LA CONDICIÓN DE LA MUJER SEGÚN
BEATRIZ GONZÁLEZ
DELEDDA CROS
El Museo de Historia, Antropología y Arte de la Universidad de Puerto Rico está presentando como parte de las actividades previas a la Trienal Poligráfica de San Juan, América Latina y el Caribe, una muestra del trabajo gráfico de la artista colombiana Beatriz González.
Su contribución al arte contemporáneo latinoamericano se ha ido consolidando a partir de la década del 70 gracias a una inteligencia visual que ha sabido integrar temas y motivos regionales con tratamientos sumamente eficaces y de gran complejidad simbólica.
Aunque su lenguaje formal ha adoptado elementos del pop norteamericano, sus grabados no reflejan las imágenes que corresponden a una iconografía de consumo y tampoco proponen una visión conformista y complaciente de la realidad social.
Su obra se ha mantenido vinculada a otros problemas y a unos referentes regionales que en nada tienen que ver con modelos derivados de una sociedad tecnológica y que le han permitido incidir críticamente en una diversidad de prácticas que se nutren de los acontecimientos políticos, la crónica roja urbana, los retratos de familia, la historia de los próceres o los comportamientos absurdos y desquiciados de la plutocracia colombiana.
Los grabados de Beatriz González utilizan el tratamiento artesanal como una estrategia que se opone a la manifestación industrializada de la serialidad. Es decir, que la impresión en serie no puede conducir a la producción de un número ilimitado de copias que carezcan de particularidades y calidades plásticas que se distingan a cada uno de los elementos de una misma tirada. En éste proceso de particularización de la copia, Beatriz González incorpora el recurso del accidente y del error como otra forma de fijar los rasgos diferenciales de la copia.
El enfoque de su trabajo gráfico mantiene un tono irónico y distanciado que pone en evidencia la falsedad de ciertos sectores de la sociedad colombiana a través de la utilización de lo cursi o de lo grotesco como una manera de expresar desde su propio lenguaje plástico una visión crítica del entorno social.
Esta forma irónica de acercarse a la realidad social colombiana podemos apreciarla en la obra titulada “Decoración de Interiores” donde la artista utiliza una fotografía que aparece el presidente Julio César Turbay Ayala en una fiesta privada. La imagen de Turbay Ayala la transfiere a una serigrafía impresa sobre tela y esta a su vez se cose sobre una cortina de baño que transforma el acto del presidente en una figura desprovista del peso institucional al ser reducido aparte de su diseño con una función doméstica decorativa.
“Lo más valioso del trabajo de Beatriz González”, según afirma la critica Marta Traba, “es que consigna hacer de su obra una unidad de sentido que sin moverse de lo regional, es capaz de transmitir lo regional como una vivencia donde se expresan concepciones humanas y estéticas extremadamente amplias y complejas”.
DELEDDA CROS
BEATRIZ GONZÁLEZ
Pintora, historiadora y crítica de arte santandereana (Bucaramanga, 1938). Beatriz González Aranda estudió Bellas Artes con Juan Antonio Roda en la Universidad de los Andes e hizo un curso de grabado en la Academia Van Beeldende Kunsten de Rotterdam. Como historiadora ha publicado: Ramón Torres Méndez, entre lo pintoresco y la picaresca (1985), Roberto Páramo, pintor de la sabana (1986), José Gabriel Tatis, un pintor comprometido (1987), Fídolo Alfonso González Camargo (1987) y “Las artes plásticas en el siglo XIX”, en la Gran Enciclopedia de Colombia (1993). Beatriz González tiene una amplia producción que se remonta a los primeros años sesenta. En 1964 se presentó por primera vez en Bogotá con una exposición sobre La encajera del pintor holandés del siglo XVII Jan Vermeer. Inspirada en este cuadro, Beatriz González realizó una serie de variaciones de indiscutible buen gusto. Su obra se caracterizó por los colores vivos y planos y las composiciones armónicas. Posteriormente vinieron, en 1965, las variaciones sobre La niña-montaje, en las que reafirmó su refinamiento cromático.
Este mismo año realizó las dos versiones de Los suicidas del Sisga (segundo premio especial en Pintura del XVII Salón de Artistas Nacionales, 1965), trabajadas a partir de una fotografía de prensa, con las que se inicia su obra más característica, siempre relacionada con el país y lo colombiano y plenamente consciente de que sólo desde lo provinciano se puede alcanzar lo universal: «Yo creo que el arte es universal y que eso de la pintura colombiana son tonterías. Creo que lo que más daño le ha hecho al arte colombiano fue tratar de ser colombianista. Uno debe tratar de ser universal, lo demás viene por añadidura». A Los suicidas del Sisga [ver tomo 6, p. 131] siguieron, según inventario de Marta Traba, los próceres de la historia extensa de Colombia, los retratos de familias “decentes” que se publicaban en los periódicos, los episodios de las páginas sociales y la crónica roja, las escenas ingenuas pintadas en los buses, las estampas populares y los cromos de venta en el pasaje Rivas y en la populosa carrera décima de Bogotá, recorrida por el servicio doméstico atraído a la capital. En toda su obra, Beatriz González alude no sólo a una manera de ser, a una idiosincrasia peculiar, sino también al gusto «de la gente», que la artista trata como socióloga, aunque sin dejar de incluir una dosis de ironía: «Mi pintura no es la búsqueda de un fin por intermedio de temas irónicos, sino una pintura con temperatura. No hago objetos cursis con la misma especie de morbosidad que mueve a ciertas personas a coleccionar objetos del llamado mal gusto. No creo que la sociedad en que trabajo sea cursi sino desmedida, en todas las proporciones y sentidos […]». «A mí lo que me interesa es el gusto. Me interesa el porqué una persona coloca estas cosas y no otras en su casa. Si hubiera sino una artista conceptual, desde el 70 habría puesto una tarjeta diciendo: vayan y vean la casa de zutano. Y otra: vayan y vean la casa de fulano. Pero como soy una artista a la antigua, necesito pintar y pinto. Yo me pregunto porqué diablos me llamó la atención la foto de los suicidas en el periódico. ¿Fue el gris de la cara, igual a unos trabajos que estaba realizando, o fue la cosa popular de dos personas que entran en un pacto suicida y que unen sus manos para una foto que envían a sus familiares? Pero no, porque el tema lo leí después. Era la foto, el sombrero que él llevaba, en fin […] En mí hay una predisposición a mirar el gusto de la gente».
Paralelamente a estas obras realizadas a partir de fotografías de prensa y cromos populares, Beatriz González ha trabajado numerosas versiones de obras de grandes maestros. Desde La encajera de Vermeer hasta el Guernica de Pablo Picasso, titulado Mural para fábrica socialista, la artista ha hecho variaciones de Leonardo da Vinci, Rafael, Sandro Botticelli, Jean-AugustDominique Ingres, Jean-François Millet, Paul Cézanne, Paul Gauguin, Edgar Degas, Pierre-August Renoir, Georges Braque, etc. Dos razones han llevado a Beatriz González a trabajar con obras famosas de la historia de la pintura: su inhabilidad para componer y su admiración por las obras artísticas. La pintora confiesa tener una visión prejuiciada de la historia del arte. A toda hora, en todas partes, asocia experiencias visuales con cuadros famosos. A partir de un objeto cualquiera, a partir de la textura de una madera o de la forma de un mueble, surge la asociación estética. Así, por ejemplo, de unos toalleros en forma de concha surgió la imagen de la obra de Boticelli El nacimiento de Venus; de una lámina de madeflex estriado, un bodegón de Braque; de un peinador con espejo circular un tondo de Rafael. Otras veces, el procedimiento es a la inversa: a partir de un cuadro surge la idea del objeto donde debería estar su composición. Así surgieron los telones inspirados en Edouard Manet, Claude Monet y Paul Gauguin.
Como la artista trabaja sobre superficies de diversos materiales y texturas (láminas de metal, maderas varias, toallas, hules, cubrelechos, etc.) debe inventar constantemente nuevas facturas. Con óleos, esmaltes o acrílicos, Beatriz González no sólo domina cada una de las técnicas, sino que trabaja con una gama muy variada de colores. Desde sus óleos sobre lienzo de comienzos de su carrera, hasta los telones pintados en acrílico y el Guernica (1981), realizado en esmalte sintético sobre tablex, pasando por sus numerosos esmaltes sobre lata (muchos instalados en muebles como “marcos”), Beatriz González se ha dado el lujo de dominar los medios y procedimientos y, sobre todo, de transvasar con talento las pinturas en que se inspira. Porque si es cierto que Beatriz González copia la composición de las obras del pasado, no hay duda de que siempre inventa una nueva relación cromática y muchas veces también un nuevo procedimiento. Desde comienzos de los ochenta, su producción se ha centrado, siempre con el apoyo de las fotografías de prensa, en la realidad colombiana. Desde sus numerosos trabajos relacionados con la figura del presidente Julio César Turbay (dibujos al grafito, la serigrafía Decoración de interiores) hasta sus dramáticas versiones de la muerte del narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha (Retratos mudos), pasando por Las Ibáñez, las viñetas de la tragedia (Un uxoricidio) y la comedia (Turbay condecorando a un personaje), los temas relacionados con los presidentes de la República (Plumario colombiano, Los papagayos, Sr. Presidente qué honor estar con Ud. en este momento histórico, alusivo a los acontecimientos relacionados con la toma del Palacio de Justicia en 1985), el ciclista Martín Emilio Rodríguez “Cochise”, el ciclista Lucho Herrera y su apoteosis con el presidente Virgilio Barco, el futbolista René Higuita, los soldados vestidos en traje de campaña, los hombres asesinados etc., hay ahora un exclusivo y profundo interés por todo lo nacional, tanto desde el punto de vista histórico como desde el de la actualidad. Pero el cambio no es solamente temático, también es formal y de contenido. El manejo de los elementos formales (planos, colores, composiciones) es ahora más complejo y descarnado y la intención de decir, a través de aquellos elementos, cuán caótica y dramática es la situación, es más escueta y aladina. La artista no hace concesiones a nada, su tono se ha vuelto severo. Esto no significa que sus cuadros hayan perdido la calidad artística que los ha caracterizado: muy lejos de cualquier noción de belleza, sus representaciones siguen atrayendo por las convincentes relaciones de las formas y de éstas con sus contenidos. Como acertadamente lo ha señalado Luis Caballero, el color de sus cuadros sigue siendo refinado, aun en las armonías más absurdas, y la línea de sus dibujos sigue siendo acertada dentro de las torpezas más sofisticadas. Con ocasión del Quinto Centenario del descubrimiento de América en 1992, Beatriz González realizó una serie de serigrafías con el tema de un indígena en una barca. Aparte de sus pinturas y dibujos, González tiene una extensa producción de grabados [Ver tomo 6, Arte, pp. 130 y 131].
BEATRIZ GONÁLEZ
Bucaramanga, Colombia 1938
1959-62 Estudió en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de los Andes (Bogotá), donde obtuvo la maestría.
1990
EXPOSICIONES RECIENTESRetrospectivas
Beatriz González una década1980-1990 Museo de Arte Universidad Nacional, Bogotá, Colombia
Colectivas
XXXIII Salón Anual de Artistas Colombianos, Corferias, Bogotá, Colombia
Arrtistas Santandereanos en la década de 1960, Banco de la Republica y Museo de Arte Moderno de Bucaramanga, Colombia, Octubre1991
Colectivas
Dibujantes Latinoamericanos de hoy, Museo de San Diego, California, Estados Unidos
Painting, Misión Permanente de Colombia Ante las Naciones Unidas, Nueva York, Estados Unidos
Reencuentro, Juan Antonio Roda, Beatriz González, Luis Caballero y Lorenzo Jaramillo, Galería Garcés Velásquez.1992
Individuales
1/500 Galería Garcés Velásquez, Bogotá, ColombiaColectivas
America, la novia del sol, Museo Real de Bellas Artes de Amberes, Bélgica
Ante América, Biblioteca Luis Angel Arango, Banco de la República, Bogotá, Colombia
XXXIV Salón Anual de Artistas Colombianos, Corferias, Bogotá, Colombia1993
ColectivasThe Feeling of Space Colombian Sculpture I, Colombian Center, Nueva York, Estados Unidos.
Por Humor al Arte, Biblioteca Luis Angel Arango, Banco de la República, Bogotá, Colombia1994
RetrospectivasBeatriz González, restrospectiva,Museo de Bellas Artes, Caracas, Venezuela.
El Color de la Muerte, Sala de Arte Suramericana, Medellín, ColombiaColectivas
XXXV Salón Anual de Artistas Colombianos, Corferias, Bogotá, Colombia1995
Retrospectivas
El Color de la muerte, Museo de Arte Moderno La Tertulia, Cali, Colombia
Colectivas
Mujeres artistas en latinoamérica, itinerante por el Museo de Arte de Milwakee, Wisconsi, Estados Unidos, 3 de marzo/28 de mayo; el Museo de Arte de Phoenix, Arizona, Estados Unidos, 7 de junio/1 de octubre; el Museo de Arte y el Museo de las Américas, Denver, Colorado, Estados Unidos.
Bienal de Kwangju 1995 , Kwangju Corea, 20 de septiembre/20 noviembre
Arte, políitica, religión Artistas Contemporáneos Colombianos, Warwich Arts Center, Coventry, Inglaterra.
XI Muestra de Grabado Ciudad de Curitiba, Curitiba, Brasil, 21 de octubre 29/diciembre1996
Retrospectivas30 años en la obra gráfica de Beatriz González, itinerante por las sucursales del Banco de la República, Colombia
Colectivas
Mujeres Artistas en Latinoamérica, National Museum of Women in the Arts, Washington D.C. Estados Unidos.
Centro para las Artes, Miami, Estados Unidos
América Latina 96, Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires, Argentina.
Arte, política religión, Artistas Contemporáneos Colombianos, Barbican Centre, Londres, Inglaterra, Galería Teorema, Bruselas, Bélgica, Centro Cultural Melina Mercury, Atenas, Grecia, Universidad de Essex, Inglaterra.
Premios Nacionales Uniandinos, Galería Espacio Alterno, Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia.
Autorretrato Colombiano del Siglo XX, Centro Colombo Americano, Bogotá, Colombia
1997
IndividualesBeatriz González, Las Delicias, Galería Garcés Velásquez, Bogotá, Colombia
Colectivas
Arco 97, Galería Garcés Velásquez, Madrid, España
Re aligning Vision , Alternative Currents in South American drawing, el Museo del Barrio, Nueva York, Estados Unidos, Arkansas Art Center , Little Rock, Arkansas Estados Unidos
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