ANDRÉS L. MATEO
PREMIO NACIONAL DE LITERATURA
MAIKEL RONZINO
El presidente de la Fundación Corripio, Pepín Corripio, y el secretario de Cultura, Tony Raful, felicitan al nuevo Premio Nacional de Literatura (al centro).
El Premio Nacional de Literatura 2004 ya tiene un ganador: Andrés L. Mateo. Después de hora y media de deliberaciones a puertas cerradas, las puertas fueron abiertas para dar el veredicto, que otorgaba al novelista, ensayista y articulista el más importante premio literario del país.
Aunque de carácter privado, al ser otorgado por la Fundación Corripio, el premio ha adquirido carácter oficial, ya que la Secretaría de Cultura otorga un diploma al ganador, aunque el monto en metálico es potestad de la Fundación, que este año decidió que el monto fuese de RD$ 500,000 pesos, 100 mil pesos más que el año anterior.
Entregados desde 1990, cuando se le otorgó a la vez a Juan Bosch y Joaquín Balaguer, el Premio Nacional de Literatura es una especie de ‘Premio Nobel’ local, al ser el único que no se centra en texto específico sino en la trayectoria de toda una vida.
Aunque la mayor parte de los ganadores desde la creación del galardón han accionado en el marco de la creación artística –poesía, novela, teatro, etc.-, el director de la Fundación Corripio, Jacinto Gimbernard, leyó un extracto de las bases del premio a partir del próximo año, en el cual se explica que, según definiciones de la Real Academia de la Lengua Española, asumen como literatura no sólo los géneros de ficción, sino también la oratoria, la historia y la didáctica, entre otros géneros de no ficción. En el futuro, un escritor de didáctica o un historiador podrán formar parte de las consideraciones del premio literario.
El jurado con derecho a voto estuvo compuesto por Tony Raful, por la Secretaría de Cultura; Francisco Polanco, representante de Monseñor Agripino Núñez Collado, de la Pontifica Universidad Católica Madre y Maestra; Jacinto Gimbernard, director de la Fundación Corripio; Miguel Phipps, vicerrector de la Universidad Central del Este; Diana Contreras, vicerrectora de extensión de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en representación del rector de la institución pública; y el Padre Ramón Alonso, rector de la Universidad Católica de Santo Domingo.
El anuncio del ganador del Premio Nacional de Literatura 2004 fue hecho por Tony Raful. Poco minutos después Pepín Corripio, Presidente de la Fundación, se ponía en contacto vía telefónica con el ganador, para darles las buenas nuevas. Al confirmarse que se encontraba en Santo Domingo, se le convidó a pasar por la sede de la Fundación. Unos 15 minutos era el tiempo estimado en que llegaría, para ser felicitado personalmente por el jurado.Al llegar, habló poco, reconociendo que es un hombre de mucho hablar, pero que se encontraba muy emocionado en ese momento. En los minutos transcurridos en la espera de la llegada de Andrés L. Mateo, los miembros del jurado y los periodistas conversaban de manera coloquial, y entre los comentarios que generaron algunas sonrisas estuvo uno del educador Jorge Tena Reyes, a la pregunta de un periodista de si alguien, con el pasar del tiempo, pudiese ganar por segunda vez este premio, a lo cual la respuesta fue que “en el Premio Nacional los visos de reeleccionismo están prohibidos”.
Los criterios del jurado
“Como en años anteriores el jurado ha decidido por su propia deliberación, íntima convicción y absolutamente a conciencia, evaluando los diferentes candidatos presentados, como ha señalado el señor secretario de Cultura, Tony Raful”, indicaba Pepín Corripio.
El secretario de Cultura afirmó que se analizaron varios aspectos para otorgar el premio a Andrés L. Mateo, “pero fundamentalmente, en este caso, el diestro manejo del lenguaje, la producción creadora del galardonado, y se tomó en cuenta también la profundidad de su pensamiento literario, entre otras cualidades”.
Raful indicó que el trabajo de elegir quien era el ganador “fue un trabajo muy difícil. Como una hora y media duramos para ponernos de acuerdo, hasta que finalmente nos pusimos todos de acuerdo. La decisión final no tiene reservas ni tiene disidencias. La decisión final fue unánime”.Palabras del vencedor
“Mi vida es la literatura”, fue una de las pocas palabras esbozadas por Andrés L. Mateo, subsecretario de la Secretaría de Cultura, en la presentación a la prensa como ganador del premio. El escritor dijo: “una persona como yo no concibe la vida de otra forma que no sea escribiendo. Concibo la vida sólo alrededor de los libros, sólo alrededor de la palabra como instrumento de comunicación edificante”. El Premio Nacional de Literatura es “un bello estímulo y significa simplemente que hay que seguir trabajando”.
Sobre las peticiones de docenas de artistas, escritores e intelectuales que propugnaban públicamente por la entrega del premio a María Ugarte, Andrés L. Mateo declaró que espera que esas personas respeten la decisión de otorgarle el premio “en virtud de lo que el jurado significa. Hay que entender que es un jurado absolutamente incondicional, libre, que viene de las universidades, y yo no tengo la menor idea ni siquiera del mecanismo de elección.Cuando el debate se dio yo fui el primer sorprendido, porque era la primera vez que se esgrimía la posibilidad de un Premio Nacional de Literatura ventilándose en los periódicos, y yo sencillamente me sentía anonadado, sin dejar de reconocer la calidad y el trabajo de estímulo a la obra de creación en República Dominicana que Doña María Ugarte significa. Yo pienso que esa es una decisión de un jurado y que el jurado ha tenido sus argumentos”.
María Ugarte, a esperar
“Pienso que Andrés L. Mateo ha escrito buenas cosas, aunque no está en la cumbre literaria de su carrera” -observó el novelista y cuentista Pedro Antonio Valdez- “pero otros, como María Ugarte, si ya completaron su obra, y es una buena obra. Es una lástima que el buen nombre literario de Andrés L. Mateo se presta a una situación que pueda dejar en cuestionamiento su trayectoria”. La artista plástica Elsa Núñez indicó: “Fue sorpresivo para mí” el galardón a Andrés L. Mateo, “porque estaba segura era para María Ugarte, por todo lo que ha dado al país. No es que se le quite mérito a Andrés L. Mateo, pero se lo merecía por su trayectoria María Ugarte”. Ella tendrá que esperar. Este año ya hay otro vencedor.
Maickel Ronzino
Periódico El Caribe
ANDRES L. MATEO
BIOGRAFÍA
Nació en Santo Domingo el 30 de noviembre de 1946. Poeta, novelista, crítico y educador. Licenciado en Letras por la Universidad Autónoma de Santo Domingo y Doctor en Ciencias Filológicas por la Universidad de La Habana. Miembro fundador del grupo La Isla, aparecido a raíz de la Guerra de Abril de 1965. Fue codirector del suplemento literario Coloquio, del periódico El Siglo y director de la editora de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, centro académico don-de también es catedrático de literatura. Desde 1992 mantiene la columna En el tiempo presente, en el periódico El Siglo. En 1981 obtuvo el Premio Nacional de Novela otorgado por la Secretaría de Estado de Educación, Bellas Artes y Cultos con La otra Penélope, en 1991, el Premio de Novela de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña con La Balada de Alfonsina Bairán y en 1994, el Premio Nacional de Ensayo con Mito y cultura en la era de Trujillo. También recibió, en 1999, el Premio a la Excelencia Periodística Dominicana por su columna “Sobre el tiempo presente”, publicada en el periódico Listín Diario.
BIBLIOGRAFÍA ACTIVA
POESÍA. Poesía I. Santo Domingo: Editora Universidad Autónoma de Santo domingo, 1969. (En colaboración con Rafael Abreu Mejía y Mateo Morrison. NOVELA. Pisar los dedos de Dios. Santo Domingo: Editora Taller, 1979. La otra Penélope. Santo Domingo: Editora Taller, 1982. La balada de Alfonsina Bairán. Santo Domingo: Editora Taller, 1992
ANTOLOGÍA. Poetas de Post-guerra/Joven poesía dominicana. Santo Domingo: Editora Alfa y Omega, 1981.
ENSAYO. Manifiestos literarios de la República Dominicana. Santo Domingo: Editora Taller, 1984. Mito y Cultura en la era de Trujillo. Santo Domingo: Editora de Colores, 1993. Al filo de la dominicanidad. Santo Domingo: Editora de Colores, 1997. Las palabras perdidas. Santo Domingo: Editora Colé, 2000.
TOMADO DE ESCRITORES DOMINICANOS
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