poesía.
Pero las escenas de Grau ocurren como en un teatro sagrado, de manera ritual, como si se tratara de una dantesca divina comedia o de un dramático cuadro de Balzac o de Moliere, donde es posible descubrir los perfiles inacabados e inquietantes de la conspicua existencia humana.
Fernando Ureña Rib
MUERE ENRIQUE GRAU, UNO DE LOS PRODIGIOS DEL ARTE COLOMBIANO DEL SIGLO XX
Ha dejado profunda pena en el ámbito cultural y artístico latinoamericano la noticia de la muerte del maestro colombiano Enrique Grau.
“Enrique Grau fue un artista expresionista, figurativo, tenía un contacto directo con la cosa cotidiana del ser humano, tenía una mezcla entre humor y trascendencia en la obra”, dijo el pintor colombiano David Manzur, uno de sus amigos más cercanos.
Sus pinturas, definidas por algunos como naturalistas, se caracterizaban por la mezcla sensual de figuras humanas de raza blanca, indígena y negra.
El artista incursionó en técnicas y medios tan diversos como el dibujo, la escultura, el grabado, el collage, la serigrafía, la escenografía y el vestuario teatral, los murales y el cine.
Un museo para GrauEl gobierno colombiano lamentó la muerte del artista y prometió la creación de un museo que recoja sus obras en el claustro de la Merced en Cartagena.
La ministra de Cultura, María Consuelo Araújo, dijo a una emisora local que “vamos a recordarlo disfrutando cada instante de la vida, como lo hacía él”. En su última exposición en Bogotá, Grau exploró el dolor del conflicto armado colombiano en una serie llamada “Gozosos y Dolorosos”. Grau nació en Panamá en 1920, pero vivió la mayor parte de su vida en la ciudad costera de Cartagena.
El artista donó a esta ciudad varias colecciones de arte precolombino y popular.
Su cuerpo será trasladado a Cartagena y enterrado en el cementerio del tradicional barrio de Manga, según sus deseos.Iguanas de las Galápagos es el nombre de la muestra del artista colombiano Enrique Grau, que comprende 18 dibujos a carboncillo y pastel sobre papel. La exposición, que se mantendrá hasta el próximo domingo, se efectúa en la planta alta de la Urna Norte del renovado Mercado Sur. Puede visitarse a partir de las 10h00. La entrada es gratuita.
Enrique Grau (1920-2004)
El maestro Enrique Grau, nacido en Cartagena, ha hecho historia en el mundo de la pintura y el bronce. El siempre fue consciente de su proceso como artista y ha estado atento a su propia evolución. Hoy, es uno de los grandes de la pintura latinoamericana y después del maestro Fernando Botero, el mejor de Colombia.
Está radicado en Nueva York, en los últimos 8 años ha estado yendo y viniendo. En esa ciudad fue su encuentro con la escultura y el bronce.
Vive en el Village, su taller queda a diez cuadras de su casa, cerca del Parque Washington.Su historia en Nueva York no es de ahora, comenzó a los 20 años. Entre 1940 y 1943 asistió a la Escuela Art Students League, que era por entonces un excelente centro teórico y práctico de la pintura y el arte.
Enrique Grau -entre 1955 y 1956- asistió a la Academia San Marcos de Florencia; allí sacó el gusto por destacar partes de la anatomía humana. El ha plasmado distintas alternativas, desde el expresionismo y lo abstracto, hasta el realismo rotundo, alternando siempre con su brillante humor.
El maestro Grau regresó a Cartagena con el conocimiento adquirido en los Estados Unidos y se lanzó a una nueva visión pictórica, más libre y más audaz. Y empezó a formar su propio lenguaje: Figuras humanas, cultura magdalenense, trajes viejos, sombreros, cometas, teléfonos, monteras. Seres humanos, niños y niñas cabezonas, máscaras, manos de cera; un amplio repertorio de imágenes
mezclados con una luminosidad muy tropical.Enrique Grau fue profesor de Bellas Artes en Bogotá, participó en 1943 en la “Exposición de Artistas de las Naciones Unidas”, en Nueva York; en la “Exposición de Artistas Latinoamericanos del Instituto Americano de Decoradores”; también en Nueva York; en el “Arts and Memorial Grafts of Latin America”; en el “Books Memorial Gallery de Memphis”; en la “Unión Panamericana”, de Washington; en la “Galería Roland”, de Nueva York; en varios salones de Artistas Nacionales de Colombia; en la “Exposición de Arte en América” del Instituto Americano de Washington; en varias exposiciones colectivas en los Estados Unidos, Colombia y en otros países de América y Europa.
El maestro Grau, se mantuvo dentro del figurativismo; utiliza numerosos elementos simbólicos a veces con minuciosidad decorativa. También ha pintado diferentes murales y ha realizado diversas escenografías para cine, e ilustrado y escrito libros