PROVOCADORA Y PUNZANTE IRONÍA EN LA OBRA
LEOPOLDO MALER
FERNANDO UREÑA RIB
LA obra de Leopoldo Maler se distingue por su poderosa capacidad provocadora. El objeto creado por este artista dominicano y universal (de origen argentino), es el pretexto para disuadir, informar y llamar la atención sobre realidades aparentemente inocuas, pero altamente peligrosas en la sociedad contemporánea.
Maler utiliza el arte como un arma subversiva, o al menos, como un Ágora, como un espacio crítico, abierto, de participación y discusión. La intención es que el espectador responda, que tome una posición, que reflexione sobre el asunto propuesto. Y logra su objetivo.
Recuerdo la primera vez que me enfrenté a la poderosa obra de Maler en el entonces recién inaugurado Hotel Jaragua. La dimensión enorme, la estridencia cromática y la dureza de la imagen contrastaban con la apacible quietud y la magnificencia de los corredores del hotel. Podríamos haber llamado cualquier cosa, menos decorativa, a aquellas piezas monumentales de gallos emplumados, decapitados y salpicados de roja resina acrílica. No era posible pasar frente a esos cuadros sin volver la cabeza, sin detenerse y tratar de explicarse la verdad subyacente en las imágenes de Maler.
En un mundo constantemente bombardeado por la información, la obra de Maler muestra un perfil irónico, aturdidor a veces, que da frecuentes latigazos a lo convencional y a la mediocridad y que traslada al espectador la responsabilidad del acto creativo. Para Maler contemplar no tiene sentido si no induce a la acción o, por lo menos, a un cambio de actitud.
Después de recorrer un itinerario alrededor de ciertos conceptos los derrumba, regresa al tema del ambiente ecológico y realiza extensos montajes que apuntan a un sistema simbólico, siempre en una escala monumental.
Fernando Ureña Rib
METROBOLISMO
La ciudad de San Juan fue el escenario de un espectacular evento o “Performance” creado por el artista argentino Leopoldo Maler – uno de los creadores latinoamericanos más reconocidos en el mundo entero. Prosiguiendo con su serie de Metáforas Visuales, Maler concentró 120 automóviles de tres colores – blanco, rojo y amarillo – en tres puntos separados de la ciudad, guiando sus itinerarios a través de una estación de radio, desde un helicóptero que sobrevoló la zona.
Se tomaron fotografías cada 30 segundos para documentar la interacción de los colores como muestra de la asimilación e integración en las grandes ciudades.
El evento se tituló METROBOLISMO y tuvo lugar el domingo 25 de abril en el marco del Simposio Internacional de Escultura auspiciado por la Universidad de Puerto Rico. Maler requirió de la colaboración de 30 propietarios de carros blancos, otro tanto de carros rojos y amarillos.
Cada participante fue obsequiado al final de la performance con una obra gráfica del artista valorada en $1,000.
Para contactar a Leopoldo Maler: [email protected]
LA VACA SAGRADA DE LEOPOLDO MALER
Un curioso episodio otorgó a la noche inaugural el marco adecuado para comprender en su totalidad los verdaderos alcances de la muestra. Decididos a realizar una performance durante la noche de la inauguración -entre otras que estaban programadas- Marta Minujin y Leopoldo Maler se acercaron al museo vestidos con esmoquin blanco y una careta de vaca, escoltando a una pareja que bailaba tango, a una persona con un grabador que introducía la música para los bailarines y a una simpática vaca Holando-Argentina. El desfile fue interrumpido rápidamente por un guardia de seguridad que los obligó a retirarse con violentas amenazas de llamar a la policía.
Lo que resulta curioso es la forma en que la historia parece repetirse, aun a pesar de las retrospectivas que intentan una aproximación crítica a los fenómenos.
Out of Actions incluye documentación de una performance de Felipe Ehrenherg, A Date with Fate at the Tate, en la que se ve a Ehrenberg en la puerta de la Tate Gallery de Londres con motivo del Simposio sobre destrucción en el arte de 1966, tratando de explicar a los guardias que él es una obra de arte, hasta que es expulsado del lugar.
El hecho permite reflexionar hasta qué punto una performance sigue siendo hoy en día un evento sospechoso y temible cuando no ha sido prevista en un programa o no está domesticada colgando de las paredes de un museo. Tal vez esta “travesura” de Minujin y Maler no hace sino poner en evidencia el costado más nefasto de la muscificación y el más revelador de la performance. Sólo nos resta preguntar ¿Formará parte esta performance de Out of Actions-Part II?
TOMADO DE LA REVISTA LA MAGA
LEPOLDO MALER
Nació en la Argentina en 1937, donde obtuvo un título en derecho. En 1961, se fue a Londres en donde vivió por más de 17 años. Allí, pone en práctica sus ideas de combinación de medios diversos, integrando las películas en la escultura y en sus montajes.
Trabajó en proyectos para la BBC y dentro de este marco, él obtendrá en 1964, con el Festival Cinematográfico de Londres, un premio por una película corta considerada como la película más sobresaliente del año.
Maler ha expuesto sus obras alrededor del mundo: En el Centro George Pompidou, de París, y representó a la Argentina en XlV Bienal internacional de artes del Sao Paulo donde obtuvo el Gran Premio. En 1977, Maler recibió una beca de la Fundación Guggenheim y permaneció en Nueva York hasta 1983, año en que llegó a ser el primer rector de la escuela de los Artes Parson (división América Latina, Santo Domingo).Allí instaló una residencia para artistas, por la que pasaron numerosos plásticos argentinos, como Perez Celis y Pablo Ovelar, y de otros países latinoamericanos. Ha incursionado en pintura, diseño, video, cine y otras expresiones.
Desde finales de la década del 60, la obra de Leopoldo Maler se desliza entre el teatro, la danza y las artes plásticas. La muestra exhibe documentación de Crane Ballet (1971), obra en la que tres hombres “danzan” en las alturas conducidos por sendas grúas que determinan sus movimientos aéreos de acuerdo con una estricta coreografía diseñada por el autor, Maler ya había inducido la colaboración entre bailarines y maquinarias en una obra anterior, X-lT(l969). En 1971, y previo aun a Crane Ballet, Maler había presentado Silence, una proto-videoinstalación en la que una enfermera (real) cuidaba una cama sobre la que se proyectaba un filme con la imagen de una anciana enferma.
Leopoldo Maler es uno de los fundadores (en 1988) de la Fundación de Arte contemporáneo de Napa, una organización que desarrolla nuevas ideas en artes y la educación en sociedad con las universidades de Berkeley, de San Francisco y de Sonoma.
Su obra está representada en los museos más grandes y en colecciones privadas importantes, entre los cuales el museo de Tamayo de México, el Museo de Hess en California, etc. Se invitó a Maler que creara un monumento para los juegos olímpicos de Seul, y construyó más recientemente un ambiente para la ciudad de Madrid, elegida como el capital cultural de Europa.
En esta ocasión, Maler recibió la orden artística del mérito dada por el alcalde de Madrid. Actualmente, prepara una serie de los nuevos proyectos incluyendo un espectáculo en Trieste, que consiste en la acopio en los varios océanos latinos de América para crear una pieza que sea al mismo tiempo artística y ecológica.
En este momento, Leopoldo Males tiene su estudio principal en el Este de la República Dominicana, en una aislada aldea de pescadores. Viaja con frecuencia entre Miami, San Francisco y Buenos Aires.
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